Un trabajo realizado en el transcurso de 20 años sugiere que este problema está relacionado con la construcción de más de 150 represas en los afluentes que abastecen el sistema (libélula adulta emergiendo del estado de ninfa; foto: Alexandre Castagna/Wikimedia Commons)

Un estudio revela una drástica merma de la población de insectos acuáticos en la cuenca del río Paraná
02-09-2021
PT EN

Un trabajo realizado en el transcurso de 20 años sugiere que este problema está relacionado con la construcción de más de 150 represas en los afluentes que abastecen el sistema

Un estudio revela una drástica merma de la población de insectos acuáticos en la cuenca del río Paraná

Un trabajo realizado en el transcurso de 20 años sugiere que este problema está relacionado con la construcción de más de 150 represas en los afluentes que abastecen el sistema

02-09-2021
PT EN

Un trabajo realizado en el transcurso de 20 años sugiere que este problema está relacionado con la construcción de más de 150 represas en los afluentes que abastecen el sistema (libélula adulta emergiendo del estado de ninfa; foto: Alexandre Castagna/Wikimedia Commons)

 

Por José Tadeu Arantes  |  Agência FAPESP – Una investigación realizada en Brasil en el transcurso de 20 años en la cuenca del río Paraná revela una merma drástica de la cantidad de insectos acuáticos en la región, a la que se considera bien preservada y alejada de los impactos negativos de la producción agropecuaria y de los centros urbanos.

Este trabajo de campo estuvo a cargo de científicos del Núcleo de Investigaciones en Limnología, Ictiología y Acuicultura de la Universidad Estadual de Maringá (Nupelia-UEM). Y la sistematización de la información quedó bajo la responsabilidad de Gustavo Romero, docente del Instituto de Biología de la Universidad de Campinas (IB-Unicamp). Los datos salieron publicados en el periódico científico Biology Letters, de la Royal Society, en una edición especial dedicada a la declinación de los insectos.

“En nuestro estudio se contabilizaron datos recabados estacionalmente a lo largo de 20 años. Y verificamos una disminución de miles a decenas de ejemplares por metro cuadrado”, revela Romero en declaraciones concedidas a Agência FAPESP.

Puede leerse un artículo donde se comenta este estudio, escrito por uno de los integrantes del equipo, en el periódico The Conversation: theconversation.com/insect-population-collapse-new-evidence-links-it-to-dams-162626

La declinación ultrarrápida de las poblaciones de insectos constituye un fenómeno global, según remarca el investigador. Existen estudios en los cuales se ha contabilizado este fenómeno, correlacionándolo con las actividades humanas. Un metaanálisis publicado en 2020 en la revista Science, por ejemplo, apuntó una merma de la cantidad de insectos terrestres, pero indicó también un aumento de las poblaciones de insectos acuáticos. Ese artículo posteriormente fue cuestionado, pues los autores basaron sus conclusiones en un muestreo sumamente ceñido, que cubría tan solo un 7 % de los ambientes acuáticos situados casi exclusivamente en Estados Unidos y en Europa.

El mapeo al que se hace referencia aquí cubrió un área de alrededor de 40 kilómetros cuadrados extensamente ocupada por lagunas, ríos, canales y remansos. Según el investigador, la gran causa de la declinación de las poblaciones de insectos en la cuenca del Paraná fue la construcción de más de 150 represas en los afluentes que abastecen ese sistema, que drena gran parte de la región centro-sur de América del Sur y alberga numerosos hábitats de agua dulce.

La investigación contó con el apoyo de la FAPESP mediante dos ayudas concedidas a Romero (18/12225-0 y 19/08474-8), aparte de una beca de posdoctorado concedida a Pablo Antiqueira, quien integró el equipo. Y se realizó en el ámbito del Programa FAPESP de Investigaciones en Caracterización, Conservación, Restauración y Uso Sostenible de la Biodiversidad (BIOTA-FAPESP) y del Programa FAPESP de Investigaciones en Cambios Climáticos Globales (PFPMCG). 

“La fuerte declinación observada afectó no solamente a las especies más susceptibles, sino también a todos los órdenes y familias de insectos acuáticos existentes en la región. Dichos animales viven en el ambiente acuático hasta llegar a su fase adulta, cuando migran hacia el ambiente terrestre. Esto incluye a las libélulas y a los escarabajos acuáticos, por mencionar tan solo a los más conocidos”, comenta Romero.

Debido a que algunos insectos, como en el caso del Aedes aegypti, son transmisores de enfermedades tales como el dengue, el zika y la fiebre amarilla, existe una idea errónea de que todos los insectos son nocivos para los humanos. Pero eso no es cierto. “Los insectos que están siendo diezmados en la cuenca del río Paraná son sumamente útiles a causa de los servicios ecosistémicos que prestan, tales como la polinización, el control biológico de plagas agrícolas o de insectos transmisores de enfermedades, la descomposición de materia orgánica y su aporte en el ciclo de nutrientes”, enfatiza Romero.

Las consecuencias de las represas

Según el investigador, las represas trajeron aparejados tres tipos de impactos. En primer lugar, dejaron el agua mucho más transparente, pues las partículas en suspensión se decantan en el lecho de los embalses antes de que el flujo pase por los desaguaderos. Al no poder camuflarse con la turbidez, los insectos que viven río abajo de las represas quedan mucho más expuestos a la presión de depredación de los peces insectívoros.

El segundo impacto fue el que provocó de la introducción de peces exóticos en los embalses con el objetivo de promover la pesca deportiva. Estos peces, como el tucunaré, proveniente de la cuenca amazónica, son omnívoros, es decir, se alimentan de todo, incluso de peces nativos y de insectos.

El tercer impacto detectado fue el desbalanceo estequiométrico de los nutrientes del agua, que modificó los porcentajes relativos de nitrógeno y de fósforo. “Como las algas que proliferan en los embalses fijan el nitrógeno de la atmósfera y lo trasladan al agua, y parte del fósforo se deposita en el lecho de las represas, el agua que se escurre por los desaguaderos es pobre en fósforo y proporcionalmente más rica en nitrógeno. De este modo, su calidad nutritiva se ve alterada, lo cual afecta a los animales que dependen de una cantidad balanceada de estos nutrientes”, explica Romero.

La cuenca del río Paraná se extiende a través de siete estados brasileños. La clasificación más precisa técnicamente sería la de “subcuenca”. Sucede que, junto con las subcuencas de los ríos Paraguay y Uruguay, la misma integra la gran cuenca del Plata, una de las tres principales de América del Sur. Las otras dos son la del Amazonas y la del São Francisco. Por ende, las transformaciones ecosistémicas en la subcuenca del Paraná constituyen algo sumamente relevante a escala continental. Y el conteo de insectos acuáticos muestra de qué manera la acción humana está impactando en la región, aun cuando no haya pesticidas agrícolas y residuos cloacales siendo arrojados al agua.

Existen alrededor de 5,5 millones de especies de insectos, y el 80 % aún no ha sido descrito por la ciencia. Esta enorme población de animales, la más numerosa del planeta, está disminuyendo rápidamente debido a la acción humana, caracterizando aquello a lo que algunos investigadores le están dando el nombre de “apocalipsis de los insectos”.

Puede accederse a la lectura del artículo intitulado Pervasive decline of subtropical aquatic insects over 20 years driven by water transparency, non-native fish and stoichiometric imbalance en el siguiente enlace: royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rsbl.2021.0137
 

  Republicar
 

Republicar

The Agency FAPESP licenses news via Creative Commons (CC-BY-NC-ND) so that they can be republished free of charge and in a simple way by other digital or printed vehicles. Agência FAPESP must be credited as the source of the content being republished and the name of the reporter (if any) must be attributed. Using the HMTL button below allows compliance with these rules, detailed in Digital Republishing Policy FAPESP.