Aparte de reducir las emisiones, urge adaptarse a un planeta entre 3 y 5 grados más cálido

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Agência FAPESP* –Por André Julião, desde Itatiba  |  Agência FAPESP – El aumento de 2 grados Celsius (°C) en la temperatura media del planeta, previsto para el final de este siglo, no ha sido tomado en serio por gran parte de los gobiernos y las empresas del mundo.

Si se suman los compromisos de los países que se dispusieron a disminuir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) –y suponiendo que se cumplan–, lo más probable es que el calentamiento se mantenga. Por eso mismo, si bien la mitigación debe erigirse como una prioridad, es necesario estar preparados para adaptarse a un calentamiento de entre 3 °C y 5 °C en 2100, según lo sostiene el climatólogo Guy Brasseur, director del Instituto Max Planck de Meteorología, con sede en Hamburgo, Alemania.

Brasseur, quien ya integraba el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cuando dicho panel compartió el Nobel de la Paz con Al Gore, en 2007, fue el disertante del último día de la Escuela FAPESP 60 años: Ciencias Exactas, Naturales y de la Vida. Este evento tuvo lugar entre los días 7 y 10 de agosto en la ciudad paulista de Itatiba, en Brasil.

“El futuro de la temperatura media del planeta depende en buena medida de las emisiones que produciremos durante las próximas décadas. No sabemos qué cantidad el mundo emitirá. Vemos que algunos países están emitiendo mucho más que en el pasado, pero también que otros están limitando sus emisiones. Si pretendemos mantener el calentamiento por debajo de los 2 °C para el final del siglo, debemos disminuir las emisiones muy abruptamente para 2040 o 2050”, le dijo Brasseur a Agência FAPESP tras la conferencia de cierre del evento.

Esta incertidumbre, de acuerdo con el investigador, es lo que debe hacer que gran parte del actual esfuerzo científico se oriente a hallar formas de adaptarse a un aumento de la temperatura media global superior a los 2 °C.

“Cuando les preguntamos a los países qué harán para limitar el calentamiento, mandan algún mensaje sobre las medidas que tomarán. La actual comprensión indica que, con todo lo que está programado que se hará, el calentamiento aún aumentaría 3 °C o 3,5 °C”, afirmó.

Las estimaciones para el año 2050 suministran una noción del impacto. La población mundial llegará a 9.000 millones de personas, lo que traerá aparejada una producción anual de 6 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, aparte de 60 millones de toneladas de gases contaminantes en los centros urbanos.

Para pensar en las amenazas a la salud, ni siquiera es necesario analizar previsiones referentes al futuro. Estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) apuntan que, en la actualidad, son 8 millones de personas por año que mueren prematuramente como consecuencia de la contaminación del aire.

La disminución de emisiones de dióxido de carbono, como la que es necesaria para no calentar aún más el planeta, demanda una profunda transformación de la sociedad. Este cambio debe producirse desde sectores más obvios, como el de producción de energía, y también desde otros más insospechables.

“El sector de computación es responsable actualmente del 10 % de las emisiones”, comentó Brasseur durante la conferencia.

La gran transformación

El conjunto de medidas propuestas con miras a reducir las emisiones abarca desde la descarbonización de la economía hasta la disminución de la desigualdad. “No es algo sencillo de hacerse. Requiere básicamente un cambio profundo en nuestra sociedad”, dijo.

Una medida en marcha en algunos países la constituyen los centros de servicios climáticos. Uno de ellos, fundado en Alemania en 2009 por Brasseur, desarrolla prototipos de productos y servicios para brindarles apoyo a los tomadores de decisiones en política, en las empresas y en la administración pública para la adaptación a los cambios climáticos.

“Sabemos que los gobiernos y las empresas tienen su propio tiempo y sus definiciones de lo que es urgente. Por eso, la idea de los centros de servicios climáticos consiste en crear un diálogo entre la comunidad, los tomadores de decisiones y las empresas para que todos se vuelvan más conscientes del problema y para lograr mayores progresos. Si podemos convencer a las cien mayores empresas del mundo a cambiar la forma de hacer negocios y estas lo hacen efectivo, todas las otras las seguirán. La gran dificultad sigue siendo comunicar esto y estar seguros de que cualquier ciudadano del planeta lo sepa y esté listo para cooperar”, culminó.

La Escuela FAPESP 60 años: Ciencias Exactas, Naturales y de la Vida tuvo por objeto brindarles a becarios posdoctorales de todo el país la oportunidad de interactuar con líderes científicos de Brasil y del exterior en diversas áreas del conocimiento, como así también de conocer sus trayectorias académicas, sus líneas de investigación y los retos que enfrentan.

Otros disertantes en el evento fueron Ana Domingos, docente de la Universidad de Oxford (Reino Unido), Barry O’Keefe, del National Cancer Institute (Estados Unidos), José Nelson Onuchic, de la Rice University (Estados Unidos), Osvaldo Novais de Oliveira Jr., de la Universidad de São Paulo (USP), y Virgilio A. F. Almeida, de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG).

Más información en: 60anos.fapesp.br/escola-exatas.

<p><strong>Por André Julião, desde Itatiba  |  Agência FAPESP</strong> – El aumento de 2 grados Celsius (°C) en la temperatura media del planeta, previsto para el final de este siglo, no ha sido tomado en serio por gran parte de los gobiernos y las empresas del mundo.</p>

<p>Si se suman los compromisos de los países que se dispusieron a disminuir las emisiones de dióxido de carbono (CO<sub>2</sub>) –y suponiendo que se cumplan–, lo más probable es que el calentamiento se mantenga. Por eso mismo, si bien la mitigación debe erigirse como una prioridad, es necesario estar preparados para adaptarse a un calentamiento de entre 3 °C y 5 °C en 2100, según lo sostiene el climatólogo Guy Brasseur, director del Instituto Max Planck de Meteorología, con sede en Hamburgo, Alemania.</p>

<p>Brasseur, quien ya integraba el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cuando dicho panel compartió el Nobel de la Paz con Al Gore, en 2007, fue el disertante del último día de la Escuela FAPESP 60 años: Ciencias Exactas, Naturales y de la Vida. Este evento tuvo lugar entre los días 7 y 10 de agosto en la ciudad paulista de Itatiba, en Brasil.</p>

<p>“El futuro de la temperatura media del planeta depende en buena medida de las emisiones que produciremos durante las próximas décadas. No sabemos qué cantidad el mundo emitirá. Vemos que algunos países están emitiendo mucho más que en el pasado, pero también que otros están limitando sus emisiones. Si pretendemos mantener el calentamiento por debajo de los 2 °C para el final del siglo, debemos disminuir las emisiones muy abruptamente para 2040 o 2050”, le dijo Brasseur a <strong>Agência FAPESP</strong> tras la conferencia de cierre del evento.</p>

<p>Esta incertidumbre, de acuerdo con el investigador, es lo que debe hacer que gran parte del actual esfuerzo científico se oriente a hallar formas de adaptarse a un aumento de la temperatura media global superior a los 2 °C.</p>

<p>“Cuando les preguntamos a los países qué harán para limitar el calentamiento, mandan algún mensaje sobre las medidas que tomarán. La actual comprensión indica que, con todo lo que está programado que se hará, el calentamiento aún aumentaría 3 °C o 3,5 °C”, afirmó.</p>

<p>Las estimaciones para el año 2050 suministran una noción del impacto. La población mundial llegará a 9.000 millones de personas, lo que traerá aparejada una producción anual de 6 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, aparte de 60 millones de toneladas de gases contaminantes en los centros urbanos.</p>

<p>Para pensar en las amenazas a la salud, ni siquiera es necesario analizar previsiones referentes al futuro. Estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) apuntan que, en la actualidad, son 8 millones de personas por año que mueren prematuramente como consecuencia de la contaminación del aire.</p>

<p>La disminución de emisiones de dióxido de carbono, como la que es necesaria para no calentar aún más el planeta, demanda una profunda transformación de la sociedad. Este cambio debe producirse desde sectores más obvios, como el de producción de energía, y también desde otros más insospechables.</p>

<p>“El sector de computación es responsable actualmente del 10 % de las emisiones”, comentó Brasseur durante la conferencia.</p>

<p><strong>La gran transformación</strong></p>

<p>El conjunto de medidas propuestas con miras a reducir las emisiones abarca desde la descarbonización de la economía hasta la disminución de la desigualdad. “No es algo sencillo de hacerse. Requiere básicamente un cambio profundo en nuestra sociedad”, dijo.</p>

<p>Una medida en marcha en algunos países la constituyen los centros de servicios climáticos. Uno de ellos, fundado en Alemania en 2009 por Brasseur, desarrolla prototipos de productos y servicios para brindarles apoyo a los tomadores de decisiones en política, en las empresas y en la administración pública para la adaptación a los cambios climáticos.</p>

<p>“Sabemos que los gobiernos y las empresas tienen su propio tiempo y sus definiciones de lo que es urgente. Por eso, la idea de los centros de servicios climáticos consiste en crear un diálogo entre la comunidad, los tomadores de decisiones y las empresas para que todos se vuelvan más conscientes del problema y para lograr mayores progresos. Si podemos convencer a las cien mayores empresas del mundo a cambiar la forma de hacer negocios y estas lo hacen efectivo, todas las otras las seguirán. La gran dificultad sigue siendo comunicar esto y estar seguros de que cualquier ciudadano del planeta lo sepa y esté listo para cooperar”, culminó.</p>

<p>La Escuela FAPESP 60 años: Ciencias Exactas, Naturales y de la Vida tuvo por objeto brindarles a becarios posdoctorales de todo el país la oportunidad de interactuar con líderes científicos de Brasil y del exterior en diversas áreas del conocimiento, como así también de conocer sus trayectorias académicas, sus líneas de investigación y los retos que enfrentan.</p>

<p>Otros disertantes en el evento fueron Ana Domingos, docente de la Universidad de Oxford (Reino Unido), Barry O’Keefe, del National Cancer Institute (Estados Unidos), José Nelson Onuchic, de la Rice University (Estados Unidos), <a href="https://bv.fapesp.br/pt/pesquisador/540/osvaldo-novais-de-oliveira-junior" target="_blank"><strong>Osvaldo Novais de Oliveira Jr.</strong></a>, de la Universidad de São Paulo (USP), y <a href="https://bv.fapesp.br/pt/pesquisador/718678/virgilio-augusto-fernandes-almeida" target="_blank"><strong>Virgilio A. F. Almeida</strong></a>, de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG).</p>

<p>Más información en: <a href="https://60anos.fapesp.br/escola-exatas" target="_blank"><strong>60anos.fapesp.br/escola-exatas</strong></a>.</p>

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