Para confirmar esta hipótesis, científicos de Brasil y Francia llevan adelante un experimento en el cual se evalúa de qué manera la diversidad arbórea influye sobre la absorción de carbono y la resiliencia a las sequías. El tema se abordó en un evento realizado en el Instituto de Investigaciones Tecnológicas de la Gobernación del Estado de São Paulo, en Brasil (foto: Paulo Guilherme Molin/UFSCar)
Para confirmar esta hipótesis, científicos de Brasil y Francia llevan adelante un experimento en el cual se evalúa de qué manera la diversidad arbórea influye sobre la absorción de carbono y la resiliencia a las sequías. El tema se abordó en un evento realizado en el Instituto de Investigaciones Tecnológicas de la Gobernación del Estado de São Paulo, en Brasil
Para confirmar esta hipótesis, científicos de Brasil y Francia llevan adelante un experimento en el cual se evalúa de qué manera la diversidad arbórea influye sobre la absorción de carbono y la resiliencia a las sequías. El tema se abordó en un evento realizado en el Instituto de Investigaciones Tecnológicas de la Gobernación del Estado de São Paulo, en Brasil
Para confirmar esta hipótesis, científicos de Brasil y Francia llevan adelante un experimento en el cual se evalúa de qué manera la diversidad arbórea influye sobre la absorción de carbono y la resiliencia a las sequías. El tema se abordó en un evento realizado en el Instituto de Investigaciones Tecnológicas de la Gobernación del Estado de São Paulo, en Brasil (foto: Paulo Guilherme Molin/UFSCar)
Por Elton Alisson | Agência FAPESP – Existen en Brasil alrededor de 10 millones de hectáreas de plantaciones comerciales de madera, de las cuales aproximadamente el 80 % corresponde a eucaliptos destinados mayoritariamente a la producción de papel y celulosa. Más de la mitad de las plantaciones de esa especie en el país parten de un clon único (plantas con la misma composición genética), de acuerdo con Pedro Brancalion, docente de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz, de la Universidad de São Paulo (Esalq-USP).
“Esto constituye un gran riesgo en tiempos de cambio climático”, sostuvo el científico durante su conferencia en el evento intitulado “Climate change and biodiversity scientific cooperation day”, organizado el pasado 20 de octubre en el Instituto de Investigaciones Tecnológicas (IPT, en portugués) de la Gobernación del Estado de São Paulo por la FAPESP y por los consulados generales de Francia y de Alemania en São Paulo.
“Los clones de eucalipto actualmente en uso en Brasil son en una gran medida excelentes para su crecimiento rápido, siempre y cuando existe la suficiente disponibilidad de agua. En eventos de sequía severa, cada vez más frecuentes debido a los cambios climáticos, los eucaliptos y otras especies comerciales pueden secarse y morir, como así también llevar a una mengua de la oferta de agua destinada a las personas. Por eso urge hallar medios para hacer que las plantaciones forestales se vuelvan más resilientes a las sequías y económicas en el uso del agua”, señaló.
Una de las soluciones con miras a alcanzar estos objetivos consiste en incrementar la complejidad biológica de las plantaciones comerciales mediante la mezcla de clones o añadiéndole nuevas especies al sistema, sostuvo Brancalion.
Esta estrategia de promover plantaciones forestales mixtas, en donde se mezclan diversos materiales genéticos o incluso varias especies de árboles, también viene siendo apuntada como una de las soluciones basadas en la naturaleza más prometedoras para su implementación en programas de restauración forestal, con la intención de potenciar el secuestro de CO2 que efectúan los árboles, y al mismo tiempo dotar a los bosques plantados de una mayor resistencia a la sequía. Así y todo, aún no está claro de qué manera influye la diversidad de árboles en el funcionamiento de los bosques, al tiempo que favorece la mitigación y la adaptación a los cambios climáticos, según pondera el investigador.
“Cabe esperar que cuantas más especies tenga un bosque, mejor será su funcionamiento y su resiliencia a los cambios climáticos, pues utilizará en forma más eficiente los recursos ambientales, como en el caso del agua”, explicó.
A los efectos de testear esta teoría ecológica y ampliar la base de conocimiento para promover plantaciones forestales mixtas, el investigador, en colaboración con pares de la Esalq-USP y del Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo (Cirad) de Francia, está realizando un experimento a gran escala inédito en Brasil. Dicho proyecto, que cuenta con el apoyo de la FAPESP, se lleva a cabo en un predio de seis hectáreas de la Estación Experimental de Ciencias Forestales de la Esalq-USP, en la localidad de Itatinga, interior del estado de São Paulo.
Se plantaron en el área 150 parcelas experimentales con distintos niveles de diversidad de árboles que variaban de una a seis especies autóctonas de gran interés para la silvicultura o la restauración forestal y ampliamente distribuidas por el Bosque Atlántico y el Cerrado (la sabana brasileña).
Las diversas composiciones de bosques están siendo sometidas también a distintos tratamientos de disponibilidad de nutrientes y de agua, diseñados partiendo del agregado o no de fertilizantes y del uso de lonas plásticas para interceptar el agua de la lluvia.
Al comparar las plantaciones forestales mixtas con los monocultivos, será posible no solamente evaluar los impactos de la diversidad de árboles en el funcionamiento de un ecosistema, sino también elaborar directrices de programas de restauración, según sostuvo Brancalion.
“La idea es utilizar la biodiversidad como una estrategia fundamental para adaptar las plantaciones de madera al siglo XXI, en tiempos de cambios climáticos”, dijo.
La resistencia a la sequía
Una de las líneas de estudio del proyecto se refiere a cómo incrementar la absorción de carbono que efectúan esas plantaciones forestales mixtas. Otra vertiente de la investigación se pregunta cómo volverlas más resistentes a la sequía, un problema crítico para árboles de crecimiento muy rápido como el eucalipto, que requieren mucha agua durante su desarrollo.
“Las plantaciones forestales de rápido crecimiento pueden consumir casi el mismo volumen de agua que la lluvia aporta en algunas cuencas durante las fases de pico de crecimiento. Por ende, si las plantaciones de eucalipto no se plantan adecuadamente, algunos de los problemas más importantes ocasionados por los cambios climáticos, como los de las sequías, podrán amplificarse”, ponderó Brancalion.
El investigador también subrayó que la nueva frontera de las plantaciones de eucaliptos en Brasil es el estado de Mato Grosso do Sul, conocido por su clima estacionalmente seco.
Los clones comerciales de eucalipto se desarrollaron para maximizar su productividad, cosa que solo es posible cuando existe una buena disponibilidad de agua. Pero, con los cambios climáticos, los períodos de gran déficit hídrico tienden a volverse más comunes y a restringir la productividad forestal.
“Las plantaciones de eucaliptos requieren mucha agua y, cuando se producen sequías extremas, los árboles se mueren. He visto plantaciones de centenas de hectáreas con árboles muertos por falta de agua”, dijo.
Colaboración internacional
El proyecto a cargo de los científicos brasileños y franceses integra una red de experimentos orientados a entender los impactos de la diversidad de árboles en el funcionamiento de los ecosistemas llamada TreeDivNet.
Dicha red comprende a otros experimentos realizados en Austria, Suecia, Bélgica, Alemania y Francia. Asimismo, cuenta con la participación no solamente de universidades e institutos de investigación, sino también de coaliciones del sector forestal.
El proyecto se complementa con entrevistas realizadas en Brasil y en algunos de esos países para entender los retos y las oportunidades con la mira puesta en la expansión de las plantaciones forestales mixtas.
“La existencia de estos experimentos controlados en distintas regiones del mundo nos permitirá tener una visión global de cómo puede ayudarnos la biodiversidad a enfrentar algunos de los desafíos más importantes que nos plantean los cambios climáticos en diversos ecosistemas, tales como los bosques tropicales y los bosques templados. Esto es importante, pues sabemos que el clima no cambiará de la misma forma en todos los lugares en el mundo”, dijo Brancalion.
Este tipo de colaboración internacional en investigación científica será aún más importante en el momento pospandemia de COVID-19, sostuvo Marco Antonio Zago, presidente de la FAPESP, durante la apertura del evento.
“Cuando la sociedad se recupere de la catástrofe global más significativa de este siglo, que fue la pandemia de COVID-19, será el momento adecuado para hablar en serio y forjar una fuerte colaboración tendiente a afrontar nuevos desafíos y nuevas amenazas globales: los cambios climáticos globales y la pérdida de biodiversidad”, afirmó.
El cónsul general de Francia en São Paulo, Christophe Alamelama, remarcó que para hacer frente a los retos que imponen los cambios climáticos y la pérdida de la biodiversidad global, los gobiernos deben basarse en la ciencia, y que la cooperación internacional en esta área es vital.
“Estamos ansiosos para incrementar la cooperación franco-brasileña en investigaciones sobre biodiversidad y cambios climáticos”, afirmó.
La consulesa general de Alemania en São Paulo, Martina Hackelberg, dijo que Brasil es un socio particularmente importante para ese país europeo y que tiene un rol fundamental en la lucha contra el cambio climático.
“Ya hemos cooperado en muchas áreas, pero podemos avanzar hacia otros campos en el futuro, como el del hidrógeno verde”, afirmó.
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