Investigadores desarrollan una batata con casi el doble de betacaroteno que la variedad comercial

Científicos del estado de São Paulo y de Mozambique analizaron los carotenoides en más de mil plantas de este tipo. Y hallaron raíces con hasta un 88 % más de este pigmento, un nutriente precursor de la vitamina A

Por André Julião  |  Agência FAPESP – Desde el año 2012, el agrónomo Pablo Forlan Vargas recorre buena parte de la zona de Vale do Ribeira, en Brasil, en busca de la batata perfecta. Forlan Vargas es docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de Vale do Ribeira, de la Universidad Estadual Paulista (FCAVR-Unesp) con sede en Registro, un municipio que también es objeto de sus exploraciones, a ejemplo de otros distribuidos por el estado de São Paulo como Vera Cruz, Botucatu, Jaboticabal e Ilha Solteira.

Algo rayano a la perfección, en este caso, es una planta de fácil cultivo, resistente a las plagas y a la sequía, con una buena conformación (oblonga, pero no muy delgada), con bastante masa seca (que no se deshace durante la cocción) y, fundamentalmente, que posea altos niveles de betacaroteno, un pigmento de color anaranjado que es precursor de la vitamina A, un nutriente del cual mostraban carencia los niños de Vale do Ribeira cuando se puso en marcha el proyecto.

Once años después −durante ese lapso contó con ayudas de la FAPESP y suscribió una colaboración con la unidad de Mozambique del Centro Internacional de la Batata−, el investigador está presentando tres variedades (cultivares) más ricas en carotenoides −como el betacaroteno− que la variedad comercial disponible en Brasil conocida por tener los más altos niveles de este pigmento.

El evento oficial de presentación de los cultivares tuvo lugar el día 8 de mayo en el auditorio del Centro de Raíces y Almidones Tropicales (Cerat) de la Unesp, en la localidad de Botucatu, donde Forlan Vargas es investigador asociado. Las plantas se cultivarán y se distribuirán gratuitamente entre productores, la mayor parte pequeños propietarios de tierras que plantan para la subsistencia o para la venta a pequeña escala.

“Es una tecnología que estamos transfiriéndole a la sociedad. Son variedades de fácil cultivo y alta productividad, que requieren un manejo sencillo, pero que serán posiblemente más productivas en la medida en que se tomen mayores cuidados”, explica Forlan Vargas, quien hace hincapié en que los grandes productores también podrán beneficiarse con esta tecnología.

Actualmente, el investigador cuenta con un nuevo apoyo de la FAPESP. Luego de aquel primer proyecto, la Fundación le financió el siguiente.

Un camote biofortificado

Los análisis de carotenoides estuvieron a cargo de Maria Isabel Andrade, del Centro Internacional de la Batata de Mozambique. Desde hace más de 20 años, la investigadora realiza cruzamientos y la selección de camotes, como también se las denomina a las batatas, con el fin de crear variedades ricas en carotenoides.

El trabajo le redituó a ella y a su equipo el World Food Prize en el año 2016. Se trata de un premio internacional que reconoce a las personas que hicieron su aporte al avance del desarrollo humano al mejorar la calidad e incrementar la cantidad y la disponibilidad de alimentos en el mundo.

Andrade también suministró variedades para la colección que se encuentra depositada en el centro, que se sumaron a las plantas recolectadas en el estado de São Paulo. Tras analizar los tenores de carotenoides, se seleccionaron 25 variedades más ricas, y entonces se las cultivó a los efectos de medir otras características, tales como la conformación, la productividad, la resistencia a la sequía y a las plagas, etc.

“Este centro tiene su sede en Lima [Perú] y unidades en otros países, con una gran capacidad en este tema. Notamos que para arribar a un resultado rápido a punto tal de generar impactos en los lugares que estábamos visitando necesitábamos contar con la ayuda de profesionales como la profesora Maria Isabel Andrade”, comenta el investigador.

En comparación con la variedad Beauregard, desarrollada en la década de 1980 en Estados Unidos y rica en carotenoides, disponible en Brasil, las tres campeonas de la investigación brasileña-mozambiqueña superaron con creces los niveles del pigmento.

En uno de los tres cultivares se midieron 112,49 microgramos de carotenoides por gramo, un 88 % más que los 59,58 microgramos por gramo registrados en la variedad Beauregard. En los otros dos cultivares, los análisis mostraron 105,04 y 70,41 microgramos por gramo, también bastante superiores a los del tubérculo estadounidense.

La carencia de vitamina A tiene su cuota de contribución en problemas tales como la ceguera, las diarreas, los desórdenes del sistema inmunitario y las muertes prematuras de recién nacidos y de mujeres embarazadas. Con los resultados de ese estudio, se espera contar con una fuente barata de este nutriente y disminuir la incidencia de estos males.

El equipo de Forlan Vargas participa todos los años en la Feria de Trueque de Semillas y Plantines de Remanentes de Palenques de Vale do Ribeira, que a las reúne a las comunidades rurales organizadas por afrobrasileños de la zona, descendientes de las de los refugiados que huyeron de los latifundios esclavistas entre los XVI y XIX y denominadas quilombos. En el evento, los habitantes intercambian semillas, gajos y plantines de diferentes cultivos, como una forma de mantener la diversidad de especies alimenticias en la región.

Aparte de ofrecer los camotes recolectados en la propia zona por los investigadores, ahora está disponible también una “prima” de esta especie proveniente del continente vecino para enriquecer la dieta de los paulistas.