Foto: Marilia de Freitas Calmon
Los resultados de pruebas realizadas con esta sustancia allanan el camino hacia el desarrollo de medicamentos o vacunas específicas contra esta enfermedad, que no cuenta con un tratamiento y de la cual se registró en Brasil un aumento de casos del 20 % durante los primeros siete meses de este año
Los resultados de pruebas realizadas con esta sustancia allanan el camino hacia el desarrollo de medicamentos o vacunas específicas contra esta enfermedad, que no cuenta con un tratamiento y de la cual se registró en Brasil un aumento de casos del 20 % durante los primeros siete meses de este año
Foto: Marilia de Freitas Calmon
Por Julia Moióli | Agência FAPESP – En un artículo publicado en la revista PLOS ONE, científicos de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), en Brasil, describieron una potencial estrategia de combate contra el virus del Zika (ZIKV). El referido artículo muestra los resultados de pruebas in vitro que indicaron el efecto antiviral de una nanoemulsión de aceite de copaiba (Copaifera officinalis), una planta también llamada palo de aceite y que los indígenas de la región amazónica emplean para tratar enfermedades de la piel.
Hace alrededor de ocho años, el zika mostró su capacidad para causar un síndrome congénito que produce alteraciones visuales, auditivas y neuropsicomotoras en bebés. En adultos también puede provocar trastornos neurológicos como el síndrome de Guillain-Barré. Por el momento, no existen vacunas u opciones específicas para tratar esta infección.
Brasil fue uno de los países más afectados por este problema, con más de 250 mil casos con sospecha solamente en el año 2016. Pese a que el peor momento de esta enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti –transmisor también de los virus del dengue y del chikunguña– ya ha pasado, el virus del Zika aún circula por el país. Entre enero y julio de este año, la cantidad de casos saltó un 20 % con relación al mismo período de 2022, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud nacional. La región sudeste del país −en donde se encuentra São Paulo−, que durante dicho lapso de tiempo registró un alza de casos del 11,7 %, concentró la mayor parte de ese aumento.
“Aparte de señalar caminos hacia el desarrollo de terapias contra una enfermedad desatendida, es importante remarcar que se trata de un aceite natural, que se aplica en pequeñas cantidades, lo que podría facilitar el desarrollo de un futuro fármaco”, afirma Marilia de Freitas Calmon, investigadora del Instituto de Biociencias, Letras y Ciencias Exactas (Ibilce) de la Unesp, en su campus de la ciudad de São José do Rio Preto.
El estudio, que contó con financiación de la FAPESP, comenzó con ensayos que confirmaron la estabilidad de las nanoemulsiones durante 60 días al almacenárselas a 4 °C, y su capacidad de ingresar a las células infectadas con el virus.
Luego se realizaron tratamientos simultáneos con la nanoemulsión a una concentración máxima no tóxica de 180 microgramos por mililitro (μg/mL). Los resultados se compararon con los de otra fórmula sin el aceite de copaiba. Se observó una inhibición viral de un 80 % para la versión con el aceite y del 70 % para la versión sin este, es decir que tanto la estructura de la nanoemulsión como su asociación con el aceite exhibieron la actividad.
Los investigadores también realizaron un ensayo de dosis-dependencia para verificar si una concentración aumentada mejoraría la capacidad de inhibición en los niveles de ARN viral, cosa que se confirmó.
Los próximos pasos
Pese a los resultados prometedores, los investigadores son cautelosos: como la nanoemulsión sin aceite también exhibió actividad antiviral, existe la posibilidad de que una parte del efecto esté relacionada con la composición de la lecitina de huevo (fundamentalmente fosfatidilcolina) existente en la estructura de la nanoemulsión. Otros estudios habían demostrado incluso la capacidad inhibitoria de una nanoemulsión lipídica derivada de alimentos naturales.
Asimismo, faltan detalles acerca de cómo se inhibe la replicación del ZIKV. La coordinadora de la investigación explica que son necesarios estudios adicionales para identificar, por ejemplo, en qué etapas sucede esto. “Con esa información, podríamos determinar de qué manera podría utilizarse un futuro medicamento: como pretratamiento o después de la infección”, estima De Freitas Calmon.
Por ahora, la prevención se mantiene como la mejor manera de combatir la enfermedad, de acuerdo con el Ministerio de Salud de Brasil, que recomienda evitar la acumulación de agua en canaletas, tanques de agua abiertos, losas, neumáticos y jarrones, lugares donde el Aedes aegypti deposita sus huevos.
En caso de tener síntomas tales como fiebre abrupta, dolor de cabeza, detrás de los ojos, en las articulaciones y en el cuerpo, náuseas, vómitos y dolores abdominales, aparte de comezón y manchas rojas en la piel, se orienta a acercarse a un servicio de salud lo más pronto posible.
Puede leerse el artículo intitulado Synthesis of copaiba (Copaifera officinalis) oil nanoemulsion and the potential against Zika virus: An in vitro study en el siguiente enlace: journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0283817.
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