Esta constatación estuvo a cargo de científicos de un centro de investigación apoyado por la FAPESP en Brasil. Es un efecto que puede estar relacionado con el aumento de la expresión de un micro-ARN que la fruta induce (foto: Pixabay)
Esta constatación estuvo a cargo de científicos de un centro de investigación apoyado por la FAPESP en Brasil. Es un efecto que puede estar relacionado con el aumento de la expresión de un micro-ARN que la fruta induce
Esta constatación estuvo a cargo de científicos de un centro de investigación apoyado por la FAPESP en Brasil. Es un efecto que puede estar relacionado con el aumento de la expresión de un micro-ARN que la fruta induce
Esta constatación estuvo a cargo de científicos de un centro de investigación apoyado por la FAPESP en Brasil. Es un efecto que puede estar relacionado con el aumento de la expresión de un micro-ARN que la fruta induce (foto: Pixabay)
Por Thais Szegö | Agência FAPESP – Un estudio realizado en la Universidad de São Paulo (USP), en Brasil, sugiere que ciertos compuestos bioactivos existentes en la naranja ayudan a modular el nivel de azúcar en la sangre, lo que puede transformar a esta fruta en una aliada en el combate contra la diabetes. Estos hallazgos se publicaron en la revista Clinical Nutrition Espen.
La investigación estuvo a cargo de un equipo del Centro de Investigaciones en Alimentos de la Universidad de São Paulo (FoRC), un Centro de Investigación, Innovación y Difusión (CEPID) de la FAPESP con sede en la Facultad de Ciencias Farmacéuticas (FCF-USP).
Participaron 12 voluntarios sanos de ambos sexos, quienes al cabo de una noche en ayunas ingirieron un plato rico en grasa e hidratos de carbono, de 1.037 kcal. Los participantes quedaron divididos en tres grupos: uno que tomó solamente agua durante la comida, otro que tomó jugo de naranja y un tercero que bebió un líquido a base de glucosa con un tenor de hidratos de carbono equivalente al del jugo de naranja.
Se analizó el nivel de glucosa en la sangre de los voluntarios al cabo de una, tres y cinco horas tras el fin del ayuno. En la primera medición, tal como era de esperarse, los tres grupos exhibieron un aumento de la glucemia. Curiosamente, los valores de glucemia (la tasa de glucosa en la sangre) e insulinemia (el nivel de insulina la sangre) del grupo que tomó jugo de naranja no difirieron significativamente de los observados en el grupo del agua en todos los análisis.
“Si la ingesta de jugo de naranja no difiere de la ingestión de agua, podemos concluir que los hidratos de carbono del jugo no generaron un aumento significativo de la glucemia en nuestro modelo experimental, a diferencia de lo que sucedió con la bebida a base de glucosa”, explica Bruna Jardim Quintanilha, doctoranda en nutrición en la Facultad de Salud Pública (FSP-USP) y primera autora del artículo.
Según Jardim Quintanilha, este resultado sugiere que otros componentes presentes en el jugo, tales como fibras y compuestos bioactivos, pueden haber hecho su aporte para contener la elevación del índice glucémico.
El paso siguiente consistió en investigar de qué manera habría ayudado el jugo de naranja a contener el aumento de la glucemia. Para ello, los científicos les extrajeron muestras de sangre de los voluntarios y analizaron la expresión de los llamados micro-ARN, un tipo de ARN cuya función consiste en regular la expresión de los genes mediante interacciones con el ARN mensajero.
“Notamos que el jugo de naranja tuvo una acción en especial sobre el micro-ARN 375 o miR-375, que es un biomarcador de la función de las células beta del páncreas”, explica Franco Lajolo, profesor emérito de la FCF-USP e integrante del FoRC.
Tal como lo explica el investigador, las células beta son muy numerosas en este órgano y son las encargadas de sintetizar y secretar la insulina, la hormona que hace posible la entrada de la glucosa en las células.
Por ende, los resultados indican que el jugo de naranja puede tener una acción beneficiosa sobre la producción de insulina y, por añadidura, sobre la modulación de la glucemia.
“Nuestros resultados apuntan hacia el miR-375 como el posible responsable de esta acción, pero esto es algo que aún debe confirmarse. Son necesarios estudios con pacientes diabéticos para entender exactamente cómo funciona este mecanismo, por ejemplo”, afirma Lajolo.
Puede leerse el artículo intitulado Ingestion of orange juice prevents hyperglycemia and increased plasma miR-375 expression en el siguiente enlace: clinicalnutritionespen.com/article/S2405-4577(21)01149-9/pdf#%20.
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