El aparato quedará instalado en el telescopio Soar, en Chile, según afirma Bruno Vaz Castilho, director del Laboratorio Nacional de Astrofísica (foto del Soar: Ricardo Zorzetto)

Brasil construye un espectrógrafo de alta resolución
02-10-2014

El aparato quedará instalado en el telescopio Soar, en Chile, según afirma Bruno Vaz Castilho, director del Laboratorio Nacional de Astrofísica

Brasil construye un espectrógrafo de alta resolución

El aparato quedará instalado en el telescopio Soar, en Chile, según afirma Bruno Vaz Castilho, director del Laboratorio Nacional de Astrofísica

02-10-2014

El aparato quedará instalado en el telescopio Soar, en Chile, según afirma Bruno Vaz Castilho, director del Laboratorio Nacional de Astrofísica (foto del Soar: Ricardo Zorzetto)

 

Por Karina Toledo, de Itajubá (Minas Gerais)

Agência FAPESP – Científicos del Laboratorio Nacional de Astrofísica (LNA), con sede en la localidad de Itajubá (Minas Gerais), se aprestan a culminar la construcción del primer espectrógrafo brasileño de alta resolución denominado Steles (Soar Telescope Èchelle Spectrograph).

Se espera que dicho aparato –por el cual espera hace tiempo la comunidad astronómica– pueda estar instalado a comienzos de 2015 en el Southern Observatory for Astrophysical Research (Soar), un consorcio internacional que reúne a asociados brasileños, chilenos y estadounidenses, con sede en Chile.

“La espectroscopia de alta resolución es una técnica que permite captar la luz del cuerpo celeste en observación –ya sea éste una estrella, una nebulosa o una galaxia– y separarla en sus diversas longitudes de onda. De esta manera, resulta posible percibir las líneas de absorción de la luz de acuerdo con los diversos elementos químicos que constituyen el objeto de estudio”, explicó Bruno Vaz Castilho, director del LNA y coordinador del equipo que proyectó y montó el instrumento.

Mediante el estudio de las líneas de absorción de la luz, los astrónomos logran calcular por ejemplo la cantidad de calcio, de hierro, de titanio y de otros elementos existentes en la atmósfera de un cuerpo celeste. También es posible descubrir su masa, su radio, su gravedad, la temperatura, la velocidad de rotación y la existencia de otros planetas o estrellas a su alrededor.

“Es una técnica sumamente valiosa para la astronomía. En todo el mundo se están desarrollando aparatos cada vez más eficientes, y el Steles cuenta con tecnología de punta. Tendrá una altísima resolución y logrará captar la mayoría de los fotones que lleguen hasta él”, sostuvo Castilho.

De acuerdo con el director del LNA, el aparato costó 2,5 millones de reales. De ese monto, la FAPESP financió 1.200.000 reales en el marco del proyecto intitulado “Steles: un espectrógrafo de alta resolución para el Soar”, coordinado por el profesor Augusto Damineli, del Instituto de Astronomía, Geofísica y Ciencias Atmosféricas (IAG) de la Universidad de São Paulo (USP). El resto fue financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI).

“Para importar un aparato equivalente, el costo no sería inferior a los 4 millones de reales. Aparte de ser más caros, los espectrógrafos de alta resolución con tecnología análoga suelen ser más grandes y más pesados. Nuestro reto consistió en desarrollar, con los recursos disponibles, un instrumento compacto que pudiese acoplarse al telescopio Soar, cuyo diámetro es de 4,2 metros”, dijo Castilho.

El Steles, compuesto por más de 5 mil piezas, todas proyectadas por los científicos del LNA, empezó a concebirse en 2003. Pero su construcción efectiva tuvo su inicio recién en 2008, comentó Castilho.

“Hasta ahora, los astrónomos brasileños dependían de asociaciones con grupos extranjeros y debían adaptar sus estudios a los instrumentos disponibles. El Steles hará posible que la ciencia avance en diversas áreas en las cuales Brasil ha realizado investigaciones importantes, sobre todo porque el país tiene derecho al 30% del tiempo de observación en el telescopio Soar”, dijo Castilho.
 


Damineli es uno de los investigadores que se beneficiarán con el nuevo espectrógrafo. Desde hace más de 20 años, el profesor del IAG se dedica a estudiar, con el apoyo de la FAPESP, fenómenos misteriosos que involucran a una estrella gigante conocida como Eta Carinae, situada a casi 8 mil años luz de la Tierra, en la constelación de Carina (lea más en: agencia.fapesp.br/19638).

Cada cinco años y medio, Eta Carinae sufre una especie de apagón. Al estudiar este fenómeno, el grupo de astrónomos encabezado por Damineli descubrió la existencia de un sistema binario en el cual, de tiempo en tiempo, la estrella menor choca con la estrella mayor y abre un orificio en su superficie.

El último evento de este tipo ocurrió en julio de este año y movilizó a más de 30 científicos y astrónomos amateurs que trabajan en observatorios de Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica, Argentina, Chile y Brasil, aparte de los telescopios orbitales Hubble, Chandra y Swift, de la Nasa.

Damineli siguió el evento desde el Observatorio de Pico dos Dias, administrado por el LNA, con sede en Brazópolis (Minas Gerais). Y pretende seguir el próximo apagón desde Chile, con la ayuda del nuevo aparato que se instalará en el Soar.


 

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