Los animales, pertenecientes al género Squalus, miden alrededor de 70 cm y pesan unos 4 kg. Su hábitat se ubica más allá de la plataforma continental brasileña y se extiende hasta las profundidades abisales. En la foto, la bióloga Sarah Viana estudia un ejemplar de Squalus en el Natural History Museum, en Londres (foto: divulgación)

Científicos describen cuatro nuevas especies de tiburones
15-09-2016

Los animales, pertenecientes al género Squalus, miden alrededor de 70 cm y pesan unos 4 kg. Su hábitat se ubica más allá de la plataforma continental brasileña y se extiende hasta las profundidades abisales

Científicos describen cuatro nuevas especies de tiburones

Los animales, pertenecientes al género Squalus, miden alrededor de 70 cm y pesan unos 4 kg. Su hábitat se ubica más allá de la plataforma continental brasileña y se extiende hasta las profundidades abisales

15-09-2016

Los animales, pertenecientes al género Squalus, miden alrededor de 70 cm y pesan unos 4 kg. Su hábitat se ubica más allá de la plataforma continental brasileña y se extiende hasta las profundidades abisales. En la foto, la bióloga Sarah Viana estudia un ejemplar de Squalus en el Natural History Museum, en Londres (foto: divulgación)

 

Por Peter Moon  |  Agência FAPESP – Si algún zoólogo brasileño anunciase el descubrimiento en el país no sólo de una, sino de cuatro especies de mamíferos de mediano porte, simultáneamente, tal hallazgo sería celebrado por la comunidad científica mundial. Ese mismo entusiasmo debería valer también para el descubrimiento simultáneo de cuatro nuevas especies de tiburones en la costa brasileña.

La descripción de cuatro nuevas especies de tiburones salió publicada recientemente en la revista Zootaxa, en un artículo firmado por Sarah Tházia Viana, Marcelo Rodrigues de Carvalho y Ulisses Gomes.

Esa investigación constituye el resultado de la maestría y el doctorado de Viana, que contó con el apoyo de la FAPESP mediante becas de doctorado y de pasantía de investigación en el exterior. La investigadora trabajó bajo la dirección de Rodrigues de Carvalho, docente del Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo (IB-USP) y experto en el estudio de la sistemática, la morfología y la evolución de peces cartilagíneos, entre los que se incluyen los tiburones, las rayas y los quimeriformes. Gomes, el tercer signatario del artículo, tiene su base en la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ).

“Este estudio sólo se plasmó gracias a la FAPESP, que hizo posible que yo pudiera visitar las principales colecciones del mundo, sin lo cual no se habría concretado la identificación de las nuevas especies”, afirma Viana.

De acuerdo con Rodrigues de Carvalho, desde la década de 1980 se venían detectando indicios recurrentes de que algunos especímenes de tiburones capturados en el litoral brasileño no coincidían exactamente con la morfología de las especies del género Squalus a las cuales se consideraba que pertenecerían.

Según el biólogo, esto se debe a que Squalus es un género que habita en todos los océanos, y las descripciones se basaron en especímenes tipo a menudo antiguos y mal preservados, depositados en Europa, Estados Unidos, Japón y Oceanía. Otro factor indica que las diferencias entre las especies son muy pequeñas. Por cierto, Squalus fue uno de los primeros géneros de tiburones descritos por Linneo en 1758.

Hasta la publicación del artículo de los científicos brasileños, existían 26 especies reconocidas de Squalus en los mares del planeta. Ahora son 30. Los nuevos integrantes son Squalus albicaudus, S. bahiensis, S. lobularis, y S. quasimodo.

“Son animales pequeños si se los compara con los tiburones que estamos acostumbrados a ver en el cine, como el grande tiburón blanco y el tiburón tigre, ambos con más de cinco metros”, dice Viana. Las nuevas especies miden alrededor de 70 cm y pesan unos 4 kg.

Las cuatro nuevas especies no habitan la plataforma continental brasileña. Su hábitat empieza donde termina dicha plataforma y se extiende en dirección hacia las profundidades abisales. “Viven a partir de los 300 metros de profundidad. Poco se sabe sobre la biología de estos peces. Los ejemplares que conocemos fueron capturados por pescadores con redes en alta mar o provienen de recolecciones oceanográficas realizadas hace más de 20 años”, afirma Viana.

La Amazonia Azul

Para efectuar la descripción de las nuevas especies, aún durante su maestría, Viana visitó diversas colecciones brasileñas situadas del sur al nordeste de Brasil. Salvo unas pocas excepciones, entre ellas las colecciones del Museo de Zoología de la USP, del Museo Nacional de Río de Janeiro, de la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul y de la Universidad Federal de Paraíba, faltaban series mayores de ejemplares para realizar el estudio.

En Estados Unidos, Viana pudo analizar una cantidad mayor de representantes del Atlántico Sur en las colecciones de Nueva York, Washington, San Francisco, Florida y en la Universidad Harvard.

Como todas aquellas colecciones aún no permitían la realización de la diagnosis de las nuevas especies, durante su doctorado, Viana tuvo que viajar por el mundo en busca de especímenes de Squalus, incluso de los especímenes tipo. Empezó por Sudáfrica, siguió por Australia y Nueva Zelandia y pasó por Europa, analizando los mismos especímenes estudiados por Linneo en Suecia. La investigación se extendió hacia Londres, Berlín, Hamburgo y Viena. Por último, en Japón, estuvo en Hokkaido y Tokio. Ahora, Viana se encuentra en Sudáfrica.

A partir del análisis comparativo detallado de los animales brasileños con la morfología externa (morfometría, dentición y estándares de coloración) y la morfología esquelética de los diversos especímenes tipo, los científicos lograron diagnosticar la validez de las cuatro nuevas especies.

“El próximo paso, quizá durante mi posdoctorado, podrá consistir en estudiar la biología molecular de esas especies de Squalus de nuestra región”, dice la investigadora.

La descripción de cuatro nuevas especies de tiburones de la costa brasileña puede caracterizarse como la punta del iceberg de la biología marina desconocida que habita la denominada Amazonia Azul, que es el territorio marítimo brasileño, cuya área corresponde a aproximadamente 3,6 millones de kilómetros cuadrados.

“Lo que conocemos de nuestra fauna marina se limita a las especies que viven en el litoral”, dice Rodrigues de Carvalho. Para estudiar en alta mar es necesario contar con embarcaciones apropiadas, equipamientos y, sobre todo, con robots marinos teleguiados. Y en Brasil, sólo Petrobras cuenta con todo eso.

“Pese a que el estudio de la biodiversidad y de la evolución requiere de un incentivo relativamente pequeño, el trabajo sobre Squalus demuestra que desconocemos mucho aún acerca de nuestra biodiversidad y de nuestros recursos, lo que pone de relieve la importancia de invertir en la formación de sistemáticos calificados”, culmina Rodrigues de Carvalho.

Puede leerse el artículo de Viana, Rodrigues de Carvalho y Gomes, intitulado Taxonomy and morphology of species of the genus Squalus Linnaeus, 1758 from the Southwestern Atlantic Ocean (Chondrichthyes: Scualiformes: Scualidae), publicado en Zootaxa (doi: 10.11646/zootaxa.4133.1.1.), en el siguiente enlace: mapress.com/j/zt/article/view/zootaxa.4133.1.1.

 

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