En el estado de Paraná podría estar –junto a zonas de China y Argentina– uno de los únicos lugares del mundo donde existan embriones de estos reptiles alados extintos, estima un paleontólogo brasileño (foto: Elton Alisson/ Agência FAPESP)

Científicos esperan encontrar huevos de pterosaurios en el sur de Brasil
16-08-2018
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En el estado de Paraná podría estar –junto a zonas de China y Argentina– uno de los únicos lugares del mundo donde existan embriones de estos reptiles alados extintos, estima un paleontólogo brasileño

Científicos esperan encontrar huevos de pterosaurios en el sur de Brasil

En el estado de Paraná podría estar –junto a zonas de China y Argentina– uno de los únicos lugares del mundo donde existan embriones de estos reptiles alados extintos, estima un paleontólogo brasileño

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En el estado de Paraná podría estar –junto a zonas de China y Argentina– uno de los únicos lugares del mundo donde existan embriones de estos reptiles alados extintos, estima un paleontólogo brasileño (foto: Elton Alisson/ Agência FAPESP)

 

Por Elton Alisson, de Maceió  |  Agência FAPESP – El municipio de Cruzeiro do Oeste (en el estado de Paraná, sur de Brasil) podrá pronto sumarse a dos áreas de China y otra de Argentina como uno de los únicos lugares en donde se han hallado huevos de pterosaurios.

El paleontólogo Alexander Kellner, investigador y director del Museo Nacional de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) es uno de los más importantes expertos mundiales en esos réptiles alados, parientes lejanos de los dinosaurios, junto a los cuales se extinguieron, y estima que es tan sólo una cuestión de tiempo para que se terminen hallando huevos de pterosaurios también en la referida zona de estado brasileño de Paraná.

“Es posible hallar huevos de pterosaurios en esa zona porque hemos encontrado allí muchos fósiles de pterosaurios juntos”, dijo Kellner durante una conferencia que dictó durante el tercer día de la 70ª Reunión de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC), que tuvo lugar entre los días 22 y 28 julio en la Universidad Federal de Alagoas (Ufal).

En 2014, Kellner y pares del Centro de Paleontología (Cenpaleo) de la Universidad de Contestado, en Mafra (estado brasileño de Santa Catarina), hallaron en Cruzeiro do Oeste un conjunto de 47 fósiles de una especie hasta ese momento desconocida de pterosaurio. Según los investigadores, dicha especie, denominada Caiuajara dobruskii, vivió hace alrededor de 80 millones de años en el sur de Brasil.

A finales de 2017, Kellner y colegas chinos encontraron en el desierto de Gobi, en el noroeste de China, la mayor cantidad de huevos de pterosaurios del mundo: fueron 215 unidades. Los mismos, con edades estimadas en 120 millones de años, se encontraban preservados en tres dimensiones.

Los descubrimientos anteriormente realizados en China y en Argentina, en el año 2011, corroboran la hipótesis que indica que es posible hallar embriones de pterosaurios también en Cruzeiro do Oeste, sostuvo Kellner.

“Hasta ahora solamente se han encontrado tres grandes acumulaciones de pterosaurios de una misma especie en el mundo: en Rami, en China, en Argentina y en Cruzeiro do Oeste. En China y en Argentina ya se han hallado embriones, pero en Cruzeiro do Oeste aún no. No obstante, es tan sólo una cuestión de tiempo”, estimó el investigador.

El descubrimiento de los huevos de pterosaurios en China les permitió a los científicos comprender mejor la evolución de estos animales, que fueron los primeros vertebrados que ejecutaron el vuelo activo y que vivieron hace entre 220 millones y 66 millones de años.

Algunos de los hallazgos indicaron que los huevos eran similares a los de lagartos y que los embriones tenían extremidades posteriores bien desarrolladas, pero no así las anteriores. Estas características llevaron a los científicos a inferir que los pterosaurios eran capaces de caminar al nacer, pero no de volar, y que esto podría estar relacionado con un cierto cuidado parental hasta que se volvían independientes.

“Sólo fue posible aprender esto con base en ese material. Hasta ese entonces se imaginaba que los pterosaurios podían volar tan pronto como nacían”, dijo Kellner.

Los investigadores también identificaron en el conjunto de fósiles hallados en China a una hembra de pterosaurio con dos huevos en el interior del cuerpo. Este descubrimiento indicó que el animal poseía dos oviductos –los canales que sirven para transportar los huevos desde el ovario hasta otros órganos del sistema reproductor o directamente para sacarlos del cuerpo materno– y no sólo uno como las aves. Los murciélagos y las aves fueron los únicos grupos de animales que desarrollaran la capacidad del vuelo activo.

“Además de los huevos, encontramos en China centenas de huesos de pterosaurios, que junto con los materiales que descubrimos en Cruzeiro do Oeste nos permitirán estudiar las variaciones ontogenéticas [el desarrollo desde el embrión] de estos animales”, dijo Kellner.

El estudio de las variaciones ontogenéticas de los pterosaurios les permitirá a los paleontólogos entender mejor los cambios a lo largo de toda su existencia en la forma de estos animales, que estaban sumamente diversificados.

“Esto es importante, pues cuando se encuentran animales distintos, con estructuras totalmente diferentes, puede que sean de la misma especie, pero que están en estadios ontogenéticos diferentes. Y sólo podemos arribar a esta conclusión al encontrar materiales de una misma población como los que descubrimos en China y en Cruzeiro do Oeste”, dijo Kellner. 

Un problema de conservación

Si bien hay fósiles de pterosaurios que han sido hallados prácticamente en todos los continentes, el descubrimiento de material bien preservado referente a estos animales constituye un hecho inusual. Sucede que existen innumerables procesos físicos, químicos y geológicos que intervienen en la formación de un fósil y afectan la preservación de este material, explicó Kellner.

“Resulta sumamente difícil preservar fósiles de pterosaurios, por eso son muy raros. Se han hallado fósiles con una abertura alar superior a los 5 metros, por ejemplo, con un espesor óseo de 2 milímetros”, ejemplificó.

Algunos de los ejemplares de pterosaurios mejor preservados se hallaron en Cambridge Greensand, en Inglaterra, en Solnhofen, Alemania, y en la cuenca de Araripe, en el límite entre los estados brasileños de Ceará, Piauí y Pernambuco, donde apareció uno de los mejores ejemplares de pterosaurio.

“Los fósiles hallados en la cuenca de Araripe tienen relevancia mundial. No existe prácticamente ninguna discusión sobre temas generales de pterosaurios que no contemple al material que encontramos allí”, dijo Kellner.

Sin embargo, el buen estado de conservación del material hallado en la cuenca de Araripe no significa que el sitio arqueológico se encuentre protegido. En una de sus incursiones para realizar estudios de campo en la zona, el investigador descubrió una base de cráneo de un pterosaurio que estaba usándose como pisapapeles en un bar en la zona.

“No se conocía la estructura que encontramos en el interior de esa base de cráneo de pterosaurio, que es muy similar a la de ciertas aves como las lechuzas”, dijo Kellner.

 

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