El libro, escrito por la periodista Mônica Teixeira con motivo de la celebración del 50º Aniversario de la FAPESP, muestra las principales actividades científicas realizadas en São Paulo durante las décadas anteriores a la creación de la Fundación (Celso Lafer diserta durante la presentación en la sede de la FAPESP/ foto: Leandro Negro/ Agência FAPESP)

Circa 1962 narra cómo era la ciencia en São Paulo en los albores de la FAPESP
23-07-2015

El libro muestra las principales actividades científicas realizadas en São Paulo durante las décadas anteriores a la creación de la Fundación

Circa 1962 narra cómo era la ciencia en São Paulo en los albores de la FAPESP

El libro muestra las principales actividades científicas realizadas en São Paulo durante las décadas anteriores a la creación de la Fundación

23-07-2015

El libro, escrito por la periodista Mônica Teixeira con motivo de la celebración del 50º Aniversario de la FAPESP, muestra las principales actividades científicas realizadas en São Paulo durante las décadas anteriores a la creación de la Fundación (Celso Lafer diserta durante la presentación en la sede de la FAPESP/ foto: Leandro Negro/ Agência FAPESP)

 

Karina Toledo | Agência FAPESP – Una ceremonia realizada el pasado 1º de julio en la sede de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo (FAPESP), en Brasil, fue el marco de la presentación oficial del libro Circa 1962: A Ciência Paulista nos Primórdios da FAPESP [Circa 1962: la ciencia paulista en los albores de la FAPESP], de la periodista Mônica Teixeira.

La obra, concebida en 2012 durante las celebraciones del Jubileo de Oro de la Fundación, narra las principales actividades científicas realizadas en São Paulo durante las décadas anteriores a la estructuración del sistema de apoyo a la investigación científica del estado.

“El principal documento que utilicé fue el informe que elaboró el entonces director científico de la Fundación, Warwick Kerr, donde están registradas todas las solicitudes elevadas a la FAPESP y que se contemplaron durante su primer año de funcionamiento. Kerr mismo elaboró en ese informe un panorama científico de São Paulo en aquel momento y, con base en ese texto, fue relativamente fácil seguir adelante”, comentó Teixeira.

Aparte de consultar los informes anuales elaborados por la Fundación y los expedientes en los cuales los científicos presentaron sus proyectos de investigación y sus justificaciones para llevarlos adelante, Teixeira entrevistó a unos 40 investigadores que durante la década de 1960 recibieron financiaciones.

Otra importante fuente de investigación estuvo constituida por artículos de periódicos y revistas de la época, con noticias sobre la compra de equipos, la realización de eventos científicos y también sobre conflictos que se suscitaron en la administración de las instituciones de educación e investigación del estado de São Paulo. El libro contiene a su vez una vasta investigación iconográfica, coordinada por Vladimir Sacchetta, además de fotos cedidas por universidades, institutos y fundaciones, entre distintas entidades, con proyecto del artista gráfico Hélio de Almeida.

Tal como recuerda en el prólogo el actual presidente de la institución, Celso Lafer, la creación de la FAPESP venía gestándose desde 1947, cuando la comunidad científica paulista logró insertar en la Constitución Estadual el artículo 123, que preveía el apoyo de la Gobernación del Estado a la investigación científica a través de una fundación autónoma, con giros anuales asegurados por la legislación.

Sin embargo, el gobernador Carlos Alberto de Carvalho Pinto promulgó la Ley nº 5.918 de creación de la FAPESP recién en 1960, y pasaron otros dos años hasta su implementación efectiva.

“Cabe destacar la importancia del gobernador Carvalho Pinto, pues él tuvo la visión de la importancia de la institución, llevó adelante la idea contemplada en la Constitución del Estado y le otorgó la configuración final a la ley y a los estatutos [de creación de la FAPESP]”, afirmó Lafer en declaraciones a Agência FAPESP.

A juicio de Lafer, el concepto innovador de apoyo a la investigación científica que adoptó Carvalho Pinto sólo fue posible merced a la existencia de la suficiente masa crítica en la investigación científica hecha en São Paulo, conformada durante las tres décadas anteriores a la creación de la FAPESP.

“Si bien es cierto que el origen de la FAPESP está relacionado con los fondos universitarios para la investigación científica de la Universidad de São Paulo (USP), del período de la Segunda Guerra Mundial, y con la interacción existente entre los miembros de la comunidad científica y el Poder Legislativo, a decir verdad, con su puesta marcha años después, la Fundación encontró una densidad de investigación científica superior a la que existía al momento en que se la concibió. Para el libro se llevó a cabo una investigación sumamente interesante sobre los centros irradiadores de ese entonces y acerca de por qué esos centros cumplieron un papel en esa estructuración inicial de la FAPESP”, subrayó Lafer durante la ceremonia de presentación, que contó con la presencia de Carlos Vogt, ex presidente de la FAPESP, José de Souza Martins y Vahan Agopyan, consejero y ex consejero de la Fundación, respectivamente, Joaquim José de Camargo Engler, director administrativo de la FAPESP, y José Arana Varela, ex director presidente de la entidad.

Lafer destacó que la FAPESP es fruto del trabajo conjunto de las diversas personas que se dedicaron a la institución en el transcurso de los años, y no de esfuerzos individuales. Según el presidente, la FAPESP prosperó porque contó desde el comienzo con el apoyo de toda la comunidad científica y académica.

“Creo que vale la pena citar una frase del gran historiador griego Polibio: el principio no es sólo la mitad del todo, sino que tiene concernencia con el fin. La FAPESP fue bien concebida y bien estructurada desde su primer momento y con sus primeros directivos, y es por eso que ha logrado acumular resultados en el transcurso del tiempo”, dijo Lafer.

Conexiones internacionales

A juicio del actual director científico de la FAPESP, Carlos Henrique de Brito Cruz, los paulistas se movilizaron para crear una institución de apoyo a la investigación científica porque habían observado que así se hacía ciencia en los mejores centros del mundo.

Uno de los aspectos interesantes de la ciencia paulista en los albores de la FAPESP, según Brito Cruz, era el alto grado de conexión internacional de los pocos investigadores paulistas de esa época, lo cual fue determinante para dar un buen comienzo al desarrollo de la ciencia en el estado.

“Uno de los casos que se relatan en el libro es el de la joven investigadora de la Universidad de São Paulo (USP) Sonja Ashauer, quien fue a Cambridge (Inglaterra) en la década de 1940 para hacer su doctorado con Paul Dirac, uno de los monstruos sagrados de la mecánica cuántica mundial”, comentó Brito Cruz.

De acuerdo con el director científico, ese grado de conexión internacional disminuyó con el paso de los años, llegó a un nivel mínimo y, recientemente, volvió a crecer, en parte gracias a los esfuerzos de la FAPESP para fomentar oportunidades de colaboración internacional.

“Eso es sumamente importante, pues la ciencia progresa mejor cuando participan los científicos más capaces. El gran reto de cara al futuro consiste en insertar a los científicos de São Paulo en las colaboraciones con los mejores del mundo, para elaborar una ciencia con mayor impacto, tanto desde el punto de vista del avance del conocimiento humano como desde el punto de vista del desarrollo social y económico del estado de São Paulo”, dijo Brito Cruz.

Para Marco Antônio Zago, actual rector de la USP y uno de los entrevistados en el libro, uno de los aspectos que llaman la atención durante su lectura es aquél que apunta de qué modo se fue expandiendo el sistema de ciencia y tecnología paulista desde la década de 1960.

“En aquella época, el director científico de la Fundación abordaba personalmente cada uno de los proyectos. A mí incluso, me llamaron cuando me aprobaron mi primer proyecto, pues el director quería conocerme. Hoy en día, obviamente, eso sería impensable”, comentó Zago.

De acuerdo con datos que constan en el libro, en 1962, la FAPESP destinó 350 millones de cruceiros en concepto de apoyo a 344 propuestas de investigación en las cuales trabajaban 700 científicos. En total, se presentaron para su análisis 507 proyectos. En el año del Jubileo de Oro, las solicitudes de ayudas y becas totalizaron 9.345, y las inversiones de la Fundación en el fomento de la investigación científica en São Paulo sobrepasaron por primera vez los 1.000 millones de reales, un monto alrededor de 80 veces mayor que el valor destinado a tal fin en 1962. 

Circa 1962: A Ciência Paulista nos Primórdios da FAPESP 
Autor: Mônica Teixeira 
Año de publicación: 2015 
Páginas: 240 
Puede consultarse la edición digital en portugués en la siguiente dirección electrónica: www.fapesp.br/publicacoes/circa

 
  Republicar
 

Republicar

The Agency FAPESP licenses news via Creative Commons (CC-BY-NC-ND) so that they can be republished free of charge and in a simple way by other digital or printed vehicles. Agência FAPESP must be credited as the source of the content being republished and the name of the reporter (if any) must be attributed. Using the HMTL button below allows compliance with these rules, detailed in Digital Republishing Policy FAPESP.