En la localidad de Caconde, en el interior del estado de São Paulo, productores asocian el cultivo de café y la piscicultura (foto: Lilian Alves/Embrapa Agricultura Digital)
Un nuevo centro científico de la fundación paulista con sede en una unidad de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) llevará adelante actividades de investigación, desarrollo e innovación en tecnologías emergentes en ambientes denominados Distritos Agrotecnológicos. La iniciativa cuenta con potencial para llegar a 14 mil pequeñas y medianas propiedades rurales
Un nuevo centro científico de la fundación paulista con sede en una unidad de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) llevará adelante actividades de investigación, desarrollo e innovación en tecnologías emergentes en ambientes denominados Distritos Agrotecnológicos. La iniciativa cuenta con potencial para llegar a 14 mil pequeñas y medianas propiedades rurales
En la localidad de Caconde, en el interior del estado de São Paulo, productores asocian el cultivo de café y la piscicultura (foto: Lilian Alves/Embrapa Agricultura Digital)
Agência FAPESP – El Centro de Ciencia para el Desarrollo en Agricultura Digital (CCD-AD/SemeAr Digital), financiado por la FAPESP y coordinado por Embrapa Agricultura Digital –una de las unidades descentralizadas de la estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa)–, puso en marcha en noviembre acciones de inclusión digital en diez municipios distribuidos por las cinco regiones de Brasil. Esta iniciativa cuenta con potencial para llegar 14 mil pequeñas y medianas propiedades rurales.
Las actividades de investigación, desarrollo e innovación en tecnologías emergentes se concretarán en ambientes de producción denominados Distritos Agrotecnológicos (DAT). Desde hace dos años se encuentran en funcionamiento acciones piloto de este proyecto en los municipios paulistas de Caconde y São Miguel Arcanjo (lea más en portugués, en: agencia.fapesp.br/50215). En el estado de São Paulo habrá otros tres DAT: en las localidades de Jacupiranga, Lagoinha y Alto Alegre. También en la región sudeste de Brasil, el municipio Ingaí, en el estado de Minas Gerais, quedó seleccionado para la realización de las actividades.
Las regiones norte y nordeste del país se integrarán al proyecto desde Breves (en el estado de Pará) y Boa Vista do Tupim (en el estado de Bahía) respectivamente. En tanto, desde el centro-oeste participa la ciudad de Guia Lopes da Laguna (en el estado de Mato Grosso do Sul) y, en representación del sur, la localidad de Vacaria (en el estado de Rio Grande do Sul). A partir de ahora, se realizarán diagnósticos socioeconómicos en cada DAT y se identificarán los puntos focales y las propiedades rurales de referencia (las cadenas productivas contempladas en cada municipio aparecen en la segunda imagen debajo).
“De nada sirve elaborar un proyecto de inclusión digital sin comprometer y escuchar a los productores y productoras con relación a sus demandas”, destaca la presidenta de Embrapa, Silvia Massruhá, ideadora de la iniciativa e investigadora responsable del CCD. “El SemeAr Digital actuará junto a asociaciones y cooperativas del sector productivo en forma interdisciplinaria y colaborativa entre las instituciones asociadas en las dimensiones de la investigación y la innovación, la conectividad y la capacitación”, añade.
El modelo de operación del SemeAr Digital explota la agricultura digital inclusiva en su potencial para disminuir las asimetrías del mercado, actuar en pos del bienestar social de las comunidades y erigirse en pilar para el desarrollo sostenible de los múltiples actores de las cadenas productivas implicadas, destaca Massruhá.
“El centro les ofrecerá conectividad y tecnologías digitales a los pequeños y medianos productores, generando un incremento de ingresos y activando servicios técnicos vía web”, dice Marcio de Castro, director científico de la FAPESP.
El SemeAr Digital propondrá soluciones adaptadas a las diversas realidades rurales de Brasil para detectar −mediante colaboraciones− cuellos de botella de conectividad y plantear alternativas en comunicación, e investigar, desarrollar y validar tecnologías habilitadoras de soluciones digitales. Y también capacitará a productores, técnicos agrícolas y consultores en tecnologías digitales a través de asociaciones de productores, cooperativas y oficinas de extensión rural públicas o privadas.
Entre los potenciales asociados del proyecto, dependiendo del estadio del DAT, se encuentran productores y cooperativas, grandes empresas proveedoras, startups y programas de apoyo a emprendimientos y a la innovación abierta, y agentes financieros y públicos de las esferas federal, estadual y municipal, aparte de instituciones de enseñanza e investigación.
La investigación colaborativa
El diálogo entre las distintas instituciones y disciplinas, la creación de metodologías que hagan posibles abordajes similares para diversas áreas y cultivos, como así también la falta de familiaridad de las comunidades rurales en el terreno de la agricultura digital, se encuentran entre los retos de la investigación en la consolidación de nuevas herramientas orientadas hacia la inclusión digital de los pequeños y medianos productores rurales. Este es el análisis del científico en jefe del SemeAr Digital, Durval Dourado Neto, docente de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz, de la Universidad de São Paulo (Esalq-USP), que también integra el consorcio junto al Instituto Agronómico (IAC), el Instituto de Economía Agrícola (IEA) –ambos ligados a la Agencia Paulista de Tecnología de Agronegocios (APTA)–, la Universidad Federal de Lavras (UFLA) y el Instituto Nacional de Telecomunicações (Inatel), aparte del Centro de Pesquisa e Desenvolvimento em Telecomunicações (CPQD).
Coordinador del Grupo de Políticas Públicas de la Esalq, Dourado Neto destaca el aporte del centro también en ese ámbito, con base en la capacidad de los equipos de investigación en agricultura. “El contacto con los ambientes de producción será de suma importancia para identificar los mejores caminos con miras a avanzar en el conocimiento científico, generando soluciones que contemplen las necesidades de cada uno de los DAT”, dice.
El profesor Durval (de amarillo) y los equipos en una visita a un productor de café y tilapia en Caconde (foto Valéria Costa)
Embrapa contará inicialmente con la participación de equipos de ocho centros de investigación para abarcar regiones y temáticas: Embrapa Amazonia Oriental, Embrapa Uva y Vino, Embrapa Agropecuaria Oeste, Embrapa Mandioca y Fruticultura, Embrapa Cerrados, Embrapa Medio Ambiente, Embrapa Ganadería Sudeste y Embrapa Instrumentación.
La ubicación y las cadenas productivas
Fuente: Embrapa
Los municipios donde se instalarán los DAT se seleccionaron en forma técnica, con una metodología que utilizó indicadores socioeconómicos, tales como la densidad demográfica, la educación, la infraestructura y el uso de internet y de computadoras. Según el profesor de la Esalq, se apuntó a municipios con puntuación media desde el punto de vista de la adopción de nuevas tecnologías, con potencial para beneficiarse con la infraestructura que se creará en el marco de los DAT.
Los criterios de trabajo de campo, tales como logística y apoyo técnico, diversidad de biomas y actividades agropecuarias, definieron la elección final de los municipios. La estructuración del mapeo se valió de información estadística de instituciones públicas de reconocida capacidad técnica. Entre ellas el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), con datos del último censo agropecuario, realizado en 2017.
Se consideraron 34 indicadores, capaces de caracterizar a los municipios en las diferentes regiones del país para que se concretase una elección asertiva y adherente a los objetivos del centro, según explica Priscilla Fagundes, directora técnica del IEA, responsable de la metodología implementada. “Los estudios aplicados en los municipios piloto aportaron información útil para la ejecución de los trabajos en los demás DAT, una perspectiva de diferentes escenarios que facilita su expansión en el ámbito del centro”, sostiene la experta.
Los DAT piloto señalan prioridades
Las cadenas productivas contempladas a partir de los DAT piloto fueron la de la caficultura, en Caconde, sumada a la fruticultura y la horticultura, en el municipio de São Miguel Arcanjo. En la llegada del proyecto, las comunidades rurales se hallaban en distintos estadios de conectividad. En el primer caso, la red de internet ya se encontraba instalada, una estructura de la cual carecían los productores dedicados al cultivo de frutas y hortalizas. La agregación de valor se ubica en el centro de las demandas que apuntan las comunidades rurales de los DAT piloto.
Según la coordinadora de asociaciones del SemeAr Digital e investigadora de Embrapa Agricultura Digital, Luciana Romani, 63 productores de uvas, hortalizas y otras frutas quedaron contemplados con la conectividad suministrada en el marco del DAT experimental en el municipio paulista de São Miguel Arcanjo, a cargo de CPQD. Un sondeo con el público atendido consignó un aumento promedio del 28 % de ingresos y un 24 % de disminución promedio de costos.
Alrededor del 60 % de los produtores observaron una mejora en la calidad de los productos. El trabajo fue galardonado con el Premio ABDI Anatel de Redes Privadas en la categoría Red Privada-Agro, en septiembre pasado.
También el presidente de la Asociación Rural de Caconde y punto focal del DAT del municipio, Ademar Pereira, sostiene que los impactos positivos de la presencia del proyecto ya se notan, con la atracción de instituciones públicas y privadas al área rural.
“Necesitamos técnicos sensibles: somos dependientes de políticas públicas que ahora están llegando también con el SemeAr Digital. Testimoniamos la llegada de la conectividad al campo. Actualmente en Caconde hay 73 antenas y 1.350 abonos de internet. Las cosas salen bien cuando nos organizamos”, asegura.
Los próximos pasos
Tras la incorporación de los nuevos municipios al SemeAr Digital, se efectuarán diagnósticos socioeconómicos en cada localidad analizando las actividades agropecuarias predominantes. El objetivo es alinear las necesidades de las cadenas productivas identificadas con las demandas digitales de los productores y con las soluciones tecnológicas que se ofrecen. Este mapeo apuntará las propiedades que actuarán como referencia en cada DAT.
La etapa inicial de identificación de las demandas es fundamental para consolidar los resultados, asevera el profesor de la Esalq. “La construcción y la articulación de los ordenamientos institucionales locales serán fundamentales para que los resultados obtenidos en la investigación puedan validar estrategias y soluciones tecnológicas que impacten positivamente en esos sitios”, argumenta.
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