El proyecto cuenta con la participación de Australia, Brasil (representado por la FAPESP), Corea del Sur, Estados Unidos y Chile, y su costo total estimado asciende a 1.050 millones de dólares (imagen: GMT)

Consorcio internacional aprueba el comienzo de la construcción del megatelescopio GMT
18-06-2015

El proyecto cuenta con la participación de Australia, Brasil (representado por la FAPESP), Corea del Sur, Estados Unidos y Chile

Consorcio internacional aprueba el comienzo de la construcción del megatelescopio GMT

El proyecto cuenta con la participación de Australia, Brasil (representado por la FAPESP), Corea del Sur, Estados Unidos y Chile

18-06-2015

El proyecto cuenta con la participación de Australia, Brasil (representado por la FAPESP), Corea del Sur, Estados Unidos y Chile, y su costo total estimado asciende a 1.050 millones de dólares (imagen: GMT)

 

Por Elton Alisson

Agência FAPESP – El consejo directivo del Telescopio Gigante Magallanes (GMT, por sus siglas en inglés) anunció el pasado 3 de junio la decisión de iniciar la primera etapa de la construcción de ese megatelescopio en los Andes chilenos.

La decisión se tomó luego de que el consorcio, integrado por 11 instituciones internacionales –la FAPESP inclusive–, lograra recaudar los más de 500 millones de dólares necesarios para empezar la construcción del primero de una nueva generación de telescopios de gran tamaño.

El proyecto cuenta con la participación de Australia, Brasil (representado por la FAPESP), Corea del Sur, Estados Unidos y Chile, y tiene un costo total estimado de aproximadamente 1.050 millones de dólares.

La FAPESP destinará 40 millones de dólares al proyecto, lo que equivale a alrededor de un 4% del costo total estimado. Dicha inversión les asegurará el 4% del tiempo de operación del GMT a trabajos a cargo de científicos de São Paulo, además de un asiento en el consejo directivo del consorcio.

“Esta etapa 1 del proyecto es crucial y prevé la construcción de la estructura mecánica y el comienzo de la operación científica del telescopio, con al menos cuatro de sus siete espejos gigantes”, declaró João Evangelista Steiner, docente del Instituto de Astronomía, Geofísica y Ciencias Atmosféricas de la Universidad de São Paulo (IAG-USP), en São Paulo, Brasil, a Agência FAPESP.

De acuerdo con Steiner, la parte óptica del telescopio empezó a fabricarse antes de que comenzara la construcción del observatorio, debido a que es la parte principal del proyecto, y al desafío tecnológico que implica.

A tal fin, recién cuando el primer espejo óptico de 8,4 metros estuvo listo y aprobado, en 2012, empezó prepararse el terreno para la construcción del observatorio, en la cumbre de una montaña situada en Las Campanas, a 2,4 mil metros de altura, en el Desierto de Atacama, en Chile, donde se instalará el telescopio.

“Los espejos ya se estaban fabricando”, afirmó Steiner. “El primero ya está listo y el segundo y el tercero serán ahora lijados y pulidos. En tanto, se fundirá el cuarto este mismo año”, dijo.

Según Steiner, ahora se excavarán las fundaciones del observatorio y de un gigantesco muelle que formará la base del telescopio, y se construirá una estructura giratoria cilíndrica que hará las veces de “cúpula” del mismo, para protegerlo durante el día y en situaciones climáticas adversas, y que se abrirá por las noches para la realización de observaciones.

Asimismo, se construirán edificaciones auxiliares que albergarán aparatos y laboratorios de apoyo.

En simultáneo con la construcción del observatorio, y sumado a la fabricación de los cuatros primeros espejos, se finalizará un conjunto inicial de instrumentos científicos –lo que incluye cámaras y espectrógrafos destinados a medir la composición y el movimiento de planetas lejanos y galaxias–, con el fin de que el telescopio pueda obtener su “primera luz” en 2021.

Una vez culminada la etapa inicial, se necesitarán otros 500 millones de dólares para finalizar la construcción de los otros tres espejos del telescopio hasta 2024, y para el desarrollo de un sistema de óptica adaptativa, todo esto sumado a los restantes instrumentos científicos necesarios para la operación plena del GMT.

“Puede operarse el telescopio con cuatro espejos, en tanto que los restantes se encuentran en su etapa de finalización”, explicó Steiner.

La construcción de los espejos

Los siete espejos se están fabricando en el laboratorio de espejos del Observatorio de Steward, de la Universidad de Arizona, Estados Unidos, que es una de las colaboradoras del proyecto.

Cada uno de los mismos pesará aproximadamente 17 toneladas y requiere un año de moldeo y enfriamiento del vidrio cerámico, y otros tres años para la generación y el pulido de sus superficies.

Juntos, los sietes espejos gigantes formarán el espejo primario del telescopio, de 25,4 metros, que recolectará más de seis veces la cantidad de luz capturada por los mayores telescopios ópticos en actividad actualmente, brindando imágenes hasta diez veces más nítidas que las producidas con el telescopio espacial Hubble.

Este aparato hará posible que los astrónomos investiguen la formación de estrellas y galaxias inmediatamente después del Big Bang, la medición de la masa de agujeros negros y el mapeo del ambiente situado alrededor de éstos.

Asimismo, permitirá descubrir y caracterizar planetas que orbitan alrededor de otras estrellas, con la posibilidad de detectar exoplanetas similares a la Tierra, y estudiar la naturaleza de la materia y la energía oscura.

“El GMT representa una nueva realidad en comparación con los telescopios ópticos actuales”, dijo Steiner.

“Se completaron los recursos necesarios como para empezar la primera etapa del proyecto con la adhesión de la FAPESP al consorcio, a finales de 2014”, afirmó.

La participación de los científicos del estado de São Paulo en el GMT se concretará en los mismos moldes de la colaboración en los observatorios Gemini, cuyas operaciones tuvieron inicio en el año 2000 con dos telescopios “gemelos” –uno ubicado en los Andes chilenos y el otro en Hawái–, y del Southern Observatory for Astrophysical Research (SOAR, por sus siglas en inglés), inaugurado en 2004.

Brasil cuenta con un 6% de participación en las observaciones del Gemini, cuyos telescopios ostentan espejos principales de 8,1 metros de diámetro. En el SOAR, con su espejo de 4,2 metros de diámetro, la participación brasileña asciende al 30%.

Aparte del GMT, existen otros dos proyectos de telescopios gigantes que se están desarrollando internacionalmente: el European Extremely Large Telescope (E-ELT), coordinado por el Observatorio Europeo Austral (ESO), y el Thirty Meter Telescope (TMT), administrado por el California Institute of Technology y por la University of California.

Puede obtenerse más información sobre el GMT en el siguiente sitio web: www.iag.usp.br/gmt/pfs.

 

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