Descubren una nueva familia de animales marinos en el litoral del estado de São Paulo

Investigadores identifican 12 especies de organismos microscópicos que viven incrustados en las rocas y en las algas en la bahía de Araçá, entre Ilhabela y São Sebastião

Por Elton Alisson

Agência FAPESP – Científicos del Centro de Biología Marina (Cebimar) de la Universidad de São Paulo (USP), en colaboración con pares de la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE) y del Smithsonian Marine Station, de Estados Unidos, descubrieron 12 especies de briozoos (animales invertebrados marinos que viven incrustados en sustratos tales como rocas y algas) en la bahía de Araçá, localizada entre Ilhabela y São Sebastião, en el litoral paulista.

Una de las especies –la Jebramella angusta n. gen. et sp.– fue catalogada por los investigadores como perteneciente a una nueva familia y un nuevo género de briozoos, la Jebramellidae n. fam.

Los nuevos organismos fueron identificados en el ámbito del Programa BIOTA-FAPESP y de un Proyecto Temático financiado por la Fundación. Y se los describió en un artículo publicado en la revista Zootaxa.

“El descubrimiento de la Jebramella angusta n. gen. et sp. fue una casualidad”, declaró Leandro Manzoni Vieira, docente del Centro de Ciencias Biológicas de la UFPE y primero autor del estudio, a Agência FAPESP.

“Ya habíamos observado a esta nueva especie fijada en piedras y fragmentos de conchas. Al filmarla, descubrimos que tiene una estructura y un comportamiento hasta ahora desconocidos en briozoos”, afirmó Manzoni Vieira, quien realizó un posdoctorado en el Cebimar bajo la dirección del profesor Alvaro Esteves Migotto con beca de la FAPESP.

De acuerdo con Manzoni Vieira, los briozoos o “animales musgo”, tal como se los conoce popularmente, forman colonias incrustadas en piedras, conchas y algas, que pueden variar desde algunos milímetros hasta los 5 centímetros de diámetro.

Cada colonia está formada por ejemplares conocidos como zooides, que exhiben un exoesqueleto con compartimentos internos separados llamados zoecios, ocupados por organismos individualmente muy pequeños y con tentáculos –de un tamaño de entre 0,3 y 1,2 milímetros (mm) de longitud–, denominados polípidos.

Generalmente, en especies de briozoos del grupo Ctenostomata, que ya se conocen, los embriones permanecen incubados internamente en los zooides.

En el caso de la nueva familia de briozoos descubierta, los científicos observaron que los embriones son incubados en una estructura externa en forma de capullo, que se mueve con la actividad de extensión y retracción de los tentáculos de los polípidos.

El compartimento externo posee un orificio que se abre cuando el tentáculo es proyectado hacia afuera y es cerrado por los embriones cuando es retraído por los polípidos.

“No existía ninguna descripción en la literatura científica sobre este tipo de comportamento de los polípidos y sobre la estructura externa de incubación de los briozoos”, afirmó Manzoni Vieira. “Hay otras familias cercanas a la que descubrimos, pero ninguna de ellas incuba sus embriones externamente.”

Animales vivos

Entre otros factores, según Manzoni Vieira, el descubrimiento de las 12 nuevas especies de briozoos fue posible debido a la observación de los animales vivos. Las especies del grupo Ctenostomata han sido tradicionalmente descritas con base en observaciones y análisis microscópicos de zooides preservados en alcohol.

Sin embargo, los estudios basados únicamente en esta metodología no permiten observar con mayor nivel de detalle diferencias de coloración, de morfología y de comportamiento, entre otras características de las especies, sostuvo el científico.

“Nos percatamos de que existían diferencias en los resultados de los análisis efectuados con especies vivas en comparación con los realizados con zooides conservados en alcohol. Se pierde la mayor parte de la información sobre la especie al conservarla en alcohol”, comparó.

Para realizar los análisis de los animales vivos, los científicos realizaron recolecciones de especies en áreas situadas a lo largo o cerca de la bahía de Araçá y las llevaron al Cebimar, en donde se las conservó vivas en potes con agua de mar.

Los animales fueron fotografiados y filmados con cámaras acopladas a un estereomicroscopio (un microscopio de visión binocular).

Así fue posible observar detalles de la coloración, la morfología y el comportamiento de las especies descubiertas, comentó Manzoni Vieira.

“Al filmar las especies vivas, empezamos a observar algunas diferencias con relación a su comportamiento, fundamentalmente en lo que respecta al movimiento de los tentáculos”, dijo.

Escasos estudios

Las especies de briozoos del orden Ctenostomata, al que pertenecen las 12 nuevas especies descubiertas, son bastante comunes en ambientes marinos de poca profundidad –de 200 metros– cálidos o de estuarios, y al igual que otros órdenes de briozoos, han sido poco estudiados en Brasil y en el mundo.

“Existen pocas investigaciones sobre los briozoos en general, pues hay pocos expertos en este grupo de animales”, dijo Manzoni Vieira.

“Son necesarios más estudios para conocer mejor de qué modo se reproducen estos animales, por ejemplo, que es una cuestión acerca de la cual no sabemos prácticamente nada”, sostuvo.

Puede leerse el artículo intitulado “Ctenostomatous Bryozoa from São Paulo, Brazil, with descriptions of twelve new species” (doi: 10.11646/zootaxa.3889.4.2), de Manzoni Vieira y otros, en la revista Zootaxa, en la siguiente dirección: http://biotaxa.org/Zootaxa/article/view/zootaxa.3889.4.2.

Imágenes y videos de la nueva familia de briozoos se encuentran disponibles en el banco de imágenes de Biología Marina Cifonauta, perteneciente al Cebimar, y pueden verse en la siguiente dirección: cifonauta.cebimar.usp.br/taxon/jebramella-angusta/.