Carlos Henrique de Brito Cruz fue uno de los conferencistas en un foro organizado por la AAAS, donde destacó la importancia de las colaboraciones internacionales en investigación científica y un punto en común en el origen de la FAPESP y de agencias norteamericanas (foto: Heitor Shimizu)
Carlos Henrique de Brito Cruz fue uno de los conferencistas en un foro organizado por la AAAS, donde destacó la importancia de las colaboraciones internacionales
Carlos Henrique de Brito Cruz fue uno de los conferencistas en un foro organizado por la AAAS, donde destacó la importancia de las colaboraciones internacionales
Carlos Henrique de Brito Cruz fue uno de los conferencistas en un foro organizado por la AAAS, donde destacó la importancia de las colaboraciones internacionales en investigación científica y un punto en común en el origen de la FAPESP y de agencias norteamericanas (foto: Heitor Shimizu)
Por Heitor Shimizu, desde Washington
Agência FAPESP – Carlos Henrique de Brito Cruz, director científico de la FAPESP, fue uno de los disertantes en el Foro sobre Políticas en Ciencia y Tecnología de la American Association for the Advancement of Science (AAAS), realizado en Washington durante los días 30 de abril y 1º de mayo de 2015.
El encuentro, organizado hace 40 años con el objetivo de debatir el presente y el futuro de las políticas en ciencia y tecnología, reunió en la capital de Estados Unidos a un público compuesto fundamentalmente por científicos y representantes de universidades, instituciones de investigación científica y de agencias gubernamentales que financian o realizan investigaciones.
Realizado en el Ronald Reagan Building and International Trade Center, el foro contó entre otros conferenciantes con la presencia de John Holdren, director de la Casa Branca para Políticas de Ciencia y Tecnología y asesor del presidente Barack Obama para Ciencia y Tecnología, France Córdova, directora de la National Science Foundation (NSF), y Flavia Schlegel, directora general asistente para Ciencias Naturales de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Brito Cruz se refirió a la investigación producida en el estado de São Paulo, que “ha mantenido desde la década de 1930 un importante esfuerzo tendiente a desarrollar un sistema capaz de crear ciencia y tecnología”.
“El resultado de ese esfuerzo indica que, actualmente, el 44% de la ciencia hecha en Brasil –medida según la cantidad de artículos científicos publicados por científicos en el país– proviene del estado de São Paulo. De los alrededor de 14 mil nuevos doctores egresados en Brasil anualmente, el 45% se gradúa universidades con sede en el estado de São Paulo. Y eso teniendo en cuenta que, a diferencia de lo que sucede en otros estados brasileños, en São Paulo las inversiones estaduales en investigación científica ascienden a casi el doble de las federales.
Brito Cruz destacó que una importante parte del éxito de la investigación producida en el estado de São Paulo se debe a la FAPESP, “una fundación pública cuya misión consiste en apoyar investigaciones en todas las áreas de los conocimiento”, e hizo mención a un punto en común en el origen de la Fundación con relación a las agencias estadounidenses.
“En 1947, al influjo del informe Ciencia, la frontera sin fin (The endless frontier), de Vannevar Bush, un grupo de científicos instigó y convenció a la Legislatura de São Paulo a aprobar la inclusión en la Constitución Estadual de ese año un artículo que estipulaba que el apoyo a la investigación científica contaría con la promoción de la gobernación del estado, a través de una fundación creada a tal fin, y que el 0,5% de la recaudación tributaria estadual se le asignaría a dicha fundación, un porcentaje que se elevó al 1% en la Constitución de 1989”, dijo.
“Esto hace que la FAPESP tenga estabilidad y autonomía, y permite que se puedan desarrollar, programas de 15 ó 20 años, por ejemplo. La FAPESP ha venido construyendo desde ese entonces un patrimonio significativo, cuyos ingresos permiten que se invierta anualmente en investigación entre un 120% y 200% de lo que recibe en giros del estado, toda vez que su patrimonio genera una renta adicional que se destina a las investigaciones”, dijo.
“Y resulta importante acotar que la legislación que instituyó a la FAPESP estipula que la Fundación no puede gastar más del 5% de su presupuesto en gastos administrativos, lo cual comprende a los sueldos, y asegura que el 95% del presupuesto se invierta en apoyo a la investigación científica”, dijo.
Luego Brito Cruz se refirió al sistema de análisis de propuestas por parte de la FAPESP. “En 2014, recibimos alrededor de 25 mil propuestas de investigación, y tenemos un cierto orgullo porque el plazo promedio de culminación del proceso de análisis fue de 65 días, con un índice promedio de éxito del 45%”, dijo.
El director científico hizo referencia a algunas líneas estratégicas de la actuación de la FAPESP, empezando por las becas. “La FAPESP le abona mensualmente a alrededor de 11 mil personas becas para que puedan trabajar en sus investigaciones. Es sumamente importante para el estado de São Paulo y para Brasil la capacitación y la preparación de la próxima generación de científicos: necesitamos aumentar nuestro número de científicos”, dijo.
“Otra línea importante de nuestras inversiones radica en lo que denominamos investigación académica, que son estudios que inician los científicos. Son ellos los que deciden qué pretenden investigar. Elaboran propuestas que se analizan y, de aprobárselas, contarán con financiación. Hacemos esto a través de diversos programas, tales como el de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (CEPID), inspirados en los Science and Technology Centers de la National Science Foundation. Son centros financiados durante 11 años para desarrollar investigación básica o aplicada enfocada en temas específicos, que deben transferir tecnología a la industria o a la sociedad y propagar la ciencia entre el público en general. Mantenemos 17 de esos centros”, dijo.
Las colaboraciones más significativas
Brito Cruz mencionó otras modalidades de apoyo a la investigación científica que mantiene la FAPESP, tales como los Proyectos Temáticos, para proyectos de hasta cinco años, y el Programa Jóvenes Investigadores en Centros Emergentes, “que ofrece a jóvenes investigadores de cualquier lugar de los mundo la posibilidad de iniciar una trayectoria en una universidad del estado de São Paulo”, dijo.
“Muchas veces esto implica una financiación superior al millón de dólares, porque el investigador dará inicio a un laboratorio. Ya hemos traído a más de mil de esos jóvenes científicos al estado de São Paulo, y anualmente llegan entre 70 y 100 más”, dijo.
Brito Cruz se refirió también a las iniciativas de la FAPESP para apoyar la investigación junto al sector industrial. “Hay más de 100 empresas con las cuales nos asociamos en proyectos de apoyo a investigaciones mediante ayudas por dos años, cinco años o diez años, como los Centros de Investigación en Ingeniería, que hemos creado junto con grupos tales como Peugeot Citröen, GSK, British Gas y Natura”, dijo.
Otro punto importante de la actuación de la FAPESP que el director destacó reside en el apoyo a la investigación que se lleva a cabo en pequeñas empresas. “Se trata de un programa similar al Small Business Innovation Research de la NSF, en el cual apoyamos a más de mil pequeñas empresas para que desarrollen investigaciones de nuevos productos o nuevos servicios”, dijo.
“El resultado de esta actuación se nota en la relevancia de la producción de ciencia en el estado de São Paulo. Los investigadores del estado producen más artículos científicos por año que en cualquier otro país de Latinoamérica, por ejemplo”, dijo.
Brito Cruz destacó también la importancia para la FAPESP de hacer posible la creación de conexiones internacionales para científicos de São Paulo, mediante la concreción de acuerdos de cooperación con instituciones de fomento, universidades, instituciones de investigación y empresas de otros países.
“Estamos sumamente interesados en desarrollar colaboraciones en investigación científica. Pero nuestra estrategia no se basa únicamente en el intercambio de personas sino en permitir que los científicos puedan concebir conjuntamente una propuesta, que puedan elaborar esa propuesta, trabajar juntos por su aprobación y que luego puedan colaborar en la realización de esa investigación. Consideramos que es importante el intercambio de científicos, y hacemos eso, pero aspiramos a ver un nivel más significativo de colaboración en investigación científica”, dijo.
Allan Bromley Memorial Lecture
El día 29, Brito Cruz fue el disertante en el Allan Bromley Memorial Lecture, realizado en el Elliott School of International Affairs, también en Washington, donde se refirió a los desafíos para el crecimiento y la ampliación de la calificación del sistema de ciencia y tecnología del estado de São Paulo y de Brasil.
El Alan Bromley Memorial Lecture es una serie de conferencias anuales cuya realización desde el año 2005 se encuentra a cargo de la University of Ottawa, Canadá, en cooperación con la George Washington University. El nombre del evento es un homenaje al físico Allan Bromley, quien desempeñó un importante rol en la política científica y tecnológica de los gobiernos de Ronald Reagan y George Bush.
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