FAPESP Week Italia: las acciones para promover la innovación y la colaboración con la industria en debate

Un panel congregó a Carlos Américo Pacheco, de la FAPESP, Marina Silverii, de la Attractiveness Research Territory Emilia-Romagna, y Claudio Melchiorri, de la Università di Bologna

Por Karina Toledo, desde Bolonia  |  Agência FAPESP – Las iniciativas orientadas a promover la innovación y la colaboración con la industria constituyeron uno de los destacados de la programación de la FAPESP Week Italia. El tema se debatió durante la tarde del día 14 de octubre, en una mesa que reunió a Carlos Américo Pacheco, director presidente de la FAPESP, Marina Silverii, directora ejecutiva de la Attractiveness Research Territory Emilia-Romagna (ART-ER), y Claudio Melchiorri, delegado de Relaciones con Empresas e Investigación Industrial de la Università di Bologna (Unibo). La sesión estuvo coordinada por Shiva Loccisano, especialista en tecnología e innovación y CEO de AlmaCube, una incubadora y hub de innovación de la Unibo.

En su disertación, Pacheco expuso un panorama del ecosistema de ciencia, tecnología e innovación del estado de São Paulo, haciendo hincapié en que la zona responde por el 32 % del Producto Interno Bruto (PIB) brasileño y por el 43 % de la producción científica nacional. Sostuvo también que el estado cuenta con fuertes universidades de investigación, seis de ellas públicas, amén de una financiación estable y empresas innovadoras.

“La mitad de lo que se hace en I&D [investigación y desarrollo] se concreta en empresas. Esto es único en Latinoamérica, donde la mayor parte de la investigación se financia con fondos públicos”, puntualizó.

Luego de informar que la FAPESP tiene la misión de financiar investigaciones en todas las áreas del conocimiento, Pacheco presentó las principales iniciativas de la Fundación orientadas a fomentar la innovación, con relieve para el Programa FAPESP de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (PIPE), el Programa de Apoyo a la Investigación en Asociación para la Innovación Tecnológica (PITE) y los Centros de Investigaciones en Ingeniería/Investigación Aplicada (CPE/CPA).

“Estas tres modalidades apuntan crear nuevas empresas, fomentar la innovación tecnológica en el estado de São Paulo y promover la competitividad de la economía paulista. Todas estas posibilidades están abiertas a la colaboración con la Universidad de Bolonia. Estamos muy abiertos a debatir esta cooperación”, consignó.

Acto seguido, Silverii hizo referencia al rol de la ART-ER –un consorcio que reúne a universidades, institutos de investigación y agencias científicas de fomento– para moldear un futuro sostenible en la región de Emilia-Romaña, considerada “la locomotora” de la economía italiana.

Según la directiva, la entidad tiene la misión de promover la internacionalización y el crecimiento sostenible de la región mediante la innovación, como así también atraer y retener a jóvenes talentos.

“Somos la primera región de Italia que promulgó una ley destinada a atraer y retener talentos. Nuestro ecosistema de innovación empezó a moldearse en el año 2000 y ha venido creciendo. Diversas redes han surgido bajo la coordinación de la ART-ER”, dijo Silverii, e hizo mención a las áreas destacadas: agronegocio; construcción civil; mecatrónica y automotriz; industria de la salud y el bienestar; industria cultural y creativa; desarrollo sostenible y energía, e innovación en servicios.

De acuerdo con Silverii, la mayoría de las 400.000 empresas emplazadas en esta región italiana tienen menos de nueve empleados. “Muchas son altamente innovadoras y cuentan con un mercado global. Esra red altamente tecnológica hace posible la concreción de una elevada cantidad de investigaciones industriales aplicadas. En las principales ciudades tenemos tecnopolos en donde hay incubadoras, laboratorios y espacios para cowork. Y esta red se formalizó mediante la creación de los clústeres regionales de innovación”, comentó. “Ahora toda nuestra energía se vuelca a ayudar a que esas empresas adquieran escala, y esto pasa por expandir la cooperación internacional”, enfatizó.

Las estrategias de innovación y transferencia de tecnología de la Università di Bologna constituyeron el enfoque de la disertación de Claudio Melchiorri. Con cinco campus (Bolonia, Cesena, Forlì, Rávena y Rímini) y una filial en Buenos Aires (Argentina), en la Unibo se dictan más de 200 carreras de grado entre sus 32 departamentos y cinco escuelas. Alberga a una comunidad de más de 90.000 estudiantes y 7.000 mil empleados (la mitad investigadores y docentes). Y cuenta con 15 centros de investigación interdisciplinarios, 50 acuerdos de cooperación con industrias y seis con asociaciones de negocios, nueve laboratorios de investigación conjunta, siete escuelas de capacitación vocacional avanzada para el personal de empresas (dicta cursos destinados a esos empleados) y más de 230 estudiantes doctorales financiados por empresas.

En su disertación, el académico remarcó que la presencia de universidades de excelencia en una determinada zona es crucial para el surgimiento de polos de innovación, y mencionó el ejemplo del Valle del Silicio (en Estados Unidos), pues las instituciones académicas pueden atender las necesidades de las empresas, al proveer el conocimiento necesario. Y dio a conocer las estrategias de la Unibo para fomentar los emprendimientos entre sus estudiantes y para facilitar la transferencia de tecnología.

“Desde el 2012 hemos lanzado 16 startups y 77 spin-offs. Son entre cinco y seis nuevas compañías al año. Éstas sacan al mercado los resultados de nuestras investigaciones, y generan nuevas posibilidades de empleo y activos para la economía local”, afirmó.