Identifican nuevos taxones de algas marinas rojas

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Agência FAPESP* –Por Fabio Reynol
Agência FAPESP – Las nuevas especies de algas marinas Laurenciella marilzae y Osmundea sactarum, y el género Laurenciella fueron confirmados recientemente por investigadores participantes en el proyecto intitulado La diversidad y las relaciones filogenéticas de algas marinas bentónicas: el complejo Laurencia (Rhodophyta) en el Atlántico tropical y subtropical, financiado por la FAPESP en la modalidad Ayuda a la Investigación – Regular.
Las dos especies mencionadas se descubrieron hace más de diez años en el Parque Estadual Marino de Laje de Santos (São Paulo), durante el desarrollo del trabajo intitulado Flora Ficológica del Estado de São Paulo, un Proyecto Temático que formó parte del Programa BIOTA-FAPESP. Con todo, en ese entonces no fue posible efectuar la identificación taxonómica en el nivel específico, hasta tanto no se generasen las secuencias de ADN, a los efectos de realizar las comparaciones genéticas.
La identificación empezó posteriormente, luego de la realización de nuevas recolecciones en Laje de Santos durante el doctorado de Renato Rocha-Jorge, quien estudió la flora de macroalgas de islas oceánicas del litoral de São Paulo y contó con el apoyo de la FAPESP entre 2011 y febrero de 2014. Rocha-Jorge trabajó bajó la dirección de Mutue Toyota Fujii, del Instituto de Botánica de la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de São Paulo.
“Procuramos delimitar mejor las especies y géneros de las entidades taxonómicas del complejo Laurencia mediante la realización de análisis moleculares”, dijo la profesora Valéria Cassano, del Departamento de Botánica del Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo (IB-USP), investigadora responsable del proyecto de Ayuda Regular.
En el estudio participaron profesionales de instituciones de investigación de seis países bañados por el Océano Atlántico: España, Estados Unidos, México, Portugal y Venezuela, además de Brasil. Así se logró realizar un mapeo biogeográfico con análisis morfológicos y moleculares de las algas del complejo Laurencia de distintas regiones del océano.
El proyecto contó con la colaboración de investigadores del Instituto de Botánica; de la Universidad Autónoma Metropolitana ‒ Iztapalapa, de México; de la Florida International University, de Estados Unidos; de la Universidad Central de Venezuela; de la Universidad de Açores, en Portugal, y de la Universidad de La Laguna, con sede en Canarias, en España. El trabajo generó la publicación de diez artículos científicos y un capítulo de libro en el cual se concretó la revisión de tres géneros del complejo Laurencia para la zona de Canarias.
El complejo Laurencia es un agrupamiento que reúne a seis géneros de algas rojas, cifra que puede incrementarse o subdividirse al cabo de investigaciones como ésta.
Sustancias medicinales
La investigación de estas algas, de acuerdo con Cassano, resulta particularmente interesante para las industrias químicas y farmacéuticas, toda vez que dichas plantas son productoras de metabolitos secundarios, moléculas con potenciales acciones medicinales.
Ya se ha detectado una gran variedad de sustancias producidas por algas del complejo Laurencia con actividades antifúngicas, anticancerígenas e incluso de combate contra los protozoos causantes de la leishmaniasis, tal como puede verificarse en la literatura.
La identificación de las algas marinas se efectuaba antes según las características morfológicas, lo que dificultaba una delimitación precisa de especies y géneros. Con la aplicación de los análisis moleculares en el complejo Laurencia a partir de la década de 2000, los marcadores genéticos específicos empezaron a utilizarse para diferenciar especies y agruparlas en géneros de manera más coherente, y respetando su línea evolutiva.
En este proyecto, los investigadores emplearon la técnica de ADN Barcoding y la comparación de secuencias de ADN de otros marcadores moleculares con fines filogenéticos, además del tradicional estudio morfológico de las especies.
El trabajo constituyó una evolución de colaboraciones que tuvieron inicio en 2005 entre universidades de México, Brasil, Portugal y España, que aportaron importantes avances en la sistemática y en la filogenia del complejo Laurencia, aparte de optimizar las recolecciones de algas presentes en los segmentos occidental y oriental del Atlántico en costas rocosas, arrecifes de arenita situados a profundidades de hasta 20 metros.
“La colaboración internacional aumenta la representatividad de las recolecciones, y cobró fuerza en este reciente trabajo con la participación de Venezuela y de Estados Unidos”, añadió Cassano.
En Brasil, las algas catalogadas en el complejo aparecen desde la costa del estado de Ceará hasta Rio Grande do Sul, área donde ya se han hallado representantes de cinco de los seis géneros representados en el complejo Laurencia.
Los investigadores identificaron 12 potenciales nuevas especies, tres de las cuales se hallaron en aguas brasileñas. “Son ejemplares que no se agrupan con ninguna otra especie; pero, para confirmarlo, habrá que reunir más datos morfológicos y moleculares”, dijo la investigadora.
La clasificación de las plantas acuáticas no constituye una tarea fácil. La gran variación morfológica encontrada, la falta de descripciones completas y uniformes y la dificultad en la observación de algunos caracteres para la concreción de una identificación segura de los taxones contribuyen al aumento de la confusión alrededor de la taxonomía, lo que complica la identificación y la nomenclatura. A causa de tales desafíos, la taxonomía de este grupo experimenta constantes alteraciones, a medida que avanzan las investigaciones y se van empleando nuevos caracteres de diferenciación.
“Tenemos un largo camino de estudios por delante, y hay muchas nuevas especies por describirse. Pero, gracias a la biología molecular, contamos con las herramientas necesarias para ello”, dijo Cassano.

<p><b>Por Fabio Reynol</b></p>
<p><b>Agência FAPESP</b> – Las nuevas especies de algas marinas <i>Laurenciella marilzae</i> y <i>Osmundea sactarum</i>, y el género <i>Laurenciella </i>fueron confirmados recientemente por investigadores participantes en el proyecto intitulado <b><a href="http://www.bv.fapesp.br/pt/auxilios/29944/diversidades-e-relacoes-filogeneticas-de-algas-marinhas-bentonicas-o-complexo-laurencia-rhodophyta-n/" target="_blank">La diversidad y las relaciones filogenéticas de algas marinas bentónicas: el complejo <i>Laurencia </i>(Rhodophyta) en el Atlántico tropical y subtropical</a></b>, financiado por la FAPESP en la modalidad Ayuda a la Investigación – Regular.</p>
<p>Las dos especies mencionadas se descubrieron hace más de diez años en el Parque Estadual Marino de Laje de Santos (São Paulo), durante el desarrollo del trabajo intitulado <b><a href="http://www.bv.fapesp.br/pt/auxilios/984/flora-ficologica-do-estado-de-sao-paulo/" target="_blank">Flora Ficológica del Estado de São Paulo</a></b>, un Proyecto Temático que formó parte del Programa BIOTA-FAPESP. Con todo, en ese entonces no fue posible efectuar la identificación taxonómica en el nivel específico, hasta tanto no se generasen las secuencias de ADN, a los efectos de realizar las comparaciones genéticas.</p>
<p>La identificación empezó posteriormente, luego de la realización de nuevas recolecciones en Laje de Santos durante el <b><a href="http://www.bv.fapesp.br/pt/bolsas/128431/diversidade-de-macroalgas-nas-unidades-de-conservacao-insulares-do-estado-de-sao-paulo-brasil/" target="_blank">doctorado</a></b> de Renato Rocha-Jorge, quien estudió la flora de macroalgas de islas oceánicas del litoral de São Paulo y contó con el apoyo de la FAPESP entre 2011 y febrero de 2014. Rocha-Jorge trabajó bajó la dirección de Mutue Toyota Fujii, del Instituto de Botánica de la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de São Paulo.</p>
<p>“Procuramos delimitar mejor las especies y géneros de las entidades taxonómicas del complejo <i>Laurencia </i>mediante la realización de análisis moleculares”, dijo la profesora Valéria Cassano, del Departamento de Botánica del Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo (IB-USP), investigadora responsable del proyecto de Ayuda Regular.</p>
<p>En el estudio participaron profesionales de instituciones de investigación de seis países bañados por el Océano Atlántico: España, Estados Unidos, México, Portugal y Venezuela, además de Brasil. Así se logró realizar un mapeo biogeográfico con análisis morfológicos y moleculares de las algas del complejo <i>Laurencia </i>de distintas regiones del océano.</p>
<p>El proyecto contó con la colaboración de investigadores del Instituto de Botánica; de la Universidad Autónoma Metropolitana ‒ Iztapalapa, de México; de la Florida International University, de Estados Unidos; de la Universidad Central de Venezuela; de la Universidad de Açores, en Portugal, y de la Universidad de La Laguna, con sede en Canarias, en España. El trabajo generó la publicación de diez artículos científicos y un capítulo de libro en el cual se concretó la revisión de tres géneros del complejo <i>Laurencia </i>para la zona de Canarias.</p>
<p>El complejo <i>Laurencia </i>es un agrupamiento que reúne a seis géneros de algas rojas, cifra que puede incrementarse o subdividirse al cabo de investigaciones como ésta.</p>
<p><b>Sustancias medicinales</b></p>
<p>La investigación de estas algas, de acuerdo con Cassano, resulta particularmente interesante para las industrias químicas y farmacéuticas, toda vez que dichas plantas son productoras de metabolitos secundarios, moléculas con potenciales acciones medicinales.</p>
<p>Ya se ha detectado una gran variedad de sustancias producidas por algas del complejo <i>Laurencia </i>con actividades antifúngicas, anticancerígenas e incluso de combate contra los protozoos causantes de la leishmaniasis, tal como puede verificarse en la literatura.</p>
<p>La identificación de las algas marinas se efectuaba antes según las características morfológicas, lo que dificultaba una delimitación precisa de especies y géneros. Con la aplicación de los análisis moleculares en el complejo <i>Laurencia </i>a partir de la década de 2000, los marcadores genéticos específicos empezaron a utilizarse para diferenciar especies y agruparlas en géneros de manera más coherente, y respetando su línea evolutiva.</p>
<p>En este proyecto, los investigadores emplearon la técnica de <i>ADN Barcoding</i> y la comparación de secuencias de ADN de otros marcadores moleculares con fines filogenéticos, además del tradicional estudio morfológico de las especies.</p>
<p>El trabajo constituyó una evolución de colaboraciones que tuvieron inicio en 2005 entre universidades de México, Brasil, Portugal y España, que aportaron importantes avances en la sistemática y en la filogenia del complejo <i>Laurencia</i>, aparte de optimizar las recolecciones de algas presentes en los segmentos occidental y oriental del Atlántico en costas rocosas, arrecifes de arenita situados a profundidades de hasta 20 metros.</p>
<p>“La colaboración internacional aumenta la representatividad de las recolecciones, y cobró fuerza en este reciente trabajo con la participación de Venezuela y de Estados Unidos”, añadió Cassano.</p>
<p>En Brasil, las algas catalogadas en el complejo aparecen desde la costa del estado de Ceará hasta Rio Grande do Sul, área donde ya se han hallado representantes de cinco de los seis géneros representados en el complejo <i>Laurencia</i>.</p>
<p>Los investigadores identificaron 12 potenciales nuevas especies, tres de las cuales se hallaron en aguas brasileñas. “Son ejemplares que no se agrupan con ninguna otra especie; pero, para confirmarlo, habrá que reunir más datos morfológicos y moleculares”, dijo la investigadora.</p>
<p>La clasificación de las plantas acuáticas no constituye una tarea fácil. La gran variación morfológica encontrada, la falta de descripciones completas y uniformes y la dificultad en la observación de algunos caracteres para la concreción de una identificación segura de los taxones contribuyen al aumento de la confusión alrededor de la taxonomía, lo que complica la identificación y la nomenclatura. A causa de tales desafíos, la taxonomía de este grupo experimenta constantes alteraciones, a medida que avanzan las investigaciones y se van empleando nuevos caracteres de diferenciación.</p>
<p>“Tenemos un largo camino de estudios por delante, y hay muchas nuevas especies por describirse. Pero, gracias a la biología molecular, contamos con las herramientas necesarias para ello”, dijo Cassano.</p>