El tema cobrará relevancia en el próximo informe del IPCC, según afirma un científico que tomó parte en la Evaluación Mundial de los Océanos de la ONU presente en la Escuela São Paulo de Ciencia Avanzada (foto: Marshall Arts Studio/ Pixabay)
El tema cobrará relevancia en el próximo informe del IPCC, según afirma un científico que tomó parte en la Evaluación Mundial de los Océanos de la ONU presente en la Escuela São Paulo de Ciencia Avanzada
El tema cobrará relevancia en el próximo informe del IPCC, según afirma un científico que tomó parte en la Evaluación Mundial de los Océanos de la ONU presente en la Escuela São Paulo de Ciencia Avanzada
El tema cobrará relevancia en el próximo informe del IPCC, según afirma un científico que tomó parte en la Evaluación Mundial de los Océanos de la ONU presente en la Escuela São Paulo de Ciencia Avanzada (foto: Marshall Arts Studio/ Pixabay)
Por Elton Alisson | Agência FAPESP – La acidificación oceánica, considerada como uno de los fenómenos que más afectan a los océanos en la actualidad, sólo fue mencionada por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) en su quinto informe de evaluación (AR5), publicado en 2013. Cabe acotar que el primer informe es del año 1990.
El órgano de la ONU destaca en el Sumario para formuladores de políticas públicas del AR5 que los océanos han venido absorbiendo alrededor del 30% del dióxido de carbono atmosférico (CO2) emitido debido a la acción humana (antropogénico).
El aumento de la concentración y la disolución de CO2 ha llevado a una disminución del pH del agua superficial de los océanos desde el comienzo de la era industrial y ha elevado la acidez de los mismos, según afirmaron los autores del informe. La acidificación de los océanos ha pasado a integrar todos los escenarios de cambios futuros del clima del AR.
El tema cobrará aún más relevancia en el AR6 –cuya conclusión está prevista para el año 2021– y en el Informe Especial sobre el Océano y la Criosfera en un Clima Cambiante, cuya elaboración el IPCC culminará en septiembre de 2019, según estimó Jake Rice, miembro del grupo de expertos a cargo de la Evaluación Mundial de los Océanos de la ONU.
Rice, un experto en ecología y biología marina, consejero y científico en jefe del Departamento de Pesca y Océanos de Canadá, estuvo presente en la São Paulo School of Advanced Science on Ocean Interdisciplinary Research and Governance en carácter de investigador invitado. El evento, una realización del Instituto Oceanográfico de la Universidad de São Paulo (IO-USP) con el apoyo de la FAPESP, tuvo lugar entre los días 13 y 25 de agosto pasado en el Instituto de Estudios Avanzados (IEA) de la USP.
“Existe una convicción muy grande en el sentido de que la acidificación de los océanos ha aumentado, pues han sido bastante documentados los efectos de este fenómeno sobre los organismos marinos que dependen de carbonato de calcio en sus procesos de calcificación”, dijo Rice.
“Sin embargo, las series temporales de observación de los océanos, que permitirían estimar el nivel y la trayectoria de este fenómeno en el transcurso de las últimas décadas, son demasiado cortas. Las de acidez oceánica en aguas costeras, por ejemplo, datan de poco antes del año 2005”, dijo.
De acuerdo con el investigador, los modelos de sistemas terrestres proyectan un aumento global de la acidificación y una disminución del pH oceánico en todos los escenarios de emisión y concentración de gases de efecto invernadero, pero con grandes e inciertas variaciones regionales y locales.
Los países en desarrollo y las pequeñas islas tropicales, que dependen de los recursos marinos, serán los lugares más afectados directa o indirectamente por este fenómeno.
Los impactos negativos de la acidificación oceánica pasan por alteraciones en la fisiología y el comportamiento de los organismos (moluscos, por ejemplo), y también en la dinámica poblacional; y afectarán a los ecosistemas marinos (los arrecifes coralinos, por ejemplo) durante siglos si las emisiones de CO2 se mantienen al ritmo actual. Pero existen también otros impactos, muchos de los cuales aún no han sido comprendidos, según ponderó Rice.
“La acidificación de los océanos grafica varios de los retos que hemos afrontado en la ciencia de los océanos. Necesitamos más datos que nos permitan establecer relaciones entre las propiedades físicas de los sistemas dinámicos, que tienen impactos biológicos sobre los ecosistemas y sobre la sociedad”, dijo.
A juicio del canadiense, uno de los factores que vuelven más difícil la producción de ciencia de los océanos en comparación con las ciencias de la tierra reside en la mayor facilidad para entender la dinámica terrestre, dado que vivimos en tierra. De este modo, es posible ver y analizar directamente de qué manera funciona el sistema terrestre.
“Nuestra comprensión de los océanos debe prestarle más atención a las evidencias y menos a la percepción de que es posible entenderlos por analogía o por inferencia del conocimiento referente a la tierra y a sus sistemas biofísicos”, dijo Rice.
Más información sobre la São Paulo School of Advanced Science on Ocean Interdisciplinary Research and Governance en el siguiente enlace: http://espca.fapesp.br/escola/72.
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