Una central construida con una tecnología desarrollada por Ruihong Zhang, docente de la University of California en Davis, convierte 50 toneladas de residuos en 12 mil kilovatios-hora de energía por día (foto: Karin Higgins/UC Davis)
Una central construida con una tecnología desarrollada por Ruihong Zhang, docente de la University of California en Davis, convierte 50 toneladas de residuos en 12 mil kilovatios-hora de energía por día
Una central construida con una tecnología desarrollada por Ruihong Zhang, docente de la University of California en Davis, convierte 50 toneladas de residuos en 12 mil kilovatios-hora de energía por día
Una central construida con una tecnología desarrollada por Ruihong Zhang, docente de la University of California en Davis, convierte 50 toneladas de residuos en 12 mil kilovatios-hora de energía por día (foto: Karin Higgins/UC Davis)
Por Heitor Shimizu, desde Davis (EE.UU.)
Agência FAPESP – La principal área de investigación de Ruihong Zhang, docente del Departamento de Ingeniería Biológica y Agrícola de la University of California, Davis, es aquélla en la cual se apunta resolver simultáneamente dos importantes problemas de la actualidad: la falta de energía y el exceso de basura.
Zhang y los científicos del grupo que coordina estudian el uso de bacterias para transformar basura orgánica –fundamentalmente sobras de alimentos– en energía. Ella investiga el tema desde hace casi 20 años en busca de una solución para una cuestión que se resume de la siguiente manera: “¿cómo transformar la mayor cantidad posible de basura orgánica en energía renovable?”.
La investigación dejó de ser básica para convertirse en aplicada en abril de este año, cuando la UC Davis inauguró una central de biodigestión de basura basada en el estudio de Zhang.
A la usina se le puso el nombre de Digestor Anaeróbico de Energía Renovable de la UC Davis, o sencillamente Read, por sus siglas en inglés. Su costo fue de 8,5 millones de dólares.
Instalado en el antiguo depósito de basura de la universidad, el Read se vale de una tecnología desarrollada por Zhang y licenciada por la UC Davis para CleanWorld, una empresa formada por ex alumnos de Zhang y de la universidad. En dicho sistema, en grandes tanques sin oxígeno, microorganismos consumen la basura orgánica producida en el propio campus que queda almacenada allí.
En el sistema se utiliza un proceso en el cual, mediante fermentación, las bacterias devoran la basura y producen metano y anhídrido carbónico, es decir, un biogás.
La central está proyectada para convertir 50 toneladas de basura en 12 mil kilovatios-hora de energía diarios. Aparte de producir energía renovable, el Read libra a la UC Davis de 20 mil toneladas de basura anuales.
Estas cifras son importantes, pues destacan una ventaja de la tecnología que desarrolló Zhang. El empleo de digestores anaeróbicos para producir energía es conocido, pero la diferencia en este caso radica en la eficiencia. Según la investigadora, este sistema contempla una variedad y una cantidad mucho mayores de basura que los modelos tradicionales.
La tecnología, denominada HSAD (High Solids Anaerobic Digestion), es capaz de recibir una gran variedad de residuos orgánicos, tiene un índice de digestión rápido y una elevada producción de energía.
“También destruye patógenos presentes en el basura, lo que resulta en la producción de biofertilizantes”, dijo la investigadora, quien dirige el Centro de Investigación en Biogás de la UC Davis. Durante la investigación de Zhang se construyó una central piloto, en el año 2004.
Debido a que se encuentra emplazada en un antiguo depósito de basura que produce naturalmente una gran cantidad de metano, la central también combina el biogás producido mediante la acción de las bacterias con el metano del antiguo basural. El resultado de ello es una capacidad de generación de 5,6 millones de kilovatios-hora de energía.
Asimismo, como transforma gases en energía, la usina genera una disminución equivalente a 13.500 toneladas anuales de emisiones de gases causantes del efecto invernadero. Tanto la energía producida como los créditos de carbono quedan en la UC Davis.
Para la producción de fertilizantes, el Read tiene una capacidad como para generar alrededor de 15 millones de litros por año, lo suficiente como para contemplar la demanda de unos 600 mil metros cuadrados de área cultivada.
“Cabe destacar que el sistema de biodigestión no es importante únicamente porque produce energía o fertilizantes, sino que también lo es pues aporta la utilización de la basura que producimos. Se trata de una tecnología que nos permite ser más sostenibles, tanto económicamente como ambientalmente”, dijo Zhang, una de las disertantes de la FAPESP Week California, realizada en dos campus de la University of California (Berkeley y Davis) entre los días 17 y 21 de noviembre.
El evento contó con el apoyo del Brazil Institute, del Woodrow Wilson International Center for Scholars, con sede en Washington.
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