Investigadores cruzaron información de más de 500 propiedades rurales circunscritas a las áreas de los biomas Bosque Atlántico y Cerrado (la sabana brasileña) y distribuidas por 84 municipios de los estados de São Paulo y Minas Gerais (foto: Valter Campanato/Agência Brasil)

La certificación ambiental estimula el cumplimiento de la ley en las haciendas cafetaleras de Brasil
09-03-2023
PT EN

Investigadores cruzaron información de más de 500 propiedades rurales circunscritas a las áreas de los biomas Bosque Atlántico y Cerrado (la sabana brasileña) y distribuidas por 84 municipios de los estados de São Paulo y Minas Gerais

La certificación ambiental estimula el cumplimiento de la ley en las haciendas cafetaleras de Brasil

Investigadores cruzaron información de más de 500 propiedades rurales circunscritas a las áreas de los biomas Bosque Atlántico y Cerrado (la sabana brasileña) y distribuidas por 84 municipios de los estados de São Paulo y Minas Gerais

09-03-2023
PT EN

Investigadores cruzaron información de más de 500 propiedades rurales circunscritas a las áreas de los biomas Bosque Atlántico y Cerrado (la sabana brasileña) y distribuidas por 84 municipios de los estados de São Paulo y Minas Gerais (foto: Valter Campanato/Agência Brasil)

 

Por Julia Moióli  |  Agência FAPESP – La búsqueda de sellos de sostenibilidad incentiva a los productores rurales a cumplir la legislación ambiental y a adecuarse a las actuales demandas de la sociedad y del mercado, pese a que no necesariamente aseguran una disminución de los índices de deforestación o el incremento de la regeneración natural en las propiedades agrícolas. Esta fue la conclusión a la que se arribó en el marco de un estudio realizado en Brasil y publicado recientemente en la revista Biological Conservation

La referida investigación se llevó a cabo en el ámbito del Programa FAPESP de Investigaciones en Caracterización, Conservación, Restauración y Uso Sostenible de la Biodiversidad (BIOTA-FAPESP) y contó con financiación a través de dos proyectos (13/23457-6 y 18/22881-2) de la Fundación. En ella tomaron parte científicos de la fundación SOS Mata Atlântica, de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz (Esalq) y del Instituto de Biociencias (IB) de la Universidad de São Paulo (USP).

Con casi un 40 % de su producción mundial certificada, el café constituye un ejemplo de la expansión del espacio de los sellos ambientales con miras a garantizarles a los consumidores la procedencia de los productos agrícolas. Así y todo, debido a la existencia de dificultades estadísticas y metodológicas, los investigadores del área afrontaban dificultades a la hora de determinar si la implementación de una agricultura más sostenible era un efecto directo de las certificaciones o si estos procesos no hacían sino reconocer la existencia de propiedades que ya se preocupaban con el tema. Y los científicos también se cuestionaban acerca del rol de la legislación ambiental vigente en Brasil en esa ecuación.

“No detectamos una relación directa entre las certificaciones y la disminución de la deforestación y el aumento de la regeneración natural, pero, aparentemente, la certificación puede funcionar como un estímulo extra para el cumplimiento de la legislación, lo que confirma el efecto beneficioso de la sinergia entre ambas”, dice Francisco d’Albertas Gomes de Carvalho, por entonces investigador del Departamento de Ecología del IB-USP, quien actualmente se desempeña en el Instituto Internacional para la Sostenibilidad (IIS), y es coautor del estudio. “Esto puede erigirse como una herramienta interesante para hacer más efectiva la adhesión a la Ley de Protección de la Vegetación Autóctona, también conocida como Código Forestal Brasileño, puesto que actualmente se nota un escaso interés de los propietarios y poca capacidad de aplicación de la ley por parte del Estado.”

El punto de partida de los investigadores fue una lista obtenida con base en el cruce de información proveniente del banco de datos del Instituto de Manejo y Certificación Forestal y Agrícola (Imaflora) y del catastro ambiental rural, concerniente a granjas cafetaleras de 84 municipios de los estados brasileños de São Paulo y Minas Gerais: 172 propiedades instaladas en el bioma del Bosque Atlántico y 362 en el Cerrado, la sabana brasileña. 

Con estos datos en manos, los científicos especificaron características que podrían incidir sobre la predisposición de una propiedad para lograr su certificación y compararon criterios tales como el tamaño de la misma, la cantidad de vegetación autóctona y las tasas de deforestación y de regeneración natural. El objetivo era arribar a un grupo de propiedades certificadas y no certificadas con patrones similares en el pasado.

“Adoptamos entonces una fecha de corte [la fecha de la primera certificación], observamos la trayectoria de las haciendas durante los cinco años anteriores y analizamos si la concreción de la certificación provocó alteraciones en variables relacionadas con políticas públicas tales como la disminución de la deforestación y el aumento de la cobertura de vegetación nativa”, explica D’Albertas Gomes de Carvalho. No fue ese el caso.

Uno de los motivos de ello, de acuerdo con el investigador, fue el hecho de que las propiedades certificadas que se analizaron en el estudio se encuentran ubicadas en áreas de cultivo consolidadas, donde ya no se registran grandes cambios en el uso de la tierra.

“En esas zonas con una historia de producción de café desde hace varias décadas, no vemos más deforestación de la misma manera que en un área de frontera agrícola situada en la Amazonia o en partes del Cerrado con expansión de plantaciones de soja, por ejemplo.”

La legislación y la certificación como aliadas

A sabiendas de este resultado, los investigadores decidieran refinar el análisis para chequear si al menos las propiedades certificadas cumplían de manera más efectiva la legislación ambiental. Y detectaron únicamente una tendencia general de aumento, que no difería entre las certificadas y las no certificadas. 

Si se tiene en cuenta que muchos propietarios anticipan medidas cuando deciden obtener una certificación, se observaron entonces alteraciones en el uso de la tierra ocurridas durante los tres años que precedieron a la fecha de la puesta en marcha de la certificación. En este caso, se notó un incremento considerable de la vegetación autóctona en las Áreas de Preservación Permanente (APP) de las haciendas certificadas, pero solamente en el Bosque Atlántico, en donde se registra una mayor concientización de la sociedad y un mayor conocimiento técnico de la restauración forestal.
 
Puede leerse el artículo intitulado Agricultural certification as a complementary tool for environmental law compliance en el siguiente enlace: doi.org/10.1016/j.biocon.2022.109847.

 

  Republicar
 

Republicar

The Agency FAPESP licenses news via Creative Commons (CC-BY-NC-ND) so that they can be republished free of charge and in a simple way by other digital or printed vehicles. Agência FAPESP must be credited as the source of the content being republished and the name of the reporter (if any) must be attributed. Using the HMTL button below allows compliance with these rules, detailed in Digital Republishing Policy FAPESP.