Los fondos suman 550 mil reales, y otras propuestas se encuentran en análisis, afirma Carlos Henrique de Brito Cruz, director científico de la Fundación (foto: Phelipe Janning/ Agência FAPESP)

La FAPESP aprueba recursos adicionales para investigaciones sobre zika
10-03-2016

Los fondos suman 550 mil reales, y otras propuestas se encuentran en estudio, afirma el director científico de la Fundación

La FAPESP aprueba recursos adicionales para investigaciones sobre zika

Los fondos suman 550 mil reales, y otras propuestas se encuentran en estudio, afirma el director científico de la Fundación

10-03-2016

Los fondos suman 550 mil reales, y otras propuestas se encuentran en análisis, afirma Carlos Henrique de Brito Cruz, director científico de la Fundación (foto: Phelipe Janning/ Agência FAPESP)

 

Por Karina Toledo y Samuel Antenor  |  Agência FAPESP – Durante los últimos 25 años, la FAPESP ha financiado 446 ayudas a la investigación y becas sobre temas relacionados con el mosquito Aedes aegypti y las enfermedades que éste transmite.

De dichos proyectos, setenta y seis se encuentran aún en marcha y 12 de ellos se hicieron acreedores a recursos adicionales durante el pasado mes de diciembre, con el objetivo de reorientar parte de sus actividades a la búsqueda de respuestas a problemas emergentes relacionados con el brote del virus del Zika en 2015.

En total, los fondos aprobados suman alrededor de 550 mil reales. Todos los proyectos están coordinados por investigadores que integran una iniciativa informalmente denominada Red Zika, encabezada por el profesor Paolo Zanotto, del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de São Paulo (ICB-USP), en Brasil.

“Ya existen otros proyectos en análisis y seguramente habrá un aumento de la cantidad de propuestas que recibiremos a lo largo del año relacionadas con este tema, pues los investigadores paulistas no son ajenos a lo que está sucediendo. El tema del zika se ha vuelto sumamente importante para Brasil y para el estado de São Paulo”, sostuvo Carlos Henrique de Brito Cruz, director científico de la Fundación.

En entrevista concedida a Agência FAPESP, Brito Cruz hizo hincapié en que la capacidad científica instalada durante las últimas décadas en el marco de los proyectos apoyados –en particular aquéllos vinculados con la Red de Diversidad Genética de Virus (VGDN) entre los años de 2000 y 2007– permitió la rápida creación de la Red Zika.

“Con el apoyo concedido para la creación de la VGDN, se instaló una importante infraestructura de investigación sobre virus, incluso de aquéllos del género de los Flavivirus, que comprende a los causantes del zika, el dengue, el chikunguña y la fiebre amarilla. Los laboratorios y los equipos siguieron adelante con sus investigaciones, la mayoría con el apoyo de la FAPESP. Con el surgimiento de los casos de zika, los científicos de la red, que venían interactuando por razones científicas, se reunieron y planificaron un esfuerzo conjunto. A mediados del mes de diciembre, el profesor Zanotto presentó ante la FAPESP la propuesta destinada a la constitución de la red de emergencia y solicitó la adición de recursos destinados a 12 proyectos de investigación en marcha. Aprobamos rápidamente esos fondos, en dos o tres días, teniendo en cuenta la relevancia del problema que se afrontaría”, comentó Brito Cruz.

Lea a continuación otros tramos de la entrevista.

Agência FAPESP – ¿Cómo ha apoyado la FAPESP las investigaciones relacionadas con el virus del Zika y sus complicaciones?
Carlos Henrique de Brito Cruz – La capacidad del estado de São Paulo en cuanto a investigación científica, ya sea básica o aplicada, sobre temas relacionados con el Aedes y con los virus asociados al mismo, proviene del esfuerzo y de la inversión que se ha venido concretando durante los últimos 20 ó 30 años en la formación de investigadores y de una infraestructura capaz de abordar este tipo de problemas. La capacidad de investigación no es algo que se crea de una semana a otra. Cuando aparece una epidemia relacionada con un virus, no se puede esperar que un investigador consiga dar una respuesta significativa si nunca antes había trabajado en el tema. Actualmente podemos hablar de una vacuna tetravalente contra el dengue, por ejemplo, porque en 2008 la FAPESP financió un proyecto de investigación a tal fin en el Instituto Butantan. En São Paulo existe un historial de apoyo a la investigación científica que permitió organizar muy rápidamente una red abocada a tratar diversos aspectos de la ciencia necesaria para atacar el problema del virus del Zika en 2015. Todos los investigadores que integran esa red ya habían llevado adelante proyectos apoyados por la FAPESP. Además, en el año 2000 empezó a estructurarse la Red de Diversidad Genética de Virus (VGDN), cuyo objetivo consistía precisamente en estudiar y acumular conocimiento sobre varios tipos de virus, incluidos los Flavivirus, el género al cual pertenecen el virus del Zika, el virus del dengue y el virus de la fiebre amarilla. Es un tipo de tema sobre el cual se requiere que exista un conocimiento acumulado para su utilización cuando sea necesario. Aparte del apoyo a los investigadores y becarios, la FAPESP financió diversos tipos de equipamientos y la instalación de tres laboratorios con nivel de bioseguridad 3 (NB3+) para la investigación con virus. Esa red VGDN fue la que el profesor Paolo Zanotto movilizó muy hábil y oportunamente en diciembre de 2015, cuando el tema zika empezó a cobrar gran relevancia en Brasil. Ya existía capacidad instalada en la USP, en la Universidad de Campinas (Unicamp), en la Universidade Estadual Paulista (Unesp), en el Instituto Butantan, en el Adolfo Lutz, en el Emílio Ribas, en los hospitales y en la Facultad de Medicina de São José do Rio Preto (Famerp). Esos investigadores pueden reorientar su atención y utilizar el conocimiento adquirido para abordar el tema, de ser necesario, y es precisamente eso lo que está ocurriendo.

Agência FAPESP – ¿Ése fue el caso de los recursos extras concedidos a 12 proyectos en marcha?
Brito Cruz – Exactamente. Son 12 proyectos que ya contaban con financiación y los investigadores y se percataron de que, con una cantidad no muy grande de recursos, podían reorientar ciertas actividades para obtener respuestas relevantes respecto a algunos de los problemas que emergieron con el virus del Zika. Esos recursos adicionales se le solicitaron a la FAPESP en diciembre y se aprobaron en dos o tres días. Fue rápido, ya que tuvimos en cuenta la emergencia del tema. Pero, por supuesto, el hecho de haber aprobado esos recursos adicionales para proyectos en marcha no significa que otros investigadores del estado de São Paulo no puedan presentar nuevos proyectos sobre este tema. La FAPESP es una de las pocas agencias de financiación científica del mundo que acepta recibir solicitudes de financiamiento en cualquier época del año. Al mismo tiempo, existe una exigencia de calidad de la investigación que se apoya con recursos de los contribuyentes, un compromiso que se vuelve más riguroso aún cuando se trata de un tema tan importante para la salud pública. Los recursos adicionales destinados a proyectos en marcha pueden aprobarse rápidamente porque los proyectos en cuestión habían pasado anteriormente por análisis y su calidad ya había sido evaluada.

Agência FAPESP – De las 446 ayudas y becas que la FAPESP ha otorgado hasta ahora para investigaciones sobre Aedes, dengue y chikunguña, setenta y seis se encuentran actualmente en marcha. ¿Qué aspectos se abordan en esos proyectos?
Brito Cruz – Se refieren a vacunas, técnicas de serología, control del mosquito, mecanismos celulares en virología y muchos otros temas. Algunos de los proyectos abordan el control del vector, con resultados importantes, como los obtenidos con el uso de mosquitos transgénicos. Hay pequeñas empresas a las que se apoya para que desarrollen insecticidas biológicos, repelentes y sensores para serología rápida. En este momento existe, lógicamente, un especial interés en un conjunto de esfuerzos de los investigadores para intentar dilucidar la relación entre el virus del Zika y la microcefalia. Quizá sea éste uno de los elementos más importantes en este momento. El registro de casos de microcefalia y su posible relación con el virus del Zika hizo que el tema cobrase relevancia para la población brasileña y, tal como se puede ver en las noticias, esto también ha ocurrido en todo el mundo. La dilucidación científica de esa relación es algo de primera línea que debe abordarse. Otro proyecto que promete resultados muy importantes es el del estudio epidemiológico del dengue en la zona de São José do Rio Preto.

Agência FAPESP – Y entre los proyectos ya concluidos, ¿cuáles puede destacar?
Brito Cruz – El de la vacuna tetravalente contra el dengue, que ya no es objeto de investigación científica, pues se encuentra actualmente en la etapa de ensayos clínicos y tiene buenas chances de sortearlos exitosamente.

Agência FAPESP – ¿Cuál es exactamente la relación entre la FAPESP y la Red Zika?
Brito Cruz – Hasta este momento, la relación con la FAPESP ha tenido que ver con generar la posibilidad de que la red exista: desde 2000, cuando financió la VGDN, y durante la última década, financiando a cada uno de aquellos investigadores que integran la red y a sus becarios. La FAPESP además reconoció y recibió de manera favorable la idea y la solicitud de Zanotto de montar esa red inicialmente con esos recursos adicionales.

Agência FAPESP – ¿La Red Zika se limita a investigadores del estado de São Paulo o puede incluir a socios de otros estados y de otros países?
Brito Cruz – Están abocados a entablar esas colaboraciones, que son sumamente importantes, especialmente en este tema, pues la mayoría de los casos están en Pernambuco, Sergipe y Alagoas. Sería deseable que los investigadores de aquí de São Paulo colaborasen con esos lugares para tener acceso a los casos, a los datos, al material biológico necesario para hacer análisis. Y con relación a la colaboración con otros países, la FAPESP ha creado el camino para que eso se concrete.

Agência FAPESP – ¿De qué forma?
Brito Cruz – Tenemos un importante acuerdo para el cofinanciamiento de investigaciones con los National Institutes of Health (NIH) de Estados Unidos, mediante el cual cualquier científico de São Paulo puede asociarse a uno estadounidense, elaborar una solicitud de financiación y presentarla ante los NIH. Ellos nos lo comunican y la analizamos en conjunto. Tenemos el mismo tipo de acuerdo con el Medical Research Council del Reino Unido y con los demás consejos de investigación científica británicos. Esos dos caminos están abiertos. Y mantenemos también el mismo tipo de colaboración con la Comunidad Europea. No podemos esperar que surja la crisis para empezar a montar este tipo de instrumentos, pues se tardaría al menos un año.

Agência FAPESP – ¿Se han presentado nuevos proyectos de investigación enfocados en el virus del Zika?
Brito Cruz – Hay nuevos proyectos en análisis y seguramente habrá un incremento de la cantidad de propuestas que recibiremos a lo largo del año sobre este tema. Los investigadores paulistas están siempre muy conectados con los acontecimientos y saben que el tema “virus del Zika” se ha vuelto sumamente importante para Brasil y para el estado de São Paulo.

Agência FAPESP – ¿La FAPESP impartirá alguna orientación al respecto de esas investigaciones?
Brito Cruz – En este caso, la orientación ya la están dando los científicos que componen la red y sus instituciones. La FAPESP puede contribuir con su experiencia en la operación de redes de investigación y facilitar la interacción con la Secretaría de Estado de Salud y con organizaciones extranjeras. El gran reto, especialmente en este caso del combate contra el virus del Zika, radica en agilizar ostensiblemente la conexión entre el conocimiento y su aplicación. Asimismo, la FAPESP lleva adelante un trabajo junto a las universidades y las demás instituciones de investigación tendiente a articular a esos investigadores de manera tal que se logre maximizar el efecto positivo de la interacción entre ellos. Resulta esencial que los resultados se compartan, como así también los equipamientos y la infraestructura. La FAPESP ya ha hecho esto en otras áreas, tales como bioenergía, biodiversidad, genoma y naturaleza climática, y la propia red VGDN. Nos encontramos precisamente en la etapa de discutir con los investigadores los puntos temáticos en pauta, identificar los tres o cuatro problemas que deben afrontarse primeramente y cuáles serán los siguientes. Tuvimos una reunión con las prorrectorías de investigación de la USP, de la Unicamp y de la Unesp, en la cual también participaron investigadores y representantes de los institutos Butantan, Adolfo Lutz y Emílio Ribas y de la Famerp, que también cuenta con una muy buena capacidad de investigación en temas relacionados con este tema.

Agência FAPESP – Las investigaciones en el área de la salud son acreedoras de alrededor del 30% de la financiación que concede la FAPESP. ¿Qué dificultades existen para que se apliquen los resultados de esos proyectos? ¿Tienen que ver con el perfil de las instituciones de investigación, con las características de los propios proyectos, o con decisiones políticas?
Brito Cruz – Una parte enorme de los resultados de las investigaciones en el área de la salud se utiliza de inmediato, pues los mismos investigadores que realizan dichas investigaciones atienden y coordinan la atención de pacientes en centros tales como el Hospital de Clínicas de la FMUSP, el Hospital Universitario (HU) de la USP, el Hospital de Clínicas de la Unicamp, el Hospital de Clínicas de Botucatu (Unesp) y otros. Están aprendiendo y realizando una mejor atención médica al día siguiente al que obtuvieron resultados en sus investigaciones, pues es una de las áreas en las cuales la interacción para que el resultado de las investigaciones llegue a la atención es más orgánica. Esa intensidad de investigación contribuye decisivamente para la elevación de la calidad de la atención de la salud en São Paulo, tanto en los hospitales públicos como en los nosocomios privados. En otro frente, que es el de desarrollo de fármacos y protocolos, la intermediación de los organismos públicos o de empresas resulta fundamental, y los científicos de São Paulo, sus instituciones y la FAPESP buscan incesantemente oportunidades.

Agência FAPESP – ¿Qué podemos esperar en los próximos años en lo que hace a la aplicación de los resultados de las investigaciones actualmente en marcha?
Brito Cruz – El hecho de que haya en la Red Zika instituciones de investigación ligadas a la Secretaría de Estado de Salud, tal como es el caso del Instituto Butantan, ayuda a agilizar la aplicación de resultados. Es importante tener en mente que el estado de São Paulo cuenta con un sistema de salud muy bien organizado. La Secretaría de Estado de Salud tiene un muy buen funcionamiento institucional, con un sistema de recabado de datos, de información y de análisis de datos que trabaja en forma muy cercana con los institutos de investigación. Esto crea un ambiente en el cual es posible obtener más resultados en menos tiempo. El desafío es grande, pero, con investigación de excelente calidad, con persistencia y con prudencia, los primeros resultados pronto se notarán.

Lea la lista de proyectos que la FAPESP apoya en la Biblioteca Virtual-FAPESP.

 

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