La FAPESP y la compañía Koppert presentan el Centro de Investigaciones en Control Biológico

La unidad, con sede en la Escuela de Agricultura de la USP y con una inversión de 40 millones de reales, desarrollará un nuevo modelo de manejo integrado de plagas que afectan a la agricultura tropical. El objetivo es expandir la sostenibilidad del sector

Por Elton Alisson  |  Agência FAPESP – La FAPESP y Koppert Biological Systems –una empresa de soluciones para la agricultura presente en Brasil desde el año 2011–, presentaron el pasado 11 de febrero en la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz de la Universidad de São Paulo (Esalq-USP), en la localidad de Piracicaba, Brasil, el São Paulo Advanced Research Center for Biological Control (SPARCBio). 

Con una inversión de 40 millones de reales, el objetivo de este centro de investigación consistirá en desarrollar un nuevo modelo de manejo integrado de plagas y de enfermedades que afectan a la agricultura tropical, de manera tal de volver al sector más moderno y sostenible.

Los desembolsos de la FAPESP se concretarán en el marco del Programa de Centros de Investigaciones en Ingeniería (CPE).

“Será el 13º centro que crea la FAPESP gracias a la implementación de este programa cuyo objetivo consiste en motorizar recursos destinados al desarrollo de investigaciones conjuntas con el sector privado”, dijo Ronaldo Aloise Pilli, vicepresidente de la FAPESP, durante el evento.

Koppert aportará un volumen de recursos equivalente al que erogará la FAPESP. Y otro monto provendrá de la Esalq-USP, en carácter de contrapartida económica bajo la forma de los sueldos de científicos y del personal de apoyo, infraestructura e instalaciones.

“Tendremos la responsabilidad de desarrollar productos, procesos y conocimientos orientados hacia avance del manejo integrado de plagas y enfermedades y ligados al modelo agrícola brasileño, que podrá replicarse en los mismos cultivos agrícolas de países también situados en zonas tropicales”, afirmó Danilo Pedrazzoli, director industrial de Koppert en Brasil.

El CPE contará con la participación de alrededor de 50 investigadores de diversas universidades e institutos de investigación de Brasil y del exterior, además de estudiantes de grado y posgrado.

El equipo desarrollará proyectos interdisciplinarios y multidisciplinarios en cinco líneas de investigación. Una de ellas se orienta hacia la prospección de nuevos agentes de control biológico, y comprende tanto a macroorganismos (insectos y ácaros, por ejemplo) como a microorganismos (virus, bacterias y hongos).

“Uno de los objetivos de las investigaciones que se desarrollarán en este centro consiste en expandir la cartera de productos biológicos en Brasil, que aún es pequeña”, declaró a Agência FAPESP José Roberto Postali Parra, docente de la Esalq-USP y coordinador del SPARCBio.

De acuerdo con Postali Parra, mientras que en Europa ya se han descubierto aproximadamente 400 agentes biológicos de control, en Brasil, donde se ha desarrollado en el transcurso de las últimas décadas el mayor programa de control biológico existente en el mundo, se utilizan unos ocho macroorganismos y 25 microorganismos con esa finalidad.

Para incrementar esta cifra, los científicos pretenden expandir los estudios de la biodiversidad brasileña y aplicar la automatización para la cría a gran escala de macroorganismos (se trata de un proceso que requiere de mano de obra intensiva), aparte de desarrollar nuevas fórmulas para aplicaciones de microorganismos.

“De la misma manera que Brasil desarrolló a lo largo de los últimos 40 años un modelo de agricultura para las regiones tropicales y se convirtió en líder en ese campo, ahora debemos desarrollar un modelo de control biológico destinado a las áreas tropicales”, afirmó Postali Parra.

Cambios culturales

De acuerdo con los investigadores presentes en el evento, Brasil cuenta con el mayor programa de control biológico del mundo –que se ejecuta actualmente en 10 millones de hectáreas de cultivos, fundamentalmente de caña de azúcar– y es el país donde más crece esta técnica en el mundo, a tasas del 20% anual.

Una avispa que parasita huevos, la especie Trichogramma galloi, por ejemplo, que Postali Parra estudia desde 1984, se ha venido aplicando desde el año 2000 en el combate contra una de las principales plagas agrícolas: el barrenador de la caña de azúcar.

“Solamente este año, este insecto actuará en 2 millones de hectáreas de caña de azúcar, mediante sueltas que se efectuarán en un 91% con drones”, dijo Postali Parra.

Con todo, existen muchos retos con miras a ampliar la aplicación del control biológico en el país, según ponderaron los investigadores. Entre estos retos se encuentran el de promover cambios en la cultura de la utilización de productos agroquímicos por parte de los agricultores brasileños y el de tratar las grandes extensiones cultivadas mediante el control biológico.

“En los Países Bajos, donde fue fundada Koppert, el control biológico se realiza en invernaderos. Es muy distinto efectuar el control biológico en grandes cultivos de caña de azúcar, maíz, soja y café, por ejemplo, tal como se hace en Brasil. Entendemos que apenas si estamos al comienzo del trabajo”, dijo Paul Koppert, CEO de la empresa, durante el evento.

Las investigaciones del nuevo centro se relacionarán fundamentalmente con el manejo integrado de las plagas de los cultivos de soja, caña de azúcar, maíz, algodón, café, frutas cítricas y hortalizas.