Con el surgimiento de los nuevos medios, las visiones tradicionales de la comunicación de la ciencia pasan por una redefinición, señala Dominique Brossard, de la University of Wisconsin-Madison (fotos: PCST)
El análisis es de los expertos presentes en el 13º Congreso Internacional sobre Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología, realizado en la ciudad de Salvador de Bahía
El análisis es de los expertos presentes en el 13º Congreso Internacional sobre Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología, realizado en la ciudad de Salvador de Bahía
Con el surgimiento de los nuevos medios, las visiones tradicionales de la comunicación de la ciencia pasan por una redefinición, señala Dominique Brossard, de la University of Wisconsin-Madison (fotos: PCST)
Por Elton Alisson, desde Salvador
Agência FAPESP – Las nuevas plataformas de la web 2.0 –como se le denomina al uso interactivo de internet–, tales como los blogs y las redes sociales, han transformado el modo de comunicar la ciencia y han expandido la difusión de contenidos científicos en diversos países, Brasil inclusive.
Dicha evaluación estuvo a cargo de los expertos que integraron un panel sobre el uso de medios sociales en la comunicación de la ciencia, durante la 13ª Conferencia Internacional sobre Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología (PCST), realizada entre los días 5 y 8 de mayo en la ciudad de Salvador de Bahía.
Bajo el tema central “La divulgación de la ciencia para la inclusión social y el compromiso político”, el encuentro se realizó por primera vez en Latinoamérica y reunió a estudiosos de más de 50 países para debatir las prácticas y estrategias de comunicación y divulgación científica implementadas en diferentes partes del planeta.
“Con el surgimiento de los nuevos medios online, las visiones tradicionales de la comunicación de la ciencia pasan por una redefinición”, dijo Dominique Brossard, docente y jefa del Departamento de Comunicación de Ciencias de la Vida de la University of Wisconsin-Madison, de Estados Unidos.
“Tenemos cada vez más blogs de ciencia en diversos países, que en buena medida no son redactados por científicos o periodistas científicos, sino por personas comunes, con intereses específicos en determinados temas científicos, quienes en un intento por entender la ciencia, han producido contenido de una manera que no se hacía hace diez años”, dijo Brossard, quien conduce el Laboratorio de Investigación en Ciencia, Comunicación Social y Público (Scimep, por sus siglas en inglés) de la referida universidad estadounidense.
De acuerdo con Brossard, además de los blogs, otros medios sociales como Facebook y Twitter han tenido un fuerte impacto sobre el compromiso público en ciencia y tecnología.
Sin embargo, se requieren más datos empíricos a los efectos de evaluar la real dimensión de tal impacto, del modo de relación del público con esos nuevos medios y de las modalidades de difusión de la información en esos nuevos medios de comunicación, afirmó la investigadora.
“Diversos estudios han demostrado que las redes sociales contribuyen para con la difusión de noticias sobre diversos temas, incluso sobre ciencia y tecnología, y que el público se expresa ampliamente a favor de la publicación de noticias en las redes sociales”, apuntó.
“Pero la investigación sobre la comunicación online de la ciencia todavía reviste muchos desafíos, y se hacen necesarios más estudios para comprobar nuestros supuestos, que son distintos a los que teníamos con relación a los medios tradicionales”, analizó Brossard.
Según la investigadora, algunos estudios recientes –tales como el Reuters Institute Digital News Report 2013, publicado en julio del año pasado por el Reuters Institute for the Study of Journalism, de la Oxford University, del Reino Unido– indican que el público consume cada vez más noticias online. En el caso de las noticias sobre ciencia y tecnología, esta tendencia no es diferente.
“La gente se vuelca cada vez más hacia los ambientes online con el objetivo de hallar información sobre ciencia y seguir de cerca los progresos científicos”, afirmó.
“Y en muchos países, la gente busca cada vez más información científica mediante el uso de los buscadores como Google en lugar de seguir fuentes específicas, tales como los sitios web de los principales periódicos de su país”, apuntó Brossard.
Una de las características de las noticias publicadas actualmente en el universo online, de acuerdo con la investigadora, indica que las mismas salen cada vez más contextualizadas, es decir, vienen acompañadas por secciones de comentarios y son “tuiteadas”, “retuiteadas” y reproducidas en las redes sociales.
Según Brossard, esos “rastros” de las noticias pueden utilizarse como indicadores en investigaciones del área de la Ciencia de la Comunicación, a los efectos de recabar datos empíricos para la realización de estudios sobre la comunicación online. “Pueden suministrarnos pistas para analizar los efectos de las noticias sobre ciencia en el universo online, por ejemplo”, señaló.
Una de las constataciones que se efectuaron en un estudio de su grupo en el Scimep, con base en algunas de estas “pistas contextuales”, tal como Brossard las denomina, apunta que los comentarios publicados sobre una noticia pueden cambiar la forma de interpretarla de los lectores.
“Descubrimos que los comentarios pueden modificar la percepción y la opinión de otros lectores con relación a los resultados de una investigación científica informados en un artículo publicado en una plataforma online”, dijo Brossard.
Con el objetivo de minimizar este efecto, algunos medios, tal como es el caso de la revista de divulgación científica estadounidense Popular Science, decidieron desactivar la sección de comentarios de los lectores en sus ediciones online, apuntó la investigadora. “Esta acción nos suministró evidencias empíricas de nuestras conclusiones”, afirmó Brossard.
El diálogo con el público
A juicio de los participantes del panel, pese al aporte de los medios sociales al incremento de la difusión de contenidos relacionados con la ciencia en el mundo, los comunicadores de la ciencia los utilizan y los exploran escasamente.
Tanto los periodistas científicos como los propios científicos se encuentran poco representados en el universo digital, señalaron.
“Los científicos y los periodistas científicos deben adaptarse y hacerse más presentes en estos nuevos medios”, dijo Mohammed Yahia, editor de Nature Middle East, el sitio web de la revista científica británica que se aboca a las noticias del mundo árabe relacionadas con la ciencia.
“Para ello es necesario estar dispuestos a escuchar qué desea saber el público, y estar abiertos a los comentarios sobre el trabajo que muchas veces son terribles, pero también a recibir sugerencias muy buenas, que pueden ser útiles para mejorar la narración de las historias sobre descubrimientos científicos”, evaluó.
De acuerdo Yahia, los medios sociales les permiten a los comunicadores de ciencia un acercamiento al público y a ejercitar el compromiso con las historias que cuentan.
Una experiencia en algunos países de Europa y Estados Unidos, según Yahia, es la de los podcasts científicos –archivos de audio transmitidos vía internet– en los cuales se los invita a los oyentes a contestar determinadas preguntas sobre un cierto problema científico, y sus respuestas se incorporan en las entregas siguientes.
“Es necesario que los comunicadores de ciencia procuren involucrar a su público en la producción de sus historias”, dijo Yahia. “Al hacerlo, el público también pasa a sentirse dueño de la historia relatada y manifiesta un mayor interés en investigar acerca de un determinado tema científico, y acrecentar y compartir información”, estimó.
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