A la izquierda, un colibrí caribeño gorgimorado (Eulampis jugularis) visita una flor del género Heliconia; a la derecha, la flor recibe la visita de un platanero (Coereba flaveola) (fotos: Ethan Temeles/Amherst College)
La catástrofe casi diezmó a la población de un colibrí que era el polinizador exclusivo de dos especies similares de plantas, con lo cual abrió espacio para la labor análoga de otros pájaros, según lo revela un estudio publicado en la revista New Phytologist. Este resultado muestra que la extinción de especies es más compleja de lo que se imaginaba
La catástrofe casi diezmó a la población de un colibrí que era el polinizador exclusivo de dos especies similares de plantas, con lo cual abrió espacio para la labor análoga de otros pájaros, según lo revela un estudio publicado en la revista New Phytologist. Este resultado muestra que la extinción de especies es más compleja de lo que se imaginaba
A la izquierda, un colibrí caribeño gorgimorado (Eulampis jugularis) visita una flor del género Heliconia; a la derecha, la flor recibe la visita de un platanero (Coereba flaveola) (fotos: Ethan Temeles/Amherst College)
Por José Tadeu Arantes | Agência FAPESP – Las plantas con flores dependen en su mayoría de los animales concretar su polinización. En las zonas tropicales, que son cálidas y húmedas, más del 90 % de todas las especies vegetales cuenta con la acción de la polinización animal. En Dominica, país constituido por una isla en el Caribe, se estableció una asociación mutualista sumamente estrecha entre dos especies de plantas del género Heliconia (bijaos, plátanos silvestres de Cuba, Heliconia bihai y H. caribaea) y su polinizador, el colibrí caribeño gorgimorado (Eulampis jugularis). Dicha relación, al ser específica, aparecía mencionada a menudo como un ejemplo en la literatura especializada.
Por este motivo, cuando el huracán María (de categoría 5, la más alta de la escala Saffir-Simpson, con vientos persistentes de más de 250 kilómetros por hora) devastó la región en 2017 y mató al 75 % de toda la población de colibríes caribeños gorgimorados, se creyó que dichas especies de Heliconia estaban condenadas a la extinción.
Sin embargo, un estudio publicado recientemente en el periódico científico New Phytologist mostró que, sorprendentemente, otras especies de pájaros las empezaron a polinizar. El referido trabajo se concretó en el marco de una colaboración internacional de científicos que contó con una importante participación del Centro de Investigaciones en Biodiversidad y Cambios del Clima (CBioClima), un Centro de Investigación, Innovación y Difusión (CEPID) de la FAPESP con sede en el campus de la ciudad de Rio Claro de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), en Brasil.
“En el año 2022 realizamos una investigación bastante detallada en la región, analizando los tipos y los índices de visitas de aves a las flores de Heliconia y la precipitación de polen. Los resultados mostraron alteraciones drásticas: otras especies de colibríes y también un pájaro llamado platanero (Coereba flaveola) empezaron a visitar y a polinizar las flores de Heliconia a índices similares o superiores a los del Eulampis jugularis”, dice Fernando Gonçalves, investigador del CBioClima, quien en la actualidad trabaja en el Bascompte's lab, de la Universität Zürich (UZH), en Suiza.
“Nuestro análisis sugirió que el declive poblacional del colibrí caribeño gorgimorado redundó en la ruptura de la exclusión competitiva, lo cual permitió que otras aves se convirtiesen en polinizadores efectivos. La investigación también indicó que los sistemas de polinización especializados pueden transformarse en generalizados luego de trastornos naturales tales como los huracanes y dotar de resiliencia al ecosistema”, prosigue el investigador.
Gonçalves informa que el referido estudio se concretó mediante la captura de los pájaros cerca de las plantas del género Heliconia con el empleo de “redes de neblina” (similares a las redes de voleibol) y recogiendo los pólenes eventualmente adheridos a los picos y a las plumas con una jalea especial. Al mismo tiempo, cámaras ubicadas delante de las plantas permitían observar qué pájaros las visitaban. A su vez, la inspección de los estigmas de las flores tras las visitas de los pájaros permitía verificar se había pólenes adheridos y la culminación de la polinización.
“Eulampis jugularis es muy territorial y agresivo. Mientras que su población era grande, ninguna otra especie de pájaro podía acercarse a las plantas de Heliconia. Pero cuando la población se redujo a tan solo una cuarta parte de la original, ya no había ejemplares suficientes como para impedir la llegada de otras especies de colibríes y también de plataneros. Estos nuevos polinizadores son muy generalistas: recogen pólenes en diversos tipos de plantas y también se alimentan de frutos, en el caso del platanero”, explica Gonçalves.
Este descubrimiento fue notable por dos motivos. En primer lugar, porque se creía que solamente E. jugularis sería capaz de polinizar a los ejemplares H. bihai y H. caribaea, pues la configuración de las flores de ambas especies de Heliconia corresponde al tamaño y a la curvatura específica del pico del colibrí caribeño gorgimorado. Las hembras de E. jugularis, con sus picos largos y curvos, son las principales polinizadoras de H. bihai, mientras que H. caribaea es polinizada tanto por las hembras como por los machos, de picos más cortos y rectos.
En segundo lugar –y esto es aún más importante–, porque demostró que el proceso de extinción de especies es más complejo de lo que se imaginaba. La devastación producida por el huracán María rompió la relación de adaptación mutua y codependencia entre ambas especies, con lo cual hizo posible que otros ejemplares de especies ocuparan el papel de aquéllas que menguaron. La trayectoria evolutiva fluctúa, no se restringe tanto como se pensaba. Esto resulta especialmente relevante en el actual contexto de crisis climática, con un aumento de la frecuencia de eventos extremos (grandes sequías, lluvias torrenciales, anegamientos, huracanes, etc.) y extinción acelerada de especies.
“Estimamos que, de no ocurrir otras destrucciones masivas en Dominica, dentro de unos 15 o 20 años ambas especies de Heliconia y el colibrí caribeño gorgimorado volverán a entablar su relación exclusiva. Sucede que la población de E. jugularis para entonces habrá aumentado y sus ejemplares pasarán a defender nuevamente el territorio”, afirma Gonçalves. El estudioso comenta que ahora su equipo está llevando adelante nuevas investigaciones en el área con miras a confirmar o no dicha hipótesis. El grupo pretende evaluar también los impactos de los fenómenos naturales sobre la conducta evolutiva de otras especies. “Estamos monitoreando otros huracanes en la zona para luego volver allí y entender sus consecuencias”, culmina diciendo el investigador.
Puede accederse a la lectura del artículo intitulado Hurricane-induced pollinator shifts in a tightly coadapted plant–hummingbird mutualism completo en el siguiente enlace: nph.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/nph.19938.
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