En el marco de un estudio, se analizaron los cambios en el ambiente construido para la promoción de las actividades físicas en la mayor ciudad brasileña entre los años 2015 y 2020 con base en datos de bibliotecas públicas online y de secretarías municipales y del estado paulista (imagen: Tuca Vieira)
En el marco de un estudio, se analizaron los cambios en el ambiente construido para la promoción de las actividades físicas en la mayor ciudad brasileña entre los años 2015 y 2020 con base en datos de bibliotecas públicas online y de secretarías municipales y del estado paulista
En el marco de un estudio, se analizaron los cambios en el ambiente construido para la promoción de las actividades físicas en la mayor ciudad brasileña entre los años 2015 y 2020 con base en datos de bibliotecas públicas online y de secretarías municipales y del estado paulista
En el marco de un estudio, se analizaron los cambios en el ambiente construido para la promoción de las actividades físicas en la mayor ciudad brasileña entre los años 2015 y 2020 con base en datos de bibliotecas públicas online y de secretarías municipales y del estado paulista (imagen: Tuca Vieira)
Por Ricardo Muniz | Agência FAPESP – Un artículo publicado en la revista Cities & Health apunta cambios importantes entre los años 2015 y 2020 en el ambiente construido para la promoción de las actividades físicas en la ciudad de São Paulo, la mayor ciudad de Brasil y el núcleo de la mayor metrópolis del hemisferio sur. La expansión más significativa que se verificó en el estudio longitudinal se produjo en la cantidad de gimnasios al aire libre (109 %), ciclovías (67 %), estaciones de tren, metro y ómnibus (15 %) e instalaciones deportivas (12 %). Con todo, este crecimiento exhibió distintos niveles al considerarse las zonas de la ciudad y los ingresos de los sectores censuales.
Un estudio longitudinal es un método de investigación cuyo objetivo consiste en evaluar las variaciones en las características de los mismos elementos de muestra en el transcurso de un período de tiempo más dilatado. Mediante la utilización de datos de bibliotecas públicas online y de secretarías municipales y del estado paulista, se midieron plazas públicas, parques, instalaciones deportivas, clubes comunitarios, gimnasios al aire libre, ciclovías y ciclobandas, estaciones de tren y metro, terminales de ómnibus y unidades de salud.
Las zonas más pobres de la ciudad poseían menos ciclovías y ciclobandas (28,9 km) y fueron también las menos favorecidas a través de la creación de nuevas estructuras (24,2 km). En el otro extremo, las áreas más ricas, que antes ya contaban con 178,9 km de ciclovías y ciclobandas, fueron las que más registraron un aumento también en valores absolutos (111,5 km de nuevas estructuras).
“Con base en los resultados del estudio se pueden ejecutar ciertas aplicaciones prácticas. Es posible notar que, aun a que existen diversos criterios para definir el lugar de creación de esas estructuras, aspectos relacionados con la equidad pueden estar subconsiderándose”, destaca Inaian Pignatti Teixeira, quien efectuó el análisis como parte de su proyecto de posdoctorado en la Escuela de Artes, Ciencias y Humanidades de la Universidad de São Paulo (EACH-USP), con el apoyo de la FAPESP.
Según Alex Antonio Florindo, docente de la EACH-USP y supervisor del proyecto, se detectaron lagunas importantes, toda vez que las facilidades de esparcimiento, que de por si son insuficientes en cantidad, también se encuentran mal distribuidas. “Necesitamos ampliar ese acceso fundamentalmente hacia los extremos de la ciudad, hacia las zonas sur y este. Se necesitan políticas más fuertes para implementar esas estructuras en donde residen las personas de menor nivel socioeconómico, pues por los estudios epidemiológicos sabemos que, cuanto menor es el nivel socioeconómico y la escolaridad, menos probabilidades tiene la gente de practicar actividades físicas como esparcimiento”, relata Florindo, quien coordina un Proyecto Temático sobre estudios longitudinales en actividades físicas.
Las plazas también son más frecuentes en áreas de mayores ingresos, pero su cantidad ha venido aumentando en los lugares menos favorecidos, como así también el de clubes deportivos y las estaciones de tren y metro y las terminales de ómnibus, que pueden estimular el caminar como forma de transporte.
Estas estructuras facilitan el compromiso con la actividad física, especialmente si están ubicadas en un radio de hasta 500 metros de donde se reside. “Detectamos que el ambiente construido puede contribuir muy fuertemente para mejorar las prácticas de actividades físicas, ya sea recreativamente o como medio de transporte, en el caso de las bicicletas o al caminar, por ejemplo”, añade Florindo. Los datos aún se están analizando y los investigadores también verificarán la influencia del ambiente y la relación con factores tales como la obesidad, la depresión y las enfermedades cardiovasculares.
El plan director
Las políticas y los planes de la ciudad cumplen un importante papel en la promoción de la actividad física a través de modificaciones en el diseño urbano y en los sistemas de transporte. La verificación tendiente a saber si están ejecutándose de manera eficaz ayuda a destacar las mejoras necesarias. Los resultados de este estudio pueden servir para fomentar el debate sobre los efectos de las acciones implementadas y de proyectos futuros.
“Estas grandes políticas se pusieron en marcha en São Paulo a partir de la implantación del Plan Director en el año 2014, el cual preconizaba una expansión y una mayor distribución de las áreas verdes y otras estructuras. Y eso efectivamente sucedió, tal como lo verificamos en el estudio”, sostiene Florindo. Con todo, ese aumento aún es poco significativo en muchos de los aspectos analizados. “De acuerdo con el Plan Director de São Paulo, debería priorizarse la creación de nuevos parques, pero nuestros resultados apuntan un aumento discreto, de solo un 2 %”, advierte Teixeira.
Para la investigadora, el tipo de estudio longitudinal realizado constituye una importante herramienta de monitoreo. “Estos estudios, que acompañan los cambios en el ambiente en el transcurso del tiempo, son necesarios para inferir una relación causal, aparte de ser más robustos, toda vez que excluyen variaciones temporales y diferencias individuales.”
Los investigadores explican que existen innumerables trabajos que relacionan el ambiente en donde viven las personas y las prácticas de actividades físicas, fundamentalmente como forma de recreación o de transporte. Con todo, las mismas se realizaron en mayor medida en países de altos ingresos, con un diseño transversal, lo que revela una laguna notable entre el ambiente y la actividad física pariendo de investigaciones longitudinales, especialmente referentes a países de bajos y medianos ingresos.
Puede leerse el artículo intitulado Built environments for physical activity: a longitudinal descriptive analysis of Sao Paulo city, Brazil en el siguiente enlace: www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/23748834.2022.2127173.
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