Las asociaciones en la investigación científica constituyen temas de debate

La FAPESP Week California discute la formación superior de los estudiantes en Brasil y Estados Unidos y estrategias tendientes a expandir las cooperaciones institucionales

Por Fernando Cunha, desde Berkeley (EE.UU.)

Agência FAPESP – Durante el panel de clausura del simposio FAPESP Week California en la University of California, en Berkeley, el día 18 de noviembre, se debatieron las condiciones de ingreso y permanencia de estudiantes en la educación superior y las perspectivas de las colaboraciones internacionales en investigación científica en Estados Unidos y en el estado de São Paulo.

En el marco de la disertación intitulada “La educación superior en São Paulo: tendencias y oportunidades recientes”, Renato Pedrosa, del Departamento de Política Científica y Tecnológica de la Universidad de Campinas (DPCT/ Unicamp) y miembro de la coordinación adjunta de Programas Especiales de la FAPESP, hizo hincapié en la dificultad de análisis del desempeño de la educación superior en Brasil, como consecuencia de la cantidad sumamente escasa de estudios sobre el tema, particularmente acerca de cómo toman sus decisiones las personas a la hora de ingresar en ese nivel de la educación.

Pedrosa mostró datos del Censo de la Educación Básica y de la Educación Superior del Ministerio de Educación que muestran un salto en la matrícula: de 1.500.000 inscritos en 2007 a 2.400.00 en 2013 en instituciones públicas y privadas. La misma investigación apuntó que a partir de 2008, el número de alumnos inscritos en la enseñanza superior llegó a superar en más de 600 mil al de egresados de la enseñanza media.

Para Pedrosa, este crecimiento se debe a los programas y a las medidas de estímulo, tales como el Programa Universidad para Todos (Prouni), el Programa de Apoyo a Planes de Reestructuración de las Universidades Federales (Reuni) y el Ciencia sin Fronteras; a la expansión de los créditos a través del Programa de Financiamiento Estudiantil (Fies); a las políticas afirmativas para ciudadanos negros y de escasos ingresos, y al Sistema Nacional de Evaluación de la Educación Superior.

“Pero aún tenemos actualmente una visión impresionista de la situación, que corrobora la observación de que la necesidad de entrar en el mercado de trabajo y la de apoyar económicamente a la familia, por ejemplo, han impedido la permanencia de una cantidad mayor de alumnos ingresantes en el sistema educativo”, dijo Pedrosa.

Oscar Dubón Jr., profesor asociado y director del área de Equidad e Inclusión de la Facultad de Ingeniería de la UC Berkeley, detecta en su unidad el desafío de incrementar la capacidad de atención para elevar el bajo índice de ingreso de alumnos, que es de un 9,5%, en tanto que el índice total de la universidad es del 18,6%.

Para el investigador, la UC Berkeley en general debe atraer a una cantidad mayor de talentos para elevar su competitividad en la formación de profesionales en tecnología y para dotar de calificación a la fuerza de trabajo en California.

“En un estado con casi 1 millón de profesionales graduados en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática y una expectativa del 19% de crecimiento de la cantidad de empleos durante la próxima década, estamos graduando [en la universidad] tan sólo a 21 mil estudiantes por año [en esas áreas]”, dijo.

Colaboraciones y acuerdos internacionales

Ron Gronsky, asistente del rector de la UC Berkeley para Relaciones Internacionales e investigador en Ciencia de Materiales e Ingeniería, dijo que el compromiso global constituye uno de los tres principios básicos de la gestión actual de la UC Berkeley.

“Pretendemos erigirnos como un polo internacional, con la presencia en nuestra universidad de grupos de investigación de algunas de las mejores universidades y empresas de alta tecnología del mundo, que podrán trabajar codo a codo con científicos locales en el campus de la UCB”, dijo.

En cuanto a la estrategia de cooperación, Judson King, investigador del Centro de Estudios en Educación Superior de la UC Berkeley, ponderó que la cooperación científica que empezó con el contacto entre investigadores con intereses comunes es más natural, y es más fácil que se concrete que las colaboraciones producto de acuerdos formales entre instituciones.

“Los resultados de proyectos específicos desarrollados por la vía de la cooperación son potencialmente mucho mayores y pueden ir mucho más allá de aquéllos que obtendría cada científico individualmente”, dijo King.

Para él, las dificultades para hacer avanzar la cooperación son mayores cuando se inicia un esfuerzo conjunto de investigación con el compromiso de una gran parte de la comunidad académica de cada institución. “Por otra parte, el interés genuino de ciertos colegas en determinados temas e intereses comunes puede facilitar la adhesión de otros grupos de investigación y propagarse hacia toda la institución”, dijo.

En el cierre del simposio, Carlos Henrique de Brito Cruz, director científico de la FAPESP, puso de relieve que la cooperación que se inició entre investigadores con intereses comunes en temas específicos constituye una forma eficaz de expandir la cooperación institucional.

“La FAPESP puede ofrecer varios mecanismos destinados a promover el intercambio entre científicos de California y del estado de São Paulo”, dijo.

“Tenemos alrededor de 30 mil investigadores en universidades de São Paulo, y la FAPESP puede representar una puerta de entrada hacia la mitad de la ciencia que se hace en Brasil. Ésta sería una manera de entablar conexiones que podrían avanzar hacia un acuerdo de cooperación”, dijo.

De acuerdo con Brito Cruz, los acuerdos internacionales concretados por la FAPESP han generado muchos proyectos asociados y nuevas oportunidades para colaboraciones.