Las universidades y las instituciones de C&T necesitan apoyo continuo, dicen expertos

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Agência FAPESP* –Por Elton Alisson  |  Agência FAPESP – Urge desburocratizar el funcionamiento de las universidades e instituciones de investigación e institucionalizar el apoyo a éstas que asegure un flujo continuo de financiación para que el sistema brasileño de ciencia y tecnología pueda avanzar.
Éste fue el análisis de los participantes en un debate sobre las políticas de ciencia e innovación en Brasil realizado el pasado día miércoles 29 de marzo en el auditorio del periódico Folha de S. Paulo, que le dio marco a la presentación del libro Um aprendiz de Quixote [Un aprendiz de Quijote], la autobiografía del físico Rogério Cezar de Cerqueira Leite.
Además del autor, tomaron parte en dicho debate José Goldemberg, presidente de la FAPESP, Helena Nader, presidente de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC), y Luiz Davidovich, presidente de la Academia Brasileña de Ciencias (ABC).
De Cerqueira Leite, ingeniero electrónico egresado del Instituto Tecnológico de Aeronáutica (ITA), en São Paulo, Brasil, en donde se desempeñó como profesor, y doctor en Física por la Université Paris-Sorbonne (Paris IV), donde también ejerció la docencia, trabajó también como investigador en Bell Laboratories, en Estados Unidos.
En Brasil dirigió el Instituto de Física y creó el Departamento de Física del Estado Sólido de la Universidad de Campinas (Unicamp), donde también implementó el Departamento de Música y el Instituto de Artes.
En la década de 1980, De Cerqueira Leite articuló la creación del Laboratorio Nacional de Luz Sincrotrón (LNLS) en Campinas, cuya gestión en la actualidad está a cargo del Centro Nacional de Investigaciones en Energía y Materiales (CNPEM), del cual fue presidente del consejo de administración y es actualmente presidente honorario.
Fue miembro de consejos de entidades científicas tales como la SBPC y la FAPESP, creó y dirigió Codetec durante 20 años –la empresa que instaló la primer incubadora tecnológica de Brasil– y planificó e instituyó la Compañía de Desarrollo del Tecnopolo de Campinas (Ciatec), uno de los primeros parques tecnológicos del mundo.
“Tal como lo describo en el libro, he luchado mucho contra la mediocridad que existe en muchas universidades e instituciones de investigación de Brasil, lo que genera una burocracia inmensa”, dijo De Cerqueira Leite.
A su juicio, el sistema de elecciones directas de rectores, decanos o directores y otros cargos vigente en la mayoría de las universidades e instituciones de investigación en Brasil contribuyó para instaurar un juego de poder y de intercambio de favores por el cual todos pretenden participar en el proceso de toma de decisiones.
Una de las consecuencias de este proceso decisorio ampliamente participativo, en su opinión, fue la multiplicación de comisiones dentro de las universidades y de las instituciones de investigación para la toma de decisiones que llevó a que se invirtieran los valores.
“Esa institución de poder y de responsabilidad que esa ‘democratitis aguda’ provoca dentro de las universidades e instituciones de investigación es perversa”, sostuvo De Cerqueira Leite. “Nadie le da más bolilla a los que hacen investigación y no se le da más importancia al talento en esas instituciones”, afirmó.
El científico consignó que las universidades e instituciones de investigación de Brasil deberían seguir el modelo estadounidense de selección de rectores y directores o decanos, por ejemplo, que le encarga a un grupo de gente la elección de las personas más aptas para ocupar esos cargos.
“Es necesario reducir la democracia inmensa que ha generado la ‘democratitis’, que es una enfermedad buena, pero que no funciona en un sistema tal como el de una universidad o una institución de investigación, en el cual debe asignársele valor al talento y no al juego de favores y de poder”, sostuvo.
Además de eliminar la burocracia, también hay que institucionalizar la idea de hacer ciencia en Brasil mediante el apoyo continuo a las universidades e instituciones de investigación existentes en el país, de manera tal de asegurar su funcionamiento permanente, señaló José Goldemberg.
A juicio del presidente de la FAPESP, la Universidad de São Paulo (USP) constituye el mejor ejemplo de institucionalización del apoyo a una institución que hace investigación, toda vez que dispone de un presupuesto razonable y puede fijar estándares en el transcurso de los años que pueden ser comparables.
“Estamos afrontando muchas dificultades para institucionalizar el apoyo a la ciencia en Brasil, tal como le está pasando ahora al profesor Rogério con el proyecto Sirius [la nueva fuente brasileña de luz sincrotrón, en construcción en el LNLS]. Esos proyectos de vanguardia deben contar con apoyo continuo”, señaló.
Según Goldemberg, una de las formas de lograr la institucionalización del apoyo a la investigación científica consiste en asegurar la vinculación de los recursos destinados a las universidades, instituciones de investigación y agencias de fomento, tal como sucede en el caso de la USP y en el de la FAPESP. “Sin recursos vinculados no se logra planificar”, sostuvo.
Aumentar las inversiones
A su vez, la presidente de la SBPC sostuvo durante el debate que es necesario contar no solamente con la garantía sino también con un aumento de las inversiones públicas en ciencia y tecnología en Brasil.
De acuerdo con cálculos realizados por la entidad, del total de gastos declarados a nivel nacional, tan sólo el 0,32% corresponde al Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Comunicaciones.
“Ese porcentaje de inversión en ciencia y tecnología no puede ser, de ninguna manera, el de un país que pretende ser soberano, competir con la industria 4.0 y hacer innovación”, apuntó.
Europa pretende destinar el 3% de su Producto Interno Bruto (PIB) a investigación y desarrollo (I&D) en 2020, y Estados Unidos invierte en la actualidad un 2,7% de su PIB en investigación científica, mientras que el total de erogaciones públicas y privadas en I&D en Brasil actualmente se ubica en el 1% del PIB, comparó Davidovich.
“Estamos atravesando una grave crisis económica, pero la pregunta es cómo vamos a salir de esto. El primer error ya se cometió, que fue el de clasificar a los recursos destinados a ciencia, tecnología e innovación como gastos y no como inversiones”, afirmó.
“La corriente hegemónica de economistas en Brasil no se da cuenta del papel estructurador esencial de la ciencia y tecnología en el desarrollo económico del país”, sostuvo.
Um aprendiz de Quixote (en portugués)
Publicación: 2016
Precio: 35 reales
Páginas: 194
Más información en: verbenaeditora.com.br/products/um-aprendiz-de-quixote

<p><b>Por Elton Alisson  |  Agência FAPESP</b> – Urge desburocratizar el funcionamiento de las universidades e instituciones de investigación e institucionalizar el apoyo a éstas que asegure un flujo continuo de financiación para que el sistema brasileño de ciencia y tecnología pueda avanzar.</p>
<p>Éste fue el análisis de los participantes en un debate sobre las políticas de ciencia e innovación en Brasil realizado el pasado día miércoles 29 de marzo en el auditorio del periódico <i>Folha de S. Paulo</i>, que le dio marco a la presentación del libro <i>Um aprendiz de Quixote</i> [<i>Un aprendiz de </i><i>Quijote</i>], la autobiografía del físico Rogério Cezar de Cerqueira Leite.</p>
<p>Además del autor, tomaron parte en dicho debate José Goldemberg, presidente de la FAPESP, Helena Nader, presidente de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC), y Luiz Davidovich, presidente de la Academia Brasileña de Ciencias (ABC).</p>
<p>De Cerqueira Leite, ingeniero electrónico egresado del Instituto Tecnológico de Aeronáutica (ITA), en São Paulo, Brasil, en donde se desempeñó como profesor, y doctor en Física por la Université Paris-Sorbonne (Paris IV), donde también ejerció la docencia, trabajó también como investigador en Bell Laboratories, en Estados Unidos.</p>
<p>En Brasil dirigió el Instituto de Física y creó el Departamento de Física del Estado Sólido de la Universidad de Campinas (Unicamp), donde también implementó el Departamento de Música y el Instituto de Artes.</p>
<p>En la década de 1980, De Cerqueira Leite articuló la creación del Laboratorio Nacional de Luz Sincrotrón (LNLS) en Campinas, cuya gestión en la actualidad está a cargo del Centro Nacional de Investigaciones en Energía y Materiales (CNPEM), del cual fue presidente del consejo de administración y es actualmente presidente honorario.</p>
<p>Fue miembro de consejos de entidades científicas tales como la SBPC y la FAPESP, creó y dirigió Codetec durante 20 años –la empresa que instaló la primer incubadora tecnológica de Brasil– y planificó e instituyó la Compañía de Desarrollo del Tecnopolo de Campinas (Ciatec), uno de los primeros parques tecnológicos del mundo.</p>
<p>“Tal como lo describo en el libro, he luchado mucho contra la mediocridad que existe en muchas universidades e instituciones de investigación de Brasil, lo que genera una burocracia inmensa”, dijo De Cerqueira Leite.</p>
<p>A su juicio, el sistema de elecciones directas de rectores, decanos o directores y otros cargos vigente en la mayoría de las universidades e instituciones de investigación en Brasil contribuyó para instaurar un juego de poder y de intercambio de favores por el cual todos pretenden participar en el proceso de toma de decisiones.</p>
<p>Una de las consecuencias de este proceso decisorio ampliamente participativo, en su opinión, fue la multiplicación de comisiones dentro de las universidades y de las instituciones de investigación para la toma de decisiones que llevó a que se invirtieran los valores.</p>
<p>“Esa institución de poder y de responsabilidad que esa ‘democratitis aguda’ provoca dentro de las universidades e instituciones de investigación es perversa”, sostuvo De Cerqueira Leite. “Nadie le da más bolilla a los que hacen investigación y no se le da más importancia al talento en esas instituciones”, afirmó.</p>
<p>El científico consignó que las universidades e instituciones de investigación de Brasil deberían seguir el modelo estadounidense de selección de rectores y directores o decanos, por ejemplo, que le encarga a un grupo de gente la elección de las personas más aptas para ocupar esos cargos.</p>
<p>“Es necesario reducir la democracia inmensa que ha generado la ‘democratitis’, que es una enfermedad buena, pero que no funciona en un sistema tal como el de una universidad o una institución de investigación, en el cual debe asignársele valor al talento y no al juego de favores y de poder”, sostuvo.</p>
<p>Además de eliminar la burocracia, también hay que institucionalizar la idea de hacer ciencia en Brasil mediante el apoyo continuo a las universidades e instituciones de investigación existentes en el país, de manera tal de asegurar su funcionamiento permanente, señaló José Goldemberg.</p>
<p>A juicio del presidente de la FAPESP, la Universidad de São Paulo (USP) constituye el mejor ejemplo de institucionalización del apoyo a una institución que hace investigación, toda vez que dispone de un presupuesto razonable y puede fijar estándares en el transcurso de los años que pueden ser comparables.</p>
<p>“Estamos afrontando muchas dificultades para institucionalizar el apoyo a la ciencia en Brasil, tal como le está pasando ahora al profesor Rogério con el proyecto Sirius [<i>la nueva fuente brasileña de luz sincrotrón, en construcción en el LNLS</i>]. Esos proyectos de vanguardia deben contar con apoyo continuo”, señaló.</p>
<p>Según Goldemberg, una de las formas de lograr la institucionalización del apoyo a la investigación científica consiste en asegurar la vinculación de los recursos destinados a las universidades, instituciones de investigación y agencias de fomento, tal como sucede en el caso de la USP y en el de la FAPESP. “Sin recursos vinculados no se logra planificar”, sostuvo.</p>
<p><b>Aumentar las inversiones</b></p>
<p>A su vez, la presidente de la SBPC sostuvo durante el debate que es necesario contar no solamente con la garantía sino también con un aumento de las inversiones públicas en ciencia y tecnología en Brasil.</p>
<p>De acuerdo con cálculos realizados por la entidad, del total de gastos declarados a nivel nacional, tan sólo el 0,32% corresponde al Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Comunicaciones.</p>
<p>“Ese porcentaje de inversión en ciencia y tecnología no puede ser, de ninguna manera, el de un país que pretende ser soberano, competir con la industria 4.0 y hacer innovación”, apuntó.</p>
<p>Europa pretende destinar el 3% de su Producto Interno Bruto (PIB) a investigación y desarrollo (I&D) en 2020, y Estados Unidos invierte en la actualidad un 2,7% de su PIB en investigación científica, mientras que el total de erogaciones públicas y privadas en I&D en Brasil actualmente se ubica en el 1% del PIB, comparó Davidovich.</p>
<p>“Estamos atravesando una grave crisis económica, pero la pregunta es cómo vamos a salir de esto. El primer error ya se cometió, que fue el de clasificar a los recursos destinados a ciencia, tecnología e innovación como gastos y no como inversiones”, afirmó.</p>
<p>“La corriente hegemónica de economistas en Brasil no se da cuenta del papel estructurador esencial de la ciencia y tecnología en el desarrollo económico del país”, sostuvo.</p>
<p><b><i>Um aprendiz de Quixote</i></b> (en portugués)<br />
Publicación: 2016<br />
Precio: 35 reales<br />
Páginas: 194<br />
Más información en: <b style="text-align: justify;"><span lang="ES"><a href="http://www.verbenaeditora.com.br/products/um-aprendiz-de-quixote" style="text-align: justify;" target="_blank">verbenaeditora.com.br/products/um-aprendiz-de-quixote</a></span></b></p>
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