Una investigación a cargo de científicos brasileños muestra que estos arácnidos microscópicos libran a las colonias del exceso de hongos y les sirven de alimento a las larvas de estos insectos productores de miel (foto: Demeter/Wikimedia Commons)
Una investigación a cargo de científicos brasileños muestra que estos arácnidos microscópicos libran a las colonias del exceso de hongos y les sirven de alimento a las larvas de estos insectos productores de miel
Una investigación a cargo de científicos brasileños muestra que estos arácnidos microscópicos libran a las colonias del exceso de hongos y les sirven de alimento a las larvas de estos insectos productores de miel
Una investigación a cargo de científicos brasileños muestra que estos arácnidos microscópicos libran a las colonias del exceso de hongos y les sirven de alimento a las larvas de estos insectos productores de miel (foto: Demeter/Wikimedia Commons)
Por André Julião | Agência FAPESP – En el marco de un estudio apoyado por la FAPESP y publicado en la revista Scientific Reports por científicos de las universidades Estadual Paulista (Unesp) y Federal de São Carlos (UFSCar), en Brasil, los ácaros que se hallaron en colonias de abejas sin aguijón favorecieron la supervivencia de hasta 69 % de las larvas y del 87 % de los ejemplares jóvenes de estos insectos en presencia de tiametoxam, un insecticida muy empleado en Brasil y prohibido en la Unión Europeia, aunque los productores brasileños lo importan proveniente de países europeos.
En los ensayos en los cuales no hubo exposición a insecticidas, la supervivencia fue de hasta el 96 % cuando había ácaros presentes y de entre el 24 % y el 63 % sin los ácaros. En general, este estudio indica que la presencia de los pequeños arácnidos de la especie Proctotydaeus (Neotydeolus) alvearii, expertos en colmenas de abejas sin aguijón, expande la sobrevida de larvas alrededor de dos veces (2,3 veces sin el insecticida y 1,9 con dicha sustancia).
Estas conclusiones abren el camino hacia el diseño de soluciones biológicas con miras a prevenir la mortandad de abejas, aparte de aportar a la realización de futuras pruebas tendientes a medir el efecto de los productos agrotóxicos en las especies de abejas sin aguijón.
“Al principio ni siquiera sabíamos si los ácaros eran buenos o malos para las abejas. No existían estudios al respecto. Ahora hemos demostrado que ayudan a las abejas tanto al comer hongos, que probablemente crecerían demasiado y las sofocarían, como también al servirles de alimento a las larvas”, explica Annelise Rosa-Fontana, quien llevó a cabo este trabajo durante un posdoctorado en el Instituto de Biociencias (IB) de la Unesp en la localidad de Rio Claro con una beca de la FAPESP.
“Cuando los ácaros estaban presentes, tanto en los ensayos con insecticida como sin este, pudimos observar también que las abejas se desarrollaron mejor. Sus cabezas y sus cuerpos eran significativamente mayores que en las situaciones sin ácaros”, comenta Adna Dorigo, quien comparte con Rosa-Fontana la autoría principal del trabajo, parte de su maestría y de su doctorado en el IB-Unesp.
Cuando llegan al final del ciclo de vida, es probable que los ácaros les sirvan como fuente de proteínas a las larvas. Durante los últimos días de la fase larvaria, los investigadores notaron que no había más ácaros en los ensayos in vitro, sino solamente huevos. Esto sugiere que los ejemplares adultos habían sido devorados por las larvas de las abejas.
Antes de hallárselos en las colonias de las abejas de la especie Scaptotrigona postica, los ácaros analizados habían sido detectados en colonias de otras abejas sin aguijón. Descrita en 1985, esta especie es totalmente dependiente del referido ambiente, al igual que otros ácaros que pueden especializarse en los más variados nichos (lea más en: revistapesquisa.fapesp.br/es/un-zoologico-entre-las-plumas/).
Protocolos de riesgo
Las abejas analizadas vienen estudiándose para su inclusión en ensayos de toxicidad de insecticidas en la región del Neotrópico, que abarca a Brasil. Estas pruebas constituyen un requisito obligatorio que exige el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama), un organismo vinculado al Ministerio de Medio Ambiente de Brasil, para la autorización de empleo de sustancias en la agricultura.
No obstante, en los test que se llevan adelante actualmente se utiliza como especie modelo a la Apis mellifera, una abeja europea introducida en Brasil. Pero el territorio brasileño es el lugar de vida de 3.000 especies de abejas autóctonas, de las cuales alrededor de 300 carecen de aguijón.
Las abejas son importantes polinizadoras tanto para las plantas autóctonas como para la agricultura, y pueden morirse o no lograr regresar a sus nidos cuando quedan expuestas a la acción de productos agrotóxicos (lea más en: agencia.fapesp.br/38929/).
La comprensión de cómo transcurre la relación entre los distintos cultivos agrícolas, los agrotóxicos y estos insectos constituye el tema del proyecto intitulado “Las interacciones entre las abejas y la agricultura: perspectivas de utilización sostenible”, financiado por la FAPESP y coordinado por Osmar Malaspina, docente del IB-Unesp.
Dicho proyecto cuenta también en la labor de sus investigadores principales con Roberta Nocelli, docente del Centro de Ciencias Agrarias (CCA) de la UFSCar y coautora del trabajo publicado ahora, uno de los muchos que se han llevado adelante en el ámbito del mismo.
“Nuestro laboratorio ejerce un rol fundamental en el establecimiento de protocolos de riesgo que puedan brindar aportes al diseño de políticas públicas. Las abejas son fundamentales para los ecosistemas y para la actividad agrícola, por eso el foco de todos debe recaer sobre la conservación de estos insectos”, afirma Malaspina, quien coordinó el estudio.
Para el investigador, este trabajo contribuye también para pensar soluciones basadas en la naturaleza. Los productos que esta investigación genere podrían tanto distribuirse gratuitamente entre meliponicultores, es decir, los productores de miel con base en la cría de abejas sin aguijón, como desarrollarse en pequeñas empresas innovadoras.
Y esto sin contar con la formación de recursos humanos especializados. Rosa-Fontana es actualmente investigadora de la Universidad Complutense de Madrid. En febrero pasado, fue contemplada con una financiación del programa europeo Marie Sklodowska-Curie Actions Postdoctoral Fellowship, uno de los más competitivos y de mayor prestigio en el mundo.
El premio del mismo consiste en una ayuda por un monto de 172 mil euros destinada a su investigación sobre herramientas moleculares en la evaluación de riesgo de productos agrotóxicos entre abejas europeas.
A su vez, tan pronto como terminó su doctorado en el IB-Unesp, Dorigo fue contratada por la empresa Eurofins Agroscience Services, una de las más grandes del mundo en lo que hace a la realización de estudios toxicológicos de evaluación de agrotóxicos. En la actualidad, es investigadora y se desempeña allí como directora de estudios, y sigue realizando investigaciones en el área.
El artículo intitulado Fungivorous mites enhance the survivorship and development of stingless bees even when exposed to pesticides se encuentra disponible en el siguiente enlace: www.nature.com/articles/s41598-022-25482-x.
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