Los desafíos de la cooperación internacional en estudios científicos

Expertos se refieren a los obstáculos e incentivos a la colaboración entre investigadores de distintos países

Por Heitor Shimizu, desde Múnich

Agência FAPESP – “Si pretendemos realmente contar con cooperaciones instigadoras en el ámbito de la investigación científica y con proyectos conjuntos para pensar lo que hasta ahora es impensable, no basta poner científicos de un país en contacto con los de otro país, o tan sólo permitir que se visiten”, dijo Enno Aufderheide, secretario general de la Fundación Alexander von Humboldt, durante la FAPESP Week Munich, un simposio organizado por la FAPESP y por el Centro Universitario de Baviera para América Latina (Baylat) en Múnich, Alemania, entre los días 15 y 17 de octubre.

“Debemos hacer posible que los científicos permanezcan en otros países. Debemos permitir que tengan la perspectiva de las personas que viven en ellos y con las cuales trabajarán, de modo tal que exista una interacción real entre ambas partes”, dijo Aufderheide.

Aufderheide fue uno de los disertantes en el panel intitulado “Colaboración científica internacional, networking y excelencia en universidades – Buenas prácticas”, junto a Christian Müller, director del Departamento de Estrategia y Gestión del Conocimiento del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD); Torsten Nyncke, director regional para Europa, Brasil e Israel de la Asociación Fraunhofer, y Carlos Henrique de Brito Cruz, director científico de la FAPESP. El moderador de dicho panel fue José Arana Varela, director presidente del Consejo Técnico Administrativo de la FAPESP.

La Fundación Humboldt fue fundada en 1953 y cuenta en su haber con 15 científicos con galardonados con el Premio Nobel. Ofrece ayudas que permiten que investigadores de otros países pasen períodos en instituciones alemanas. Según Aufderheide, la institución ha construido una red global de excelencia en investigación científica que cuenta actualmente con 26 mil investigadores en casi 140 países, que reciben o han recibido apoyo en algún momento de sus carreras.

“Esta red apoya las colaboraciones multilaterales en diversas disciplinas, y beneficia tanto a individuos en busca de logros científicos como a países aspiran a formar parte del emprendimiento global de adquisición de conocimiento”, dijo.

Segundo Aufderheide, las necesidades y oportunidades para la colaboración internacional en la investigación científica han aumentado enormemente durante la última década. “Y los países que no se han integrado bien a las redes internacionales corren el riesgo de perder oportunidades importantes para reclutar talentos”, dijo.

Müller se refirió sobre a la larga historia de cooperación con instituciones brasileñas, especialmente con organismos de fomento de la investigación científica. Con la FAPESP, por ejemplo, la DAAD mantiene un acuerdo de cooperación desde 1988, mediante el cual se han concedido hasta la actualidad más de 130 ayudas y becas.

Nyncke habló sobre la estrategia de internacionalización de la Fraunhofer, que se basa en el agregado de valor científico a la asociación alemana y en los efectos positivos resultantes de la colaboración, tanto para Alemania como para el país asociado.

“Brasil es un importante para la Fraunhofer. Más de 30 institutos de la entidad han participado en cooperaciones con socios brasileños. Dos centros de proyectos de la Fraunhofer, uno de ellos con sede en el estado de São Paulo, muestran el compromiso de largo plazo en la colaboración científica con Brasil”, dijo.

Brito Cruz destacó el trabajo del programa de internacionalización de la investigación científica elaborado en el estado de São Paulo, que cuenta con el apoyo de la FAPESP a través de más de 100 acuerdos de cooperación con instituciones de otros países y mediante diversos instrumentos de fomento.

“La ciencia es un emprendimiento social. No es solamente un emprendimiento individual. Así como la ciencia depende del genio individual, también depende de la comunicación y del trabajo conjunto, especialmente entre los mejores científicos del mundo. Éste es uno de los motivos por los cuales procuramos desarrollar la colaboración internacional en la investigación científica. Pretendemos que los mejores científicos en São Paulo trabajen más que lo que ya lo hacen actualmente junto a los mejores científicos del mundo”, dijo.

El director científico también destacó que, más allá de permitir que investigadores de São Paulo puedan ir a otros países para tomar parte en proyectos binacionales o internacionales, la FAPESP ha hecho posible la llegada a Brasil de investigadores de otros países.

“Hemos posibilitado la venida a Brasil del equivalente a un investigador por día de trabajo [semanal] en 2013, y pretendemos incrementar esto a dos científicos por día”, dijo. “También el año pasado, el 20% de las becas de posdoctorales concedidas por la FAPESP fue para extranjeros.”

“Hay muchas iniciativas que apuntan a la internacionalización de la investigación científica brasileña, y estamos trabajando duro en esto; pero resulta claro que existen diversos obstáculos. Uno de ellos consiste en que en Brasil hablamos en portugués, un idioma que no se domina en el resto del mundo. Otro punto indica que el país está lejos de los principales centros científicos mundiales”, dijo Brito Cruz.

“En la FAPESP hemos creado incentivos y oportunidades que permiten sortear estos obstáculos y los resultados han sido muy buenos. En 2005, por ejemplo, contábamos con dos o tres ayudas de la FAPESP en colaboración con organizaciones de otros países para financiar el trabajo colaborativo de los científicos. Hoy en día son unas 200”, dijo Brito Cruz.