Los corales de profundidad normalmente viven a entre 200 y 1.500 metros de profundidad y no siempre forman arrecifes como el de la foto. Viven mayoritariamente en soledad. Un investigador brasileño y uno estadounidense registraron en un libro especies que existen hasta a 3.000 metros de profundidad en Nueva Caledonia (foto: CSIRO Australia)

Nueva Caledonia posee la mayor diversidad de corales de aguas profundas del mundo
16-12-2021
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Un libro con un autor brasileño documenta 267 especies en ese archipiélago, de las cuales 47 nunca habían sido descritas. La obra constituye el resultado de 37 expediciones científicas realizadas entre 1978 y 2016 por el Museo Nacional de Historia Natural de París

Nueva Caledonia posee la mayor diversidad de corales de aguas profundas del mundo

Un libro con un autor brasileño documenta 267 especies en ese archipiélago, de las cuales 47 nunca habían sido descritas. La obra constituye el resultado de 37 expediciones científicas realizadas entre 1978 y 2016 por el Museo Nacional de Historia Natural de París

16-12-2021
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Los corales de profundidad normalmente viven a entre 200 y 1.500 metros de profundidad y no siempre forman arrecifes como el de la foto. Viven mayoritariamente en soledad. Un investigador brasileño y uno estadounidense registraron en un libro especies que existen hasta a 3.000 metros de profundidad en Nueva Caledonia (foto: CSIRO Australia)

 

Por André Julião  |  Agência FAPESP – El archipiélago de Nueva Caledonia, situado 1.200 kilómetros al este de Australia, posee la mayor diversidad de corales de aguas profundas del mundo, según lo revela un nuevo libro publicado por el Museo Nacional de Historia Natural de París. En dicha obra, un investigador brasileño y uno estadounidense documentan por primera vez 267 especies de la zona, de las cuales 47 son nuevas para la ciencia.

“Esta región es importante para entender no solamente la fauna de corales del Pacífico Occidental, sino también todo ese orden de animales, incluso en lo concerniente a cuestiones evolutivas y a la relación entre estas y los cambios climáticos”, explica Marcelo Kitahara, docente del Instituto del Mar de la Universidad Federal de São Paulo (IMar-Unifesp), con sede en la localidad paulista de Santos. El brasileño firma la obra junto a Stephen Cairns, del Instituto Smithsoniano, en Estados Unidos.

Este libro forma parte de los resultados de dos proyectos coordinados por Kitahara y financiados por la FAPESP: Filogenómica del orden Scleractinia (Cnidaria, Anthozoa): las relaciones entre la evolución del orden y los cambios climáticos y Corales de profundidad del Atlántico Sur: nuevas percepciones basadas en un estudio interdisciplinario

El tomo número 32 de la serie “Tropical Deep-Sea Benthos” es el resultado de 37 expediciones científicas a cargo del museo parisino entre 1978 y 2016, las más recientes con la presencia del científico brasileño.

El estudio publicado ahora comenzó aún durante el doctorado de Kitahara en la James Cook University, en Australia, cuando analizó y describió una parte de los especímenes recolectados en las expediciones francesas. En total, el libro es el resultado del estudio de 53.400 ejemplares.

Con poco menos de 300 mil habitantes, el archipiélago de Nueva Caledonia es un territorio francés en Oceanía, conformado por decenas de islas situadas en el sur del océano Pacífico.

El fondo del mar posee allí una gran diversidad de sustratos en un área relativamente pequeña: su Zona Económica Exclusiva ocupa una extensión 1.100.000 kilómetros cuadrados. Junto con la confluencia de corrientes marinas ricas en nutrientes, ese hecho es tenido como la principal hipótesis para explicar la grande diversidad local de corales de aguas profundas, también conocidos como azooxantelados.

Tal como el propio nombre lo dice, estos organismos no poseen zooxantelas, algas que viven en simbiosis con los corales actualmente más conocidos, los zooxantelados, de aguas poco profundas.

Toda vez que necesitan la luz del Sol para realizar la fotosíntesis de las plantas que viven en su esqueleto y les suministran los nutrientes con los cuales se alimentan, los corales que viven cerca de la superficie evolucionaron formando grandes colonias, en formatos que maximizan la captación de luz (lea más en: revistapesquisa.fapesp.br/es/la-pareja-perfecta/). 

Comúnmente hallados en una franja que va entre los 200 y los 1.500 metros de profundidad, por ende, sin luz solar, los corales azooxantelados desarrollaron otras adaptaciones. Sus formas favorecen la captación de nutrientes presentes en la columna de agua, tanto orgánicos como inorgánicos. Pueden también soportar temperaturas bajas de -1 °C.

Otra curiosidad sobre estos organismos indica que el 76 % corresponde a especies de vida libre, es decir, que no forman colonias. De este modo, algunos registros apuntan que estos corales pueden arrastrarse por el sustrato, entrar y salir de la arena o incluso inflar sus tejidos, formando algo parecido a globos, lo que hace posible su transporte a través de las corrientes.

Aparte de las 47 nuevas especies documentadas, en este trabajo se registró por primera vez en el archipiélago la existencia de otras 200 conocidas en otros lugares. Los investigadores registraron también un aumento de la profundidad máxima conocida de algunas especies que se pensaba que vivían en aguas menos profundas hasta más de 3.000 metros.

Puede adquirirse el libro intitulado Azooxanthellate Scleractinia (Cnidaria, Anthozoa) from New Caledonia, de Marcelo V. Kitahara y Stephen D. Cairns, en el siguiente enlace: sciencepress.mnhn.fr/en/collections/memoires-du-museum-national-d-histoire-naturelle/tropical-deep-sea-benthos
 

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