En un workshop de la Plataforma Transatlántica para Ciencias Sociales y Humanas se debatieron metodologías tendientes a integrar a los investigadores e impulsar la cooperación entre los países (foto: Leandro Negro/ Agência FAPESP)

Recursos digitales conectan las ciencias humanas con las ciencias naturales
01-10-2015

En un workshop de la Plataforma Transatlántica para Ciencias Sociales y Humanas se debatieron metodologías tendientes a integrar a los investigadores e impulsar la cooperación entre los países

Recursos digitales conectan las ciencias humanas con las ciencias naturales

En un workshop de la Plataforma Transatlántica para Ciencias Sociales y Humanas se debatieron metodologías tendientes a integrar a los investigadores e impulsar la cooperación entre los países

01-10-2015

En un workshop de la Plataforma Transatlántica para Ciencias Sociales y Humanas se debatieron metodologías tendientes a integrar a los investigadores e impulsar la cooperación entre los países (foto: Leandro Negro/ Agência FAPESP)

 

Por Diego Freire

Agência FAPESP – Durante el tercer workshop de la serie de encuentros organizados en 2015 por la Plataforma Transatlántica para Ciencias Sociales y Humanas (T-AP, por sus siglas en inglés), integrada por la FAPESP y otras 11 instituciones de fomento de la investigación de América y de Europa, expertos de distintas disciplinas científicas debatieron estrategias de integración de estudios concernientes a cuestiones ambientales.

Alrededor del tema Transformative Research – Interactions between Social Sciences, Humanities and Environmental Science, las discusiones ocurrieron entre los días 1º y 3 de septiembre en la sede de la FAPESP, en São Paulo (Brasil), luego de los workshops intitulados Diversity, (In)equality and Differences, realizado en julio Inglaterra, y Digital scholarship, que se concretó en enero en Estados Unidos. Está programado también un último encuentro en diciembre en Alemania, cuyo tema es Building Resilient and Innovative Societies.

“La idea (del workshop) es pensar estrategias conjuntas para los grandes temas ambientales, que tienen ese carácter interdisciplinario y global y que pueden acercar a investigadores de distintas procedencias geográficas y científicas”, explicó Claudia Bauzer Medeiros, docente del Instituto de Computación de la Universidad de Campinas (Unicamp), coordinadora adjunta de Programas Especiales de la FAPESP y representante de la Fundación en esta iniciativa.

La investigación que se lleva adelante en el estado de São Paulo, añadió Bauzer Medeiros, tienen un gran potencial de interacción con la comunidad científica internacional, tanto por radio de acción como por su calidad. “Pero, para ello, es necesario que se abran más canales de diálogo.”

El objetivo de la primera parte del workshop –abierta al público– consistió en mapear las oportunidades y los desafíos de cooperación transatlántica en los temas planteados, de manera tal de resolver problemas con relevancia científica, social, económica y cultural, en el marco de la idea central de la T-AP y con la participación de investigadores de São Paulo. Varias ponencias destacaron el rol de la investigación en ciencias sociales y humanas para la solución de problemas ambientales.

Para llevar a cabo las discusiones, se reunieron investigadores de ciencias sociales, humanas y ambientales que toman parte en proyectos relacionados con temas inherentes al medio ambiente, para debatir los retos metodológicos de la integración de disciplinas en las mencionadas áreas. Entre los investigadores se encontraba presente Carlos Joly, docente de la Unicamp y coordinador del Programa FAPESP de Investigaciones en Caracterización, Conservación, Restauración y Uso Sostenible de la Biodiversidad (BIOTA).

“En el workshop se abordan las metodologías de ciencias sociales y ambientales que pueden combinarse para desarrollar investigaciones en medio ambiente con enfoque en las comunidades y con impacto social, una de las preocupaciones del BIOTA. El medio ambiente no es una preocupación que se restringe a un grupo específico de investigadores, e implica también esfuerzos de múltiples disciplinas, especialmente de las ciencias sociales y las humanas en general”, dijo Joly.

Presente en la apertura del evento, Carlos Henrique de Brito Cruz, director científico de la FAPESP, puso de relieve también otros programas de la Fundación con gran potencial de interacción entre disciplinas en temas ambientales.

“Es importante que el estado de São Paulo estimule y apoye investigaciones en todos los campos que pueden aportar respuestas a cuestiones prioritarias para su población, y éste ha sido un gran esfuerzo de la FAPESP, especialmente durante la última década, como por ejemplo en los trabajos desarrollados por el BIOTA y por los programas FAPESP de Investigaciones en Bioenergía (BIOEN), de Investigación sobre Cambios Climáticos Globales (PFPMCG) y de Investigación en eScience”, dijo.

Para Maria Carmen Lemos, politóloga, docente y vicedirectora de Investigación de la School of Natural Resources and Environment, de la Michigan University, con sede en Ann Arbor, Estados Unidos, las agencias de financiación desempeñan un papel fundamental en la promoción de la interdisciplinaridad en el abordaje de los temas ambientales.

“Las ciencias naturales tendieron a liderar la agenda, pero es necesario reintegrar a los sistemas sociales, e incluso a los sistemas políticos, económicos y culturales. El historial de financiamiento también debe repensarse, equilibrando la distribución de recursos. Existen pocas experiencias de integración entre equipos de distintas áreas alrededor de las cuestiones ambientales, y el proceso de cambio de ese paradigma ha sido muy lento, mientras que los desafíos ambientales son urgentes. Las instituciones de fomento de la investigación pueden acelerar este proceso de construcción de una comunidad interdisciplinaria.”

La cibercartografía

En el marco de las interacciones metodológicas propuestas en el workshop, Fraser Taylor, de la Carleton University, de Canadá, hizo una presentación sobre la cibercartografía o cartografía cibernética, que se vale de recursos de mapeo en plataformas digitales para organizar y suministrar información y análisis de distinta índole en una misma plataforma, con lenguajes convergentes.

“Para contemplar toda la complejidad de las interacciones entre áreas distintas, pero con objetivos comunes, diferentes ontologías o narrativas sobre el mismo tema deben plantearse de manera tal que la gente las pueda comprender fácilmente, sin privilegiar una en detrimento de otra. La cibercartografía es capaz de hacerlo”, dijo Taylor.

Para el investigador, el carácter transdisciplinario de los nuevos medios, tales como la web, suministra un espacio con gran potencial para la interacción entre distintas áreas de la ciencia.

“Las ciencias sociales y humanas tienen en general mucho por contribuir con respecto a los grandes cambios por los cuales ha pasado el medio ambiente, pero un gran problema radica en la forma a través de la cual puede integrarse ese conocimiento, tanto entre ambas áreas como con relación a otras, tales como las ciencias físicas. Nuevas formas de comunicación digital ofrecen nuevas oportunidades de conectar conocimientos distintos alrededor de propósitos comunes, y éste es el caso de la cibercartografía”, dijo.

La presentación de Taylor se enfocó en las dimensiones sociales y humanas de los mapas y en el proceso de mapeo del conocimiento, contemplando los aspectos multimedia de la cibercartografía.

“La cartografía en el ambiente digital echa mano de los recursos de diversas plataformas de medios –tales como la web 2.0–, es altamente interactiva y el usuario también puede ser creador. No es un producto autónomo, como el mapa tradicional, sino que forma parte de un paquete de información y análisis que incluye datos cualitativos y cuantitativos, y además de ser multimedia, puede ser multisensorial, al valerse de la visión, la audición, el tacto y, eventualmente, incluso del olfato y del gusto, porque las personas utilizan todos los sentidos en el proceso de aprendizaje, y la tecnología suministra recursos como para accionarlos.”

El periodista e historiador Jon Christensen, de la University of California en Los Angeles (UCLA), en Estados Unidos, presentó proyectos que pusieron en práctica recursos de la cibercartografía conjugados con otras herramientas de interacción y visualización conjunta de datos que comprenden cuestiones ambientales, entre los cuales se cuenta un trabajo multidisciplinario en el que se utilizaron investigaciones en historia para mapear el paisaje del Delta de California.

“Después más de 200 años de transformaciones impulsadas por el hombre, con el drenaje de zonas húmedas para la construcción diques y la instalación de una vasta red de represas y acueductos que abastecen de agua al estado, el paisaje del delta quedó rehecho y su ecosistema se encuentra en crisis. California estudia ahora medidas tendientes a revertir la declinación de las especies amenazadas, pero se sabe muy poco todavía acerca de la complejidad de ese ecosistema”, comentó.

Científicos del San Francisco Estuary Institute emprendieron un esfuerzo interdisciplinario financiado por el Departamento de Caza y Pesca de California para reconstruir todo el paisaje del delta mediante investigaciones de ecología histórica.

“Se reunieron más de tres mil fuentes históricas con base en 40 archivos de distintas instituciones, incluso con gráficos originales de navegación, investigaciones de tierras del gobierno, dibujos, fotografías y revistas de distintas épocas. Dichos materiales se elaboraron con diversos propósitos, pero todos ellos contienen pistas que indican a qué se pareció alguna vez el delta”, comentó Christensen.

Al organizar en diferentes capas toda esa información histórica, los investigadores crearon un mapa detallado de los tipos de tierra, cursos de agua y comunidades de plantas de 200 años atrás, entre otros elementos del paisaje. La cartografía reveló un ecosistema interconectado de gran complejidad a disposición de investigadores de diferentes áreas mediante recursos multimedia.

“El mapa no suministra un modelo literal de lo que fue el delta, sino que ayuda a comprender los procesos físicos y biológicos que alguna vez hicieron florecer a aquel ecosistema, y puede contribuir a una mejora ostensible de los esfuerzos de restauración del hábitat. El conocimiento de cómo era paisaje también podría ayudar a restablecer un ecosistema adaptable.”

Christensen trabaja en Stamen Design, un estudio de visualización de datos, y en otros proyectos de organización y visualización de datos públicos, entre ellos, y en asociación con la organización sin fines de lucro estadounidense Climate Central, en la evaluación del impacto de la elevación del nivel del mar sobre las comunidades costeras de todo el país, explorando la calidad del agua y riesgos y oportunidades.

“La visualización de datos, el mapeo digital y el storytelling interactivo están volviéndose cada vez más importantes en diversas áreas. Juntas, esas herramientas proporcionan diálogos para que se detecten posibles soluciones a los desafíos que plantean nuestros recursos naturales y culturales más importantes”, destacó.

Para Karen Pittel, de la Ludwig-Maximilians University, en Alemania, la experiencia en el Delta de California pone en evidencia que muchas de las respuestas a las cuestiones ambientales pueden provenir de las ciencias humanas.

“Eventos naturales históricos, desarrollos socioeconómicos y valores culturales conducen a importantes percepciones y preparan mejor las investigaciones ante los desafíos ambientales que las mismas afrontan”, afirmó.

Pero Pittel destacó que, más allá las barreras existentes entre distintas áreas, los científicos deben expandir el diálogo “intradisciplinario”.

“Se trata de un problema complejo, pues no existen desafíos metodológicos únicamente entre las ciencias humanas y las ciencias naturales, sino también dentro de cada una de ellas, muchas veces tan grandes como los existentes entre áreas distintas. Se hace necesario adoptar un abordaje holístico en temas tan complejos y plurales como los ambientales, que solamente pueden entenderse al abordárselos como un todo.”

Como producto de las discusiones entabladas por los participantes los días 2 y 3 de septiembre, durante la programación cerrada en el workshop, saldrá un informe con propuestas de múltiples abordajes para los temas ambientales, con la identificación de oportunidades de cooperación entre científicos de los continentes con representación en la T-AP y nuevas directrices para proyectos multilaterales.

Más información en: www.fapesp.br/9611.

 

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