Se descubrieron seis nuevas especies de plantas, se observó a un jaguar en el límite sur del municipio y también un aumento de la intensidad de especies típicas del Cerrado (foto: Rhamphasto toco/ Anelisa Magalhães)

Un inventario de la fauna y la flora de São Paulo sorprende por su alta biodiversidad
01-06-2017

Se descubrieron seis nuevas especies de plantas, se observó a un jaguar en el límite sur del municipio y también un aumento de la intensidad de especies típicas del Cerrado

Un inventario de la fauna y la flora de São Paulo sorprende por su alta biodiversidad

Se descubrieron seis nuevas especies de plantas, se observó a un jaguar en el límite sur del municipio y también un aumento de la intensidad de especies típicas del Cerrado

01-06-2017

Se descubrieron seis nuevas especies de plantas, se observó a un jaguar en el límite sur del municipio y también un aumento de la intensidad de especies típicas del Cerrado (foto: Rhamphasto toco/ Anelisa Magalhães)

 

Por Maria Fernanda Ziegler  |  Agência FAPESP – En una determinada área, del tamaño de 140 mil canchas de fútbol, es posible encontrar tucanes toco (Ramphastos toco) del Cerrado –la sabana brasileña–, al mono araña muriqui del sur (Brachyteles arachnoides) –el mayor primate brasileño– y al tití de orejas blancas (Callithrix aurita), un animal endémico del Bosque Atlántico y en riesgo de extinción.

Hay también seis especies de plantas hasta ahora desconocidas por la ciencia, aparte de carismáticos carpinchos (Hydrochoerus hydrochaeris), pumas (Puma concolor capricornensis) e incluso un jaguareté o jaguar (Panthera onca), el mayor felino de América. Juntos contabilizan 1.113 especies de la fauna y 4.768 de la flora.

Estas cifras son sorprendentes, fundamentalmente si se tiene en cuenta que el área en cuestión se encuentra en el municipio de São Paulo (estado de São Paulo, Brasil). Existe una biodiversidad latente entre el cemento, el asfalto y las pocas áreas verdes, sobre todo en los cinturones verdes del norte y del sur de la ciudad. Ésta es la conclusión que se desprende del más reciente inventario de la fauna y la flora del municipio, divulgado por la Secretaría Municipal de Verde y Medio Ambiente (SVMA).

El esfuerzo de realizar un inventario de la biodiversidad de la capital paulista congregó al personal de la Secretaría de Verde y Medio Ambiente, asociada al Programa BIOTA-FAPESP en el Proyecto Atlas Ambiental.

El mapeo de la fauna silvestre se realiza desde 1993, y en 2016 se incluyeron por primera vez datos referentes a la flora. El equipo recaba los datos con base en el mapeo primario en más de 100 puntos (fueron 136 en 2016) y mediante la atención de animales silvestres entregados a la División Técnica de Medicina Veterinaria y Manejo de la Fauna Silvestre de la Municipalidad. Los resultados incluyen también registros acumulativos de más de 20 años de trabajo y algunos estudios realizados por investigadores asociados.

En el caso de las plantas, se realizó una compilación de diferentes fuentes de datos, incluyendo muestras de plantas herborizadas documentadas en el Herbario Municipal, informes de inspecciones técnicas del Herbario Municipal y referencias bibliográficas tales como estudios florísticos o fitosociológicos realizados en el municipio desde 1911.

Lo que impresiona es la posibilidad de encontrar especies nuevas y la resistencia no sólo de especies poco exigentes ecológicamente, como los carpinchos del río Pinheiros, sino también de aquéllas que requieren de un ecosistema equilibrado para sobrevivir.

Tal es el caso de un jaguareté de casi 100 kilos cuyo paso tranquilo fue captado en enero de 2016 mientras paseaba por el Núcleo Curucutu del Parque Estadual de Serra do Mar, en el límite sur de la capital paulista. Las instantáneas de la fiera fueron tomadas por trampas fotográficas del instituto Pró-Carnívoros, un asociado de este trabajo.

“Tanto el mono araña muriqui del sur, del cual aún no había registros recientes en el municipio de São Paulo, como el tití y el jaguareté son especies exigentes ecológicamente. Su presencia indica una cadena preservada, pues no soportan alteraciones ambientales. Es sorprendente y, sin lugar a dudas, una buena noticia”, declaró Anelisa Magalhães, de la Secretaria Municipal de Verde y Medio Ambiente, quien coordinó la parte de fauna del Inventario de la Biodiversidad del Municipio de São Paulo – 2016, a Agência FAPESP.

Y en el estreno de la investigación de la flora en el inventario se registraron seis especies desconocidas. Y hay una más –un árbol de la familia Lauraceae– en análisis y que también sería nueva, probablemente. Todas están relacionadas con los esfuerzos de recolección realizados durante el proyecto “Flora Fanerogámica del Estado de São Paulo”, financiado por la FAPESP.

“La Leandra lapae D’El Rei Souza & Baumgratz, un arbusto de la familia Melastomataceae, hasta ahora ha sido registrada únicamente merced a una recolección realizada en un monte situado al lado de Parelheiros”, dijo Ricardo Garcia, curador del Herbario Municipal y responsable de la parte de la flora del inventario.

La sabana en la metrópolis

La realización de un mapeo de la biodiversidad de una megalópolis como São Paulo de manera periódica tiene la función precisamente de seguir de cerca la evolución y la alteración de las especies en el municipio, como así también de servir de base científica en temas de políticas públicas.

“Con este trabajo nos enteramos tanto acerca de especies que estaban documentadas históricamente en algunos lugares de la ciudad y que desaparecieron como de aquéllas que surgieron. Esto ocurre debido a los intensos cambios ambientales promovidos por la urbanización”, dijo Magalhães.

El inventario muestra que tanto la flora como la fauna del Cerrado se están haciendo más presentes. “El tucán toco, por ejemplo, es una especie común en la sabana brasileña y ahora se la está registrando con mayor frecuencia por acá”, dijo.

Incluso la paloma picazuró (Patagioenas picazuro) constituye un ejemplo de colonización del ambiente urbano. En la década de 1990, se la veía escasamente y en pocas épocas del año, en tanto que en la actualidad este animal se ha establecido en toda la ciudad. “Cuando los hábitats se reducen debido a la urbanización y a las actividades humanas, muchas especies desaparecen, mientras que otras se adaptan y expanden sus poblaciones”, dijo Magalhães.

Y con la flora no es distinto. Del total, 47 especies fueron registradas por primera vez en la ciudad de São Paulo tras más de 50 años sin recolectárselas. Por ende, son especies a las cuales podría considerarse que estaban extintas, pero que se las reencontró.

“Esto puede indicar tanto falta de recolecciones en ese lapso de tiempo como también que partes del territorio están siendo reocupadas por especies campestres, dadas las actuales condiciones ambientales. Entre éstas, 20 especies existen en los biomas Bosque Atlántico y Cerrado”, dijo Garcia.

Originariamente, los campos cerrados, los montes, la vegetación de vega y las praderas de montaña eran los tipos de vegetación que cubrían el municipio de São Paulo. Sólo en el área del Centro Histórico predominaban los pastizales más secos (en los cerros) y la vegetación de vega en las bajadas. Hoy en día, esas vegetaciones originales se han extinguido por completo, prácticamente. Sin embargo, se ha observado una intensificación también de la flora típica del Cerrado en los últimos años. En el conjunto de las 3.474 especies vasculares nativas del municipio, a 18 se las considera exclusivas del bioma Cerrado, y cinco de éstas poseen registros recientes en ambientes naturales (no se las cultivó).

Este estudio permitió hace también otra constatación importante: los parques de la ciudad de São Paulo desempeñan una función esencial al servir como punto de parada para aves. “Suministran soporte para la alimentación y el descanso durante los desplazamientos de las aves entre los fragmentos de bosque. Son los casos del Parque Ibirapuera, el Parque Aclimação y el Parque Buenos Aires, que reciben la visita del pájaro campana [Procnias nudicollis] durante la primavera, por ejemplo. La malla de parques municipales, con su miscelánea de vegetación nativa y exótica, posee una relevancia ecológica para las aves forestales y migratorias mayor que la que se presumía”, dijo Magalhães.

La bióloga explica que además de confirmarse la importancia de los parques, existe también la necesidad de hacer un seguimiento de la arborización urbana. “Lo que uno elige para plantar en su ciudad influirá sobre la biodiversidad”, dijo.

En el transcurso de los 20 años de realización del inventario, el mismo ya ha servido como base para la compensación ambiental de grandes obras. “En definitiva, todo esto depende de decisiones políticas, pero con el inventario podemos instrumentar las decisiones”, dijo.

Magalhães comenta que en las obras del Anillo Vial, en su tramo sur, por ejemplo, se crearon en carácter de compensación ambiental cuatro parques naturales con base en la información del inventario de la fauna y la flora. Lo propio sucedió con la alteración del tendido eléctrico de la compañía Eletropaulo en áreas rurales, para que haya un menor riesgo para la fauna, con base en casos de electrocución relatados por la División de Fauna.

“Sucede que logramos probar que existía un impacto y que los animales estaban muriendo electrocutados. De lo contrario, podrían siempre decir que en São Paulo no hay animales ni plantas”, dijo.

El Inventario de la Biodiversidad del Municipio de São Paulo – 2016 se encuentra disponible en el siguiente enlace: prefeitura.sp.gov.br/cidade/secretarias/upload/pubbiodiversidademunsp2016.pdf.

 

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