La obra, fruto de años de investigación, reúne testimonios de 92 personas –inmigrantes de 16 países distintos o nacidas en Brasil– y construye un retrato de la presencia contemporánea de los judíos en el país (judíos huyen con sus Toras envueltas en mantas/ reproducción de imagen de un grabado cedido por Elka Frost, publicada en el libro O Brasil como Destino)
La obra, fruto de años de investigación, reúne testimonios de 92 personas y construye un retrato de la presencia contemporánea de los judíos en Brasil
La obra, fruto de años de investigación, reúne testimonios de 92 personas y construye un retrato de la presencia contemporánea de los judíos en Brasil
La obra, fruto de años de investigación, reúne testimonios de 92 personas –inmigrantes de 16 países distintos o nacidas en Brasil– y construye un retrato de la presencia contemporánea de los judíos en el país (judíos huyen con sus Toras envueltas en mantas/ reproducción de imagen de un grabado cedido por Elka Frost, publicada en el libro O Brasil como Destino)
Por José Tadeu Arantes
Agência FAPESP – La presencia judía en Brasil es tan antigua como la colonización europea del territorio brasileño. Dos judíos habrían tomado parte en la expedición de Pedro Álvares Cabral: João Faras, médico, astrónomo y astrólogo, quien nombró a la constelación de la Cruz del Sur (que ya era conocida, pero carecía de denominación hasta entonces), y Gaspar da Gama, apodado “Gaspar de las Indias”, navegante, aventurero y políglota, quien antes de venirse a América había sido piloto de Vasco da Gama.
Durante los primeros tiempos del dominio portugués, el territorio fue arrendado por un consorcio de cristianos nuevos (judíos conversos al cristianismo), encabezado por Fernando de Noronha, que se dedicó a la exploración del palo brasil. Posteriormente, y apremiadas por las persecuciones de la Inquisición o por las difíciles condiciones de vida en el Viejo Mundo, sucesivas generaciones de judíos inmigraron a Brasil. (*).
Un significativo recorte de esa larga saga compone el libro O Brasil como destino: raízes da imigração judaica contemporânea para São Paulo [Brasil como destino: las raíces de la inmigración judía contemporánea en São Paulo], de la socióloga Eva Alterman Blay, profesora titular sénior de la Universidad de São Paulo. La obra ha sido publicada con el apoyo de la FAPESP.
Alterman Blay, autora y organizadora de diversos libros, puso en éste algo de su historia personal como hija de inmigrantes judíos (su padre nació en Polonia; su madre, en la antigua Besarabia, actual República de Moldavia). “Todos los inmigrantes y los hijos de inmigrantes tenemos una memoria que se extiende más allá de nuestras propias vivencias. Es la memoria de las experiencias narradas por aquéllos con quienes convivimos”, escribió.
Alterman Blay comenta que empezó esta investigación hace muchos años. Y durante bastante tiempo no supo qué forma darle al material que estudiara. “Sin que asociase una cosa con la otra, yo tenía en esa época sueños recurrentes, en los cuales iba a algún lugar y me perdía; y no encontraba más el camino de regreso. Un día, luego de haber escrito y reescrito ya el libro muchas veces, hallé finalmente la forma que buscaba. Y nunca más tuve aquel sueño”, dijo en declaraciones a Agência FAPESP.
La forma que la autora halló consistió en darles voz a los entrevistados con sus testimonios en primera persona, y en valorar el “equipaje” de cada uno: un “equipaje” peculiar, puesto que está compuesto no sólo por las memorias de la existencia vivida en los países de origen, sino también por el recuerdo de la vida construida aquí en Brasil.
Sus 92 entrevistados habían llegado aquí provenientes de 16 países distintos: Alemania, Argentina, Austria, Belarús, Egipto, Francia, Hungría, Italia, El Líbano, Lituania, Palestina, Polonia, Rumania, Rusia, Ucrania y Uruguay. O nacieron en Brasil siendo hijos de padres extranjeros. Pero más allá de sus muchas diferencias, tenían tres características en común: eran judíos, ancianos y estaban en Brasil “para quedarse”.
Un destino definitivo
“Todos los inmigrantes que yo había estudiado en Brasil tenían la fantasía de volver un día a sus tierras de origen. Constaté esa fantasía nostálgica entre los italianos, los portugueses y los españoles. Pero no entre los judíos. Esto tiene que ver con las propias condiciones que los hicieron venirse acá. El regreso no estaba contemplado en su ideario. Incluso porque, para muchos de ellos, sencillamente no existía un lugar adonde volver. Guerras y acuerdos de paz de duración temporal habían alterado fronteras y redefinido el estatuto político de sus regiones de origen. Para esos judíos, Brasil era tenido como el destino definitivo”, afirmó Alterman Blay.
Muchos de ellos, nacidos en los shtetlach (o shtetls el plural de shtetl), las pequeñas aldeas de población preponderantemente judaica de Europa Oriental, con una vida sin perspectivas, veían en Brasil la promesa de un El Dorado. Y aun aquéllos que llegaron provenientes de ciudades grandes y cultas, tales como Berlín o Varsovia, pudieron disfrutar aquí de una libertad mucho más evidente.
“Huyendo de situaciones adversas en Europa –los pogromos, un duro y esclavizador servicio militar, la pobreza, la prohibición de movilidad geográfica y la carencia de derechos civiles– encontraron en Brasil una situación incomparablemente más blanda, pero repleta de trampas”, escribió Alterman Blay, en referencia a un antisemitismo que, sin asumir las formas aberrantes manifiestas en el continente europeo, nunca dejó de existir en el país.
La investigación de Alterman Blay se concentró mucho más sobre la comunidad asquenazí (del hebreo ashquenazi), proveniente de Europa Central y Oriental, mayoritariamente durante las primeras décadas del siglos XX, que sobre la comunidad sefardí (del hebreo sepharadhi), proveniente de la Península Ibérica y de Medio Oriente, cuya presencia se remonta a los tiempos coloniales, pero que creció en Brasil tras la denominada “Crisis del Canal de Suez”, en 1956.
Su lista de entrevistados incluyó figuras de todas las clases sociales, aparte de algunos notables, tales como el físico Mario Schenberg (1914-1990), la escritora Tatiana Belinky (1919-2013) y la filántropa Ema Gordon Klabin (1907-1994).
Schenberg, un hijo de padres no religiosos que nació en la ciudad nordestina de Recife, inició su testimonio en 1982 diciendo que no poseía ningún vínculo con el judaísmo, y expresó preocupación con el surgimiento de una nueva “ola internacional de antisemitismo”, motivada a su juicio por la política del Estado de Israel con relación al pueblo palestino.
En tanto, Tatiana Belinky, natural de San Petersburgo, Rusia, relató en 1983 el largo esfuerzo de su marido, el médico psiquiatra Júlio Gouveia (1914-1988), uno de los precursores de la televisión en Brasil, por convertirse al judaísmo. En un evento quizá inédito en el mundo, Júlio, su hijo y su nieto hicieron juntos el Bar Mitzvah, el ritual de ingreso a la edad adulta, que los chicos judíos cumplen normalmente tras llegar a los 13 años (el Bat Mitzvah, reservado a las chicas, se realiza después de los 12 años).
Ema tiene su nombre asociado fundamentalmente a la Fundación Cultural Ema Gordon Klabin, un museo con más de 1.500 objetos de arte, y al Hospital Israelita Albert Einstein, para cuya construcción resultó decisivo su aporte económico. Nacida en Río de Janeiro en el seno de una de las familias judías más tradicionales de Brasil, heredó de su padre, Hessel, nacido en Lituania, su participación en la industria Klabin de papel y celulosa, y cobró relieve como coleccionista de arte, mecenas y filántropa. Fue entrevistada en 1982.
La microhistoria y la construcción de la sociología
Al comentar éstos y otros testimonios, Alterman Blay puso de relieve el papel de la historia personal, de la “microhistoria”, en la construcción de la sociología. “Prefiero esto a hacer grandes generalizaciones. Fue un movimiento que iniciamos en la década de 1980, Maria Isaura Pereira de Queiroz, Aziz Simão y yo. Pretendíamos realzar el valor de lo cotidiano, de la vida real, de los comportamientos individuales, siempre con respeto para con los datos empíricos. Y nos criticaron duramente en esa época.”
“Cuando se trabaja con historias de vida, el cuidado que hay que tener consiste en considerar que las personas cuentan una cierta verdad, que se circunscribe al momento en que están relatando. No existe la verdad. Existe una memoria en un determinado momento, y esa memoria debe considerarse en su contexto”, ponderó la socióloga.
Resultó notable como historia personal el extenso testimonio de Rifca Gutnik, quien, en la época de la entrevista, que se inició en 1982 y continuó durante algunos años, vivía en el Lar do Velhos, el hogar de ancianos mantenido por la Sociedad Israelita. Nacida en la antigua Besarabia, Rifca debió abandonar sus estudios luego de que Alexandru Cuza (1857-1946), considerado el Hitler rumano, prohibió la enseñanza del ídish en las escuelas.
Desde muy temprana edad se convirtió en obrera, y en tal carácter, encabezó una huelga contra las condiciones absolutamente inhumanas de trabajo, sin horario para comer, sin remuneración extra por servicio nocturno y sin cualquier tipo de derechos. Esa huelga resultó victoriosa, pero a Rifca la despidieron. Desempleada, al cabo de un tiempo emigró rumbo a Brasil, en donde ya se encontraba Velvel, su novio y su futuro marido.
En Río de Janeiro, se unió al Arbeter Center, que organizaba actividades educativas y culturales y mantenía un comedor para trabajadores. Luego de la fracasada insurrección de la Alianza Nacional Libertadora, en 1935, Velvel quedó detenido por comunista. Tras pasarse horas al rayo del sol en la puerta del presidio, a la espera de un permiso para visitar a su marido, Rifca perdió a su hija Clara, víctima de la insolación. Y perdería también a su marido, deportado a un campo de concentración.
“La historia de Rifca tuvo en mí un efecto profundo”, escribió Alterman Blay. “Luego de entrevistarla en el hogar de ancianos, pasé a visitarla regularmente”. Rifca participaba activamente en la vida del lugar. Cosía con la máquina que ella misma donara, y leía libros en portugués, ruso, ídish y alemán. Con sus propios discos organizaba audiciones de música erudita y folclórica para los demás internados, y se mantenía actualizada mediante la lectura diaria de dos periódicos. Ayudó Alterman Blay en su investigación traduciendo un libro sobre la historia de Britchon, el shtetl donde había nacido, en 1905.
La idea de hacer por los otros, que, al margen de todas las vicisitudes, le dio sentido a la vida de Rifca, se asienta fuertemente sobre el concepto judío de tzedaká, que puede traducirse como “justicia” o “rectitud”. Un ejemplo de tzedaká fue el intenso trabajo voluntario desarrollado por la profesora Betty Lafer (1909-2006), nacida en Schirvint, Lituania, y diplomada en Araraquara, en Brasil.
Tras años en el magisterio, casada y con sus hijos ya criados, Lafer pasó a trabajar como voluntaria en la Organización Femenina Israelita de Asistencia Social (Ofidas) y, posteriormente, en la Unión Brasileño-Israelita de Bienestar Social (Unibes), de la cual se convirtió en presidenta honoraria. Fue entrevistada en 1982.
Para muchos de esos inmigrantes, el trabajo social constituyó la principal forma de ejercer el judaísmo. “La generación que entrevisté no era especialmente religiosa”, afirmó Blay. “Su religiosidad a lo sumo se resumía a celebrar las tres fechas principales del judaísmo: Rosh Hashaná (Año Nuevo), Yom Kipur (el Día del Perdón) y Pésaj (la Pascua). La generación actual se vuelca mucho más hacia la religión, e incluso hacia la ortodoxia. Algunos hijos o nietos de inmigrantes de aquella generación ahora se visten con ropas tradicionales, se casan con personas que forman parte del mismo grupo y profundizan en el estudio de la religión. Es una nueva tendencia, a la cual debería estudiársela”, concluyó.
(*) De acuerdo con Os judeus no Brasil Colonial, de Arnold Wiznitzer (São Paulo, Pioneira Editora y editorial de la Universidad de São Paulo, 1966), y con Breve história dos judeus no Brasil, de Salomão Serebrenick (disponible en portugués en: http://tryte.com.br/colecaojudaismo/livro10.htm).
Ventas y más información (en portugués) en la siguiente dirección: www.editoraunesp.com.br/catalogo/9788539304912,brasil-como-destino-o.
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