Esta tecnología reduce el riesgo de colapso de los alvéolos pulmonares en pacientes que permanecen en cama durante largos lapsos de tiempo (foto: Timpel)
El monitoreo de la ventilación mecánica con el tomógrafo de impedancia eléctrica desarrollado en la empresa Timpel permite brindarles a los pacientes un tratamiento más seguro
El monitoreo de la ventilación mecánica con el tomógrafo de impedancia eléctrica desarrollado en la empresa Timpel permite brindarles a los pacientes un tratamiento más seguro
Esta tecnología reduce el riesgo de colapso de los alvéolos pulmonares en pacientes que permanecen en cama durante largos lapsos de tiempo (foto: Timpel)
Por Suzel Tunes | FAPESP Investigación para la Innovación – La empresa Timpel, de São Paulo, Brasil, contiene en su propio nombre la innovación tecnológica que le dio origen. Timpel es el acrónimo de Tomógrafo de Impedancia Eléctrica (TIE), un aparato que se utiliza para monitorear a los pacientes en tratamiento intensivo que requieren de ventilación artificial, desarrollado en el transcurso de varios años de investigación.
Y ahora, los investigadores de Timpel apuntan a perfeccionar esta tecnología en el marco de un proyecto que cuenta con el apoyo del Programa de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (PIPE) de la FAPESP. Dicho proyecto tiene como objetivos la inclusión de una nueva herramienta computacional de soporte de las decisiones clínicas orientadas hacia la protección pulmonar y la comprobación de su eficacia.
Para ello, Timpel tomó parte en diversos estudios, entre los cuales puede mencionarse el “Ensayo de Reclutamiento Alveolar”, encabezado por el Hospital del Corazón de São Paulo. El ingeniero electricista Rafael Holzhacker, presidente de Timpel, informa que los estudios apuntan a comparar dos estrategias distintas utilizadas en pacientes con hipoxemia: el tratamiento convencional (estrategia ARDSNet – siglas en inglés de Acute Respiratory Distress Syndrome Network) y la estrategia OLA, las siglas de open lung approach.
Holzhacker explica que cuando el paciente permanece acostado durante mucho tiempo y con ventilación mecánica, la parte posterior de los pulmones, situada más cerca de la espalda, empieza a cerrarse en razón del efecto de la gravedad. Cuando sucede esto, los alvéolos entran en colapso o se abren y se cierran en el transcurso de la ventilación, provocando así una peligrosa respuesta inflamatoria. Para evitar estos eventos adversos, la estrategia OLA apunta a dejar los pulmones “abiertos”, insuflándoles aire con la presión suficiente como para no dejar que los alvéolos se cierren.
Según Holzhacker, hasta la existencia del TIE, los médicos no tenían la seguridad como para implementar esa estrategia de pulmón abierto por temor a causar alguna lesión que agravaría el cuadro del paciente. Preferían utilizar la estrategia ventilatoria estándar ARDSNet, que prioriza la ventilación con bajo volumen.
El monitoreo de la ventilación mecánica con el tomógrafo de impedancia eléctrica permite la implementación de un tratamiento más seguro para el paciente, en forma individualizada y asertiva. “El uso de nuestro aparato permite que el médico observe inmediatamente si la estrategia elegida está funcionando y detecte tempranamente posibles complicaciones. Los usuarios buscan una ventilación de precisión, que se adecue a cada paciente”, afirma el investigador.
Los diagnósticos pulmonares también podrían efectuarse mediante la utilización de un tomógrafo computarizado (que utiliza rayos X para tomar imágenes de alta resolución). “Pero el uso de este aparato trae aparejado el riesgo de la radiación y del transporte hasta la sala de radiología del paciente, lo que aumenta la complejidad del tratamiento y su costo para el sistema de salud, mientras que el TIE permite que el examen se realice en la cama cuantas veces sean necesarias; y no emite rayos X”, subraya Holzhacker.
El tomógrafo de Timpel se basa en la evaluación de la diferencia de resistencia a una corriente eléctrica (la impedancia) de distintas partes del cuerpo. Las imágenes se obtienen mediante una cinta con 32 electrodos –similares a las que se utilizan en los electrocardiogramas– que envuelve el tórax del paciente. Cuando se enciende el aparato, una corriente eléctrica de baja intensidad atraviesa el tórax y al encontrar diferentes resistencias en el trayecto indica en qué zona está circulando el aire.
Este aparato genera una imagen del flujo del aire en los pulmones y le permite al médico controlar tanto el flujo como la presión del aire aplicado. De este modo, el profesional puede decidir la estrategia de ventilación más eficaz para cada paciente. Y para ayudarlo en esta decisión, los investigadores de Timpel están incorporándole al tomógrafo una herramienta de soporte de las decisiones clínicas: un software con el cual se efectúa la evaluación de la “reclutabilidad pulmonar” del paciente.
“Basta con que el médico efectúe un pequeño test, inyectando aire a una determinada presión, para que el software evalúe la probabilidad de que el paciente responda positivamente a la estrategia de ventilación protectora”, explica Holzhacker. “Esta herramienta de apoyo resulta importante, pues permite que a cada paciente se le brinde el tratamiento más adecuado en cada momento. Nadie recibirá presiones más altas si eso no es beneficioso, ni quedará con los pulmones cerrados y sujetos a inflamación si es capaz de responder bien a la ventilación protectora”, afirma el investigador.
Actualmente Timpel posee más de 80 aparatos en actividad en Brasil y también en Estados Unidos, Canadá, Chile, Perú, Suecia, España, Francia, Alemania, Italia, República Checa y Japón. Los primeros equipos empezaron a comercializarse en 2015, después de que la empresa obtuvo la aprobación de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil y de la Unión Europea. En Estados Unidos, la venta del TIE apunta hacia la investigación clínica, mientras Timpel aguarda la aprobación de la Food and Drug Administration (FDA).
Del laboratorio a la empresa
El equipo de Timpel es el resultado de varios años de colaboración de la empresa en el marco de convenios con la Facultad de Medicina y con la Escuela Politécnica de la Universidad de São Paulo – USP, como así también con la Universidad Federal del ABC (UFABC). Los primeros estudios sobre nuevas técnicas de ventilación artificial datan del año de 2002 y revelaron la necesidad de un contar con un aparato que efectuase un monitoreo continuo e individualizado de las estrategias de tratamiento.
En 2003 se montó un prototipo del TIE como parte de un Proyecto Temático financiado por la FAPESP, con componentes existentes en el mercado. Para desarrollar este artefacto en Brasil nació la empresa en 2004, inicialmente incubada en el Centro de Innovación, Emprendimientos y Tecnología (Cietec), en la Ciudad Universitaria de la USP. En 2006, el tomógrafo ya se utilizaba experimentalmente en el Hospital de Clínicas de la Facultad de Medicina de la USP para monitorear a pacientes sometidos a tratamiento intensivo.
En la actualidad la empresa cuenta con 35 empleados, de los cuales alrededor de la mitad trabajan en el área de investigación y desarrollo. Además de la sede en São Paulo, la empresa posee una sucursal en Holanda, con un equipo de ventas y de soporte clínico para atender a los clientes de Europa.
Según Rafael Holzhacker, Timpel seguirá perfeccionando el aparato con miras a expandir las ventas en Brasil y en el exterior. “Aspiramos a que tenga cada vez más funcionalidades y que se vuelva indispensable dentro de las UTIs”, dice el presidente de la empresa.
Empresa: Timpel
Sitio web: www.timpel.com.br
Contacto: info@timpelmedical.com
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