Es un sistema basado en internet de las cosas y desarrollado por una startup brasileña con el apoyo de la FAPESP, que hace posible derivar a los pacientes a los hospitales al detectar que empeoran sus signos clínicos (imagen: Biologix)
Es un sistema basado en internet de las cosas y desarrollado por una startup brasileña con el apoyo de la FAPESP, que hace posible derivar a los pacientes a los hospitales al detectar que empeoran sus signos clínicos
Es un sistema basado en internet de las cosas y desarrollado por una startup brasileña con el apoyo de la FAPESP, que hace posible derivar a los pacientes a los hospitales al detectar que empeoran sus signos clínicos
Es un sistema basado en internet de las cosas y desarrollado por una startup brasileña con el apoyo de la FAPESP, que hace posible derivar a los pacientes a los hospitales al detectar que empeoran sus signos clínicos (imagen: Biologix)
Por Elton Alisson | Agência FAPESP – Un sistema basado en internet de las cosas para diagnosticar y monitorear la apnea del sueño en el ambiente domiciliario, desarrollado por la startup brasileña Biologix, con sede en la ciudad de São Paulo, puede ayudar a efectuar el seguimiento remoto de pacientes con sospecha o con síntomas leves de COVID-19 y derivarlos a hospitales en caso de que se registre una desmejora en sus signos clínicos.
Dos hospitales privados de São Paulo, la ciudad que constituye el epicentro de la pandemia en Brasil, aplicarán esta tecnología, aún a modo de prueba. Esta innovación se volvió factible mediante un proyecto que contó con el apoyo del Programa PIPE/ PAPPE Subvención, que reúne recursos de los programas de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (PIPE), de la FAPESP, y de Apoyo a la Investigación en Empresas (PAPPE), de la agencia federal brasileña Finep (Financiadora de Innovación e Investigación), con el objetivo de insertar productos innovadores en el mercado.
“Existen actualmente diversas aplicaciones cuyo objetivo consiste en monitorear a los pacientes con sospecha o síntomas leves de COVID-19, pero se basan en respuestas subjetivas de los propios pacientes, y no en el monitoreo de signos clínicos tal como lo hace el sistema que nosotros desarrollamos”, declaró a Agência FAPESP Tácito Mistrorigo de Almeida, CEO de Biologix.
Este sistema está compuesto por un sensor portátil e inalámbrico. Al disponérselo en la punta del dedo índice, el dispositivo capta los datos de saturación de oxígeno y la frecuencia cardíaca del paciente.
Dichos datos se recaban en tiempo real mediante una aplicación de celular gratuita y disponible en las plataformas Android y iOS. Ese programa envía la información a la nube y automáticamente al panel de control del equipo médico que monitorea al paciente.
Al constatarse mediante el empleo del sistema una merma en la saturación de oxígeno –que es uno de los principales indicadores del agravamiento del cuadro de COVID-19 y que también se produce en la apnea, cuando se generan paros respiratorios asociados a la baja del nivel de oxígeno presente en la sangre–, el equipo médico entra en contacto con el paciente o con su acompañante.
Si además de la caída en la saturación de oxígeno y de la frecuencia cardíaca el paciente o su acompañante informan sobre fiebre, aumento de la dificultad para respirar, tos y fatiga −que son los principales síntomas de la infección causada por el coronavirus SARS-CoV-2−, se los orienta a dirigirse urgentemente a un hospital.
“El sistema permite derivar a los pacientes al hospital en el momento justo y, de este modo, disminuir los riesgos de contagio ocasionado por la interacción con otras personas, y proteger fundamentalmente a los profesionales de la salud”, afirma Mistrorigo de Almeida.
Además de su utilización en los hospitales, pueden emplear esta tecnología las operadoras de salud y los seguros médicos no solo para monitorear a los pacientes con sospecha de COVID-19 o con síntomas leves, sino también para efectuar el seguimiento de ancianos y personas que integran los grupos de riesgo de gravedad de la enfermedad.
“Este sistema puede también aplicarse en los propios hospitales para monitorear a los pacientes con menor gravedad en camas de habitaciones comunes y mantener las unidades de terapia intensiva (UTIs) disponibles para los casos más críticos”, consigna Mistrorigo de Almeida.
La capacidad de adaptación
Biologix se encuentra incubada en el Eretiz.bio, una incubadora de startups instalada en la área de salud del Hospital Israelita Albert Einstein, en cuya red se encuentran diversas empresas apoyadas por el PIPE-FAPESP que están desarrollando tecnologías destinadas a ayudar en el diagnóstico, el monitoreo y el tratamiento de pacientes con COVID-19.
Entre ellas se encuentran Magnamed –que suministrará 6.500 ventiladores pulmonares al Ministerio de Salud de Brasil– y Hoobox, que desarrolló en colaboración con la firma Radsquare un sistema de detección a distancia de la fiebre.
“Este ecosistema de startups en el área de la salud ha sido sumamente ágil y ha demostrado contar con la capacidad necesaria como para reconfigurarse rápidamente con el objetivo de generar soluciones en el combate contra el COVID-19. Esto ha facilitado mucho el desarrollo de tecnologías destinadas a efectuar el triaje de pacientes que requieran atención más urgente”, sostiene José Cláudio Cyrineu Terra, director de innovación del Hospital Albert Einstein.
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