Una valiosa alianza para los científicos

Dirigentes de la FAPESP y de la Ohio State University destacan el éxito del acuerdo que mantienen ambas instituciones, en cuyo marco ya han sido seleccionados 43 proyectos en colaboración

Por Heitor Shimizu, desde Columbus (EE.UU.)  |  Agência FAPESP – Tras dos días de conferencias y debates en la University of Michigan, la FAPESP Week prosiguió el pasado jueves 31 de marzo en el campus de la Ohio State University, alrededor de 300 km al sur de la primera institución.

La Ohio State University (OSU), una de las principales instituciones públicas de educación superior de Estados Unidos, se fundó en 1870 y cuenta con 15 facultades que ocupan 570 edificios. En ellas se dictan más de 450 carreras de grado y de posgrado en las cuales cursan alrededor de 58 mil alumnos. La OSU invierte anualmente alrededor de mil millones de dólares en investigación científica.

La FAPESP y la Ohio State suscribieron en 2013 un acuerdo de cooperación, en cuyo marco ya se han emitido dos llamados a la presentación de propuestas y se han seleccionado 43 proyectos que congregan a investigadores de Ohio y del estado de São Paulo.

Carlos Henrique de Brito Cruz, director científico de la FAPESP, comentó que, en términos históricos, la Fundación ha apoyado fundamentalmente a becarios brasileños que van a la universidad estadounidense y a investigadores de la Ohio State que van a instituciones del estado de São Paulo. “Pero desde 2013 hemos incrementado mucho nuestra colaboración mediante la emisión de convocatorias a la presentación de propuestas”, dijo.

“El resultado de este trabajo conjunto puede constatarse por la elevada cantidad de artículos elaborados durante los últimos años por científicos del estado de São Paulo junto a colegas de la Ohio State. Esa cantidad trepó de 40 artículos por año en 2009 a alrededor de 300 en 2015”, dijo.

“La cantidad de citas por artículo también ha crecido mucho, y supera en promedio las 35, una cifra que es bastante elevada y que pone en evidencia que se trata de artículos con mucha visibilidad en sus respectivas áreas”, dijo.

Caroline Whitacre, vicepresidente de Investigación de la Ohio State University, puso de relieve que los proyectos seleccionados en el marco de las convocatorias conjuntas con la FAPESP comprenden trabajos en las más diversas áreas del conocimiento.

Un ejemplo de proyecto seleccionado durante la primera convocatoria al que hizo mención Whitacre fue el que llevó adelante Sergio Schenkman, de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), junto a Bradford S. McGwire, de la Ohio State, referente a la enfermedad de Chagas.

Ese proyecto reforzó la colaboración entre los laboratorios coordinados por ambos investigadores en estudios sobre los mecanismos a través de los cuales el protozoo parásito Trypanosoma cruzi sobrevive y se vuelve capaz de provocar la infección antes mencionada, luego de pasar por el intestino del insecto triatomino.

De la segunda convocatoria, cuyo resultado se dio a conocer en diciembre de 2015, Whitacre mencionó el proyecto “Metagenomics and proteomic analysis of individuals with generalized aggressive periodontitis and their descendants”, llevado adelante por Purnima Kumar, de la Ohio State, y Renato Correa Viana Casarin, de la Universidad de Campinas (Unicamp).

“Según los términos del acuerdo, la Ohio State y la FAPESP se disponen a desembolsar aproximadamente 1.400.000 dólares para financiar los proyectos colaborativos seleccionados en el marco de las convocatorias”, dijo Whitacre. El acuerdo tienen una duración inicial de cinco años, “pero, definitivamente, deseamos dar continuidad a la colaboración con la FAPESP”, dijo.

Brito Cruz mencionó a su vez que la relación cercana con la Ohio State está presente también en el Consejo Técnico Administrativo de la FAPESP, cuyo director administrativo, Joaquim José de Camargo Engler, es doctor en Economía Agrícola por la Ohio State, y en 1994 recibió el International Alumni Award de dicha universidad estadounidense.

Colaboraciones en aumento

Brito Cruz estuvo a cargo del discurso de apertura del evento, durante el cual se refirió a la ciencia y la tecnología en São Paulo y al rol de la FAPESP en el desarrollo de la investigación científica en el estado.

El director científico de la Fundación relató que el estado de São Paulo –en donde se destina el 1,7% del PIB a investigación y desarrollo, un valor muy superior a que se desembolsa en el resto de Brasil– responde por alrededor del 45% de la ciencia producida en el país, medido según la cantidad de artículos científicos publicados en periódicos internacionales.

Brito Cruz se refirió a algunos de los programas de investigación que la FAPESP mantiene, tales como los de becas y de ayudas, y al sistema de análisis de solicitudes de propuestas de la Fundación.

El dirigente de la FAPESP habló acerca de la importancia que tienen para la Fundación los acuerdos de cooperación que mantiene con universidades, empresas y organizaciones de Brasil y de decenas de países.

“Contamos con un programa de centros de investigaciones que reúnen a la universidad y a la industria, por ejemplo. Uno de ellos es el Centro de Biología Química de Proteínas Cinasas, instalado en la Universidad de Campinas (SGC-Unicamp). Es una colaboración entre la University of Oxford, la University of Toronto y la Unicamp”, dijo.

“En el SGC-Unicamp, los científicos trabajan junto a colegas de esas otras dos universidades y de varias grandes industrias farmacéuticas con el objetivo de descubrir cinasas [grupos de enzimas] y procesos relacionados con éstas que puedan utilizarse en la industria, en el estudio de proteínas o en el desarrollo de nuevos medicamentos”, dijo.

“Nos pone contentos anunciar el nombre de la primera compañía farmacéutica brasileña que forma ahora parte del SGC-Unicamp: es Aché. Hemos terminado de redactar los términos del contrato y de su modo de participación. Ahora sí, contamos con una empresa brasileña que integra este gran esfuerzo en ciencia, investigación y tecnología”, dijo.

El centro, que cuenta con el apoyo de la FAPESP a través su Programa de Asociación para la Innovación Tecnológica (PITE), forma parte del Structural Genomics Consortium, que congrega a científicos de universidades, industrias farmacéuticas y otras organizaciones.

“Otro tipo creciente de colaboración es aquella en la cual la FAPESP y la universidad asociada les ofrecen seed funding a los investigadores para que éstos puedan interactuar, de modo tal de que, posteriormente, puedan elaborar propuestas que se les presentarán a las agencias de fomento de la investigación científica en sus países y en Brasil”, dijo Brito Cruz.

A continuación hizo uso de la palabra Whitacre, quien hizo hincapié en la Discovery Themes Initiative, un programa a largo plazo de la Ohio State que congrega a alumnos y docentes de la universidad junto a representantes de otras instituciones.

Según Whitacre, la propuesta del programa consiste en “hallar soluciones durables referidas a necesidades sociales críticas”, y está dividido en áreas y temas de investigación tales como “Materiales y Manufactura para la Sostenibilidad”, “Enfermedades Infecciosas”, “Alimentos y Salud”, “Humanidades y Artes”, “Economía Sostenible y Resiliente” y “Análisis de Datos”.

“El Discovery Themes es un modelo de interdisciplinariedad y transdisciplinariedad que promueve y amplia las colaboraciones de la Ohio State, y constituye una excelente oportunidad para abordar los principales problemas globales”, dijo Whitacre.

Para obtener más información sobre la FAPESP Week Michigan-Ohio, ingrese en el siguiente enlace: www.fapesp.br/week2016/michigan-ohio/category/news/.